Un líder de las tribus árabes de los misseriyas advirtió que podría desatarse una guerra si el resultado del referendo sobre la secesión de Sudán obliga a su pueblo a sumarse a un futuro estado independiente en el sur del país.
El líder de los misseriyas, Bishtina Mohammed El Salam, una de las dos etnias dominantes en la conflictiva zona central de Abyei, dijo que su pueblo no aceptará unirse a Sudán del Sur, sea cual sea el resultado del referendo que comenzará allí el 9 de este mes y se prolongará por una semana para decidir si la región más meridional de este país se convierte o no en un estado independiente.
Abyei, una cuenca petrolera que se encuentra entre el norte de mayoría árabe y el sur negro, es casi tierra de nadie desde 2005, cuando se firmó el Completo Acuerdo de Paz que puso fin a la guerra iniciada en 1983 entre esas dos regiones.
Los pastores nómadas misseriyas comparten Abyei con los dinkas, agricultores negros que sí quieren unirse al sur. «Si los dinkas toman esa decisión, anexar Abyei al sur, habrá guerra de inmediato y sin excusas», dijo El Salam a Al Jazeera.
«Creemos que deben ser razonables. Deben saber que quienes los están presionando para que adopten esa postura no los respaldarán», advirtió.
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Según el acuerdo de 2005, Abyei debe celebrar una consulta popular propia para que sus ciudadanos decidan si prefieren sumarse al sur o al norte. Pero la falta de entendimiento acerca de los límites internos de esta región y los derechos de residencia ha postergado la convocatoria a esa votación, que estaba prevista para el día 9.
En Abyei prevalece un clima de temor entre las dos etnias. Los dinkas han hablado de un referendo local que van a organizar por su cuenta, fuera del marco del acuerdo de paz, lo que agravó el temor de los misseriyas a una anexión de Abyei al sur.
Abyei se encuentra en una zona del centro sur del país sin fronteras internas claras y es reclamada por las dos partes, que la gobiernan según un estatuto administrativo especial.
El sur alega tener una cercanía especial con la región, puesto que es el hogar de muchos de sus principales líderes, inclusive de Salva Kiir, jefe del gobierno semi-autónomo de Sudán del Sur.
Pero los nómadas misseriyas, que proceden de una zona más al norte, reclaman su derecho a continuar aprovechando las pasturas de Abyei para su ganado.
Observación internacional
Mientras tanto, cientos de observadores electorales llegan al sur de Sudán para presenciar el proceso del referendo, entre ellos el ex presidente estadounidense Jimmy Carter (1977-1981), el ex secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan (1997-2007), y el ex primer ministro de Tanzania, Joseph Warioba (1985-1990).
«El referendo es un paso crucial para cumplir el Amplio Acuerdo de Paz», dijo Carter en un comunicado. «Esperamos que ayude al pueblo de Sudán en la construcción de un futuro pacífico, sea cual sea el resultado».
Fuentes del Centro Carter en Juba, capital regional de Sudán del Sur, dijeron a Al Jazeera que su equipo de observadores estará este jueves 6 en Jartum, la capital nacional, para organizar la labor de la delegación y que llegaría a la zona a tiempo para la consulta popular.
El Centro Carter desplegará más de 100 observadores en todo el país y en el exterior para evaluar el proceso y observar la votación, el escrutinio y la emisión de resultados.
Están convocados a votar solamente quienes tengan padres u otros ancestros de tribus indígenas sureñas, quienes sean residentes permanentes en el sur o cuyos progenitores o abuelos hayan permanecido aquí desde el 1 de enero de 1956, fecha de la independencia de Sudán.
Aquéllos cuyas familias abandonaron el sur antes de la independencia, debían regresar y registrarse para tener derecho al voto.
La consulta se llevará a cabo en todo el país y en ocho naciones donde habitan numerosas poblaciones de sudaneses del sur: Australia, Canadá, Egipto, Estados Unidos, Etiopía, Gran Bretaña, Kenia y Uganda.
El Centro Carter también apoya un sistema de observación interno y no partidario, para el cual ha contribuido con el entrenamiento y despliegue de unos 3.000 observadores del referendo.
La Unión Europea (UE), por su parte, despachará un equipo de 110 observadores procedentes de sus 27 países miembros, así como de Canadá, Noruega y Suiza.
Rusia también enviará delegados. El canciller de ese país, Serguéi Lavrov, indicó que enviaría cuatro helicópteros desde Chad para reforzar la seguridad de las operaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) durante el referendo.
La ONU nombró un panel de tres miembros para observar la consulta. También la Unión Africana desplegará observadores.
Misiones de la UE y del Centro Carter estuvieron presentes con anterioridad en el territorio para monitorear el registro de votantes que comenzó el 14 de noviembre.
Las autoridades estiman que hay 5,5 millones de personas con derecho a votar en el referendo, dentro y fuera de Sudán, si bien no todas se inscribieron para hacerlo.
Las normas poco claras sobre el padrón electoral y muchas décadas de matrimonios inter-tribales y de migraciones hacen difícil verificar hoy quién es sureño o no.
* Con aportes de Ranjit Bhaskar (Juba) y Mohamed Vall (Abyei).