Las trabajadoras sexuales de Uganda forman parte del sector de mayor riesgo de contraer el VIH/sida, pero quedan fuera del programa de prevención y les cuesta recibir el tratamiento necesario para combatir la enfermedad.
"No es que no haya disponibilidad sino que es por el estigma asociado a ellas", explicó Maclean Kamya, prostituta y defensora de derechos humanos en la capital ugandesa.
"En los centros de salud nos dicen eres una prostituta, por qué tenemos que gastar antirretrovirales en ti. Debemos dárselos a alguien que los necesite", relató. "Es pura discriminación", dijo a IPS.
Las trabajadoras sexuales representaron 10 por ciento de las nuevas infecciones con el VIH (virus de inmunodeficiencia humana), causante del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), en 2009, según un informe de Onusida (Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida.
Las autoridades recurren a leyes punitivas que discriminan a los sectores de riesgo, como homosexuales y trabajadoras sexuales. Eso fomenta el estigma que lleva a negarles acceso a tratamiento, atención y apoyo, según activistas.
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En los últimos meses, el parlamento estudia varios proyectos controvertidos como el de Control y Prevención del VIH/sida, que según activistas sólo oficiará de catalizador contra la epidemia al empujar la actividad a la ilegalidad. La prostitución ya es un delito previsto en el Código Penal.
Los críticos del proyecto sostienen que no disminuirá la propagación del virus, y en cambio complicará las posibilidades de las trabajadoras sexuales de recibir tratamiento e información sobre salud sexual.
El estigma hace que las prostitutas que revelan su situación se enfermen y recurran al alcohol y a las drogas en vez de buscar ayuda, señaló.
"Sienten que el mundo las olvidó", remarcó Kamya, quien es además coordinadora de la fraternidad de trabajadoras sexuales de Kampala.
DELITO
No se trata sólo de acceder a medicamentos, sino de luchar por el derecho de reunión, de compartir ideas y de buscar formas de protegerse de la violencia, de violaciones a los derechos humanos y del VIH/sida.
El gobierno prohibió una conferencia regional sobre los derechos de salud y empoderamiento económico de trabajadoras sexuales, organizada por Akina Mama wa Afrika.
El ministro de Ética e Integridad, James Nsaba Buturo, envió una dura carta a las autoridades del hotel advirtiéndoles que de albergar la conferencia de prostitutas las convertiría en cómplices de un delito.
De ninguna manera podía haber un "taller de prostitutas" en territorio ugandés, dijo Buturo a IPS, y justificó su decisión en disposiciones del Código Penal y en la Constitución, sancionada en 1995.
"Tenemos una posición como país, que está respaldada por un marco legal. Reclamar que se las reconozca y se las apoye cuando su actividad es ilegal implica cometer un delito. Hay que castigarles y recordarles la situación", arguyó.
DERECHOS COMPROMETIDOS
"Me sentí horrible, avergonzada y herida", se lamentó Kamya.
"Pretendíamos plantear cuestiones que nos afectan como trabajadoras sexuales y pensamos que el gobierno nos apoyaría y apreciaría nuestras propuestas en materia de salud reproductiva y empoderamiento económico", explicó. "Pero nos equivocamos", añadió.
"Íbamos a dedicar gran parte de la conferencia a cuestiones de salud sexual y reproductiva porque somos conscientes de las estadísticas sobre VIH", indicó la directora ejecutiva de AMwA, Solome Kimbugwe.
"También somos conscientes del hecho de que mueren prostitutas por la epidemia y de que se les niegan derechos inherentes a información, educación y salud. Muchas ni siquiera reciben antirretrovirales sólo por revelar su actividad", añadió.
Además, las trabajadoras sexuales alegan que la decisión del ministro viola el artículo 29 de la Constitución, que garantiza la libertad de reunión, de expresión y de no discriminación.
"Ahora tendrá que volver a esconderse. Nadie quiere ser detenido y estar preso en este país. El proceso judicial es eterno", indicó Kimbugwe.
"El derecho de una persona a recibir información, tratamiento y servicios no debe quedar comprometido por ninguna otra cosa. Tenemos que ser inclusivos, no exclusivos", subrayó, Musa Bungudu, coordinador de país de Onusida.
Respecto de la decisión del gobierno de endurecer la legislación que prohíbe la prostitución, Bungudu alertó que la norma "deberá estar acorde con los instrumentos de derechos humanos suscritos por este país".
Hay 1.2 millones de personas con VIH en Uganda y 124.000 nuevas infección en 2009. Diez por ciento de las cuales eran prostitutas.