AMBIENTE-JAPÓN: Activistas condenan abandono de Kyoto

Organizaciones no gubernamentales de Japón consideran una gran ironía que su país no sea parte de la continuación del Protocolo de Kyoto, firmado en 1997 en esa ciudad japonesa. El primer ministro Naoto Kan lo anunció categóricamente esta semana ante el parlamento.

El momento de la declaración del primer ministro japonés Naoto Kan fue deliberado, dicen las ONG. Crédito: Gobierno de Estado de Estados Unidos
El momento de la declaración del primer ministro japonés Naoto Kan fue deliberado, dicen las ONG. Crédito: Gobierno de Estado de Estados Unidos

Aunque la posición del gobierno sobre no acompañar una segunda fase del Protocolo a partir de 2012 se conoce desde hace un par de años, ésta es la primera vez que el primer ministro la declara en público.

No resulta casual que el anuncio se haya formulado el lunes, día de la inauguración de la 16 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 16), que se realiza hasta el 10 de este mes en Cancún, México.

Yuri Onodera, director del programa de Cambio Climático y Energía en el capítulo japonés de Amigos de la Tierra, dijo el miércoles a los periodistas que «la medida de Japón de abandonar el tratado de Kyoto muestra una severa falta de reconocimiento de su propia responsabilidad histórica y moral».

«Con esta posición, Japón se aisla del resto del mundo. Y peor aún, este paso perjudica las negociaciones actuales y es una seria amenaza al progreso necesario aquí, en Cancún», agregó.
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El activista declaró a IPS/TerraViva que el gobierno puede haber tomado esta decisión debido a la «frustración en torno al proceso» que siguen las principales economías emergentes en general y China en particular, en cuanto a no comprometerse a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Las declaraciones del primer ministro también se produjeron en un contexto de crecientes tensiones entre las dos potencias asiáticas.

«Específicamente en relación a China, Japón tiene una disputa territorial. También hay una competencia económica, dado que China superó a Japón como segunda mayor economía mundial», destacó Onodera.

Sin embargo, este activista que junto con muchos otros hizo campaña hace 13 años para forjar el Protocolo de Kyoto, todavía espera que el gobierno se comprometa a combatir el recalentamiento planetario.

«Japón reconoce su lugar en la comunidad internacional. Le gustaría mostrar un rostro positivo y proyectarse como creador de consenso. Eso es verdaderamente significativo para Japón, para su imagen pública y su política exterior. Es una cuestión de orgullo nacional. No le gustaría que lo vieran tratando este tema en solitario», evaluó.

«Muchas personas estarán observando si se considera que Japón no está participando en el proceso», continuó.

El gobierno sintió que se habían logrado avances significativos luego de la COP 15, celebrada hace un año en Copenhague. Si su rol como creador de consenso siguió el camino equivocado, Japón puede ser visto como un obstáculo, lo que no le gustaría, y el primer ministro podría cambiar su política, dijo Onodera.

Él no cree que Estados Unidos tome esto como un precedente y cite la retirada de Japón para justificar su propia línea dura contra el Protocolo de Kyoto.

«Este gobierno es diferente» y «no destruirá el proceso abiertamente. Realmente espero que Estados Unidos no lo haga. La continuación del Protocolo de Kyoto es crucial para que los países en desarrollo se comprometan en el proceso», opinó.

Al ser consultado por IPS/TerraViva sobre si las declaraciones del primer ministro japonés tuvieron algún tipo de resonancia en la política climática de Estados Unidos, el negociador Jonathan Pershing respondió que como su país no era firmante del Protocolo de Kyoto este hecho no ameritaba ser comentado.

Sin embargo, dijo estar al tanto de las «discusiones previas» sobre la oposición de Japón a una continuación del tratado, sobre el cual el país asiático fue «bastante claro», y señaló que ahora hay dos caminos: continuar con Kyoto o no.

«Cada país tiene derecho a tomar su propia decisión», dijo.

Onodera declaró a IPS/TerraViva que «Rusia también es una preocupación en este sentido».

«Ha dado su apoyo a la segunda fase del Protocolo a condición de que también lo hagan las principales economías emergentes, pero al mismo tiempo también es flexible. Japón está avanzando en la dirección opuesta y quedará aislado», añadió.

Las organizaciones no gubernamentales japonesas se comprometieron con políticas gubernamentales de todos los ministerios y movilizaron al público para hacer frente al calentamiento global.

«Los últimos problemas económicos, entre ellos casi cinco por ciento de desempleo, desviaron la atención del gobierno» y dieron paso a elementos de línea dura, concluyó Pershing.

Se considera que la COP 16 es una prueba crucial en la que puede restablecerse la credibilidad del proceso multilateral de las conversaciones climáticas, así como la confianza de los países en desarrollo, según Amigos de la Tierra.

Las naciones pobres padecen los impactos del cambio climático causado por países industrializados como Japón. Pese a esto, Japón ya ha dejado muy claras sus intenciones en los primeros días de la conferencia de Cancún.

Amigos de la Tierra Internacional reclama con urgencia que Japón reconsidere su posición y deje de estancar las negociaciones climáticas.

Todos los países ricos, que lo incluyen, deberían acordar reducir por lo menos 40 por ciento sus emisiones para 2020, sin recurrir a las compensaciones de carbono, y hacerlo bajo un segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kyoto, señaló la organización.

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