Organizaciones defensoras de los derechos humanos expresaron su respaldo a Wikileaks y a su fundador, Julian Assange, detenido en Gran Bretaña por supuestos crímenes sexuales.
"Wikileaks ha jugado un papel fundamental para comunicarle al pueblo estadounidense la verdad sobre las mentiras que el gobierno de Estados Unidos nos ha dicho sobre sus guerras, especialmente las de Medio Oriente y Asia central", dijo a IPS el presidente del Centro para los Derechos Constitucionales, Michael Ratner.
"Sí, los cargos de los que se le acusan deben ser investigados, pero las irregularidades en el proceso son flagrantes. ¿Por qué el caso había sido desechado originalmente? ¿Por qué se le permitió salir de Suecia?", agregó.
"¿Por qué se le negó la fianza si él mismo se entregó y sus abogados habían informado a la policía que haría eso cuando se ordenó su captura?", dijo Ratner.
Assange fue detenido en Londres esta semana en respuesta a una orden de captura emitida por Suecia por supuestos crímenes sexuales.
[related_articles]
Wikileaks es una organización que se dedica a publicar en su sitio web informes y documentos filtrados con contenido delicado preservando el anonimato de sus fuentes. Días atrás, difundió 250.000 cables diplomáticos secretos de Estados Unidos que desataron una polémica mundial.
El martes, el portavoz del Departamento de Estado (cancillería) estadounidense, P.J. Crowley, anunció que su país consideraba presentar cargos penales contra Assange.
Dos días después, la abogada del fundador de Wikileaks, Jennifer Robinson, dijo a la cadena ABC News que creía que la acusación formal estadounidense contra su cliente era "inminente".
La directora del Proyecto de Seguridad de la Unión por las Libertades Civiles Estadounidenses (ACLU, por sus siglas en inglés), Hina Shamsi, duda que un proceso contra Wikileaks "sea constitucional o una buena idea".
"Si los periódicos pudieran ser responsabilizados penalmente por publicar información filtrada sobre las prácticas del gobierno, nunca nos hubiéramos enterado de las prisiones secretas de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) o del espionaje gubernamental contra estadounidenses inocentes", dijo a IPS.
"Procesar a los que publican información clasificada es una amenaza contra el periodismo de investigación, algo que es necesario para un debate público informado sobre la conducta del gobierno", añadió.
Amnistía Internacional adoptó una postura similar, señalando que las leyes internacionales sobre derechos humanos permiten a los estados adoptar la censura solamente en caso de que corran riesgo la seguridad nacional o el orden público.
E incluso en casos donde se aplica este criterio, "los estados no tienen un cheque en blanco para mantener en secreto información o castigar a individuos por publicarla, simplemente arguyendo que se trata de información clasificada o declarando que es necesario restringirla por seguridad nacional", sostuvo esa organización con sede en Londres.
Además, señaló que uno de los cables divulgados corroboró imágenes divulgadas por Amnistía a comienzos de este año demostrando que militares estadounidenses realizaron un ataque con misiles en el sur de Yemen en diciembre de 2009, matando a decenas de civiles, incluyendo mujeres, niños y niñas.
"Lo que sabemos, y lo que el cable de Wikileaks confirma, es que Yemen claramente mintió a su pueblo y al mundo, y que Estados Unidos eludió dar una respuesta", dijo a IPS el director de políticas sobre terrorismo, contraterrorismo y derechos humanos de Amnistía, Tom Parker.
Incluso algunos líderes mundiales se expresaron a favor de Assange. El primer ministro de Rusia, Vladimir Putin, dijo que su arresto había sido "antidemocrático", mientras que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, señaló que el fundador de Wikileaks había hecho "un mejor trabajo que muchos embajadores".
Este viernes, Assange fue trasladado a una unidad separada en la prisión británica de Wandsworth. Será llevado el próximo martes a un tribunal, que decidirá sobre el pedido de extradición sueco.
Dinah PoKempner, de Human Rights Watch, dijo no contar con información "sobre las acciones personales del señor Assange en Suecia", y por tanto eludió tomar una postura sobre su arresto.
No obstante, dijo que su organización estaba preocupada por las recientes afirmaciones de varias figuras políticas de que las acciones de Wikileaks eran una forma de "terrorismo" o "espionaje".
"Las amenazas contra la vida de Assange son particularmente reprensibles", dijo a IPS.
"Aunque la cantidad de documentos revelados por Wikileaks no tiene precedentes, la naturaleza del material sí. Medios tradicionales frecuentemente revelan información no pública de naturaleza vergonzosa para el gobierno, y esto puede hacerse por el interés público y por el derecho a recibir información en una sociedad democrática", añadió. "Hemos expresado nuestra preocupación a Wikileaks de que se tome el cuidado de no revelar información que pueda poner en riesgo vidas, y seguiremos supervisando las divulgaciones con ese fin", dijo PoKempner.
Mientras, la organización Human Rights First apoya el debate sobre la diplomacia estadounidense desatado por la divulgación de los documentos, pero comparte la preocupación de que activistas por los derechos humanos puedan correr riesgo si se divulga información sobre ellos sin editar.
Wikileaks asegura tomar especiales cuidados para no difundir nombres de activistas que trabajan en países con gobiernos represivos y que pueden ser víctimas de represalias.