ÁFRICA AUSTRAL: Cerco a plaga mortal para el ganado

África austral está alerta ante un brote de la Peste de Pequeños Rumiantes (PPR) en el norte de Tanzania que podría afectar al resto de la región, aunque ese país asegura haber frenado su propagación.

El portavoz del gobierno tanzano, Mohamed Bakari, dijo que la peste estaba cercada gracias a la vacunación de animales y a estrictos controles al movimiento del ganado. La epidemia viral afecta desde 2009 al norte de Tanzania, principalmente en torno a la ciudad de Arusha.

La enfermedad "fue por primera vez reportada en el distrito de Ngorongoro, de la región de Arusha, entre enero y febrero del año pasado. En ese periodo, 376 animales murieron", indicó.

Un millón y medio de cabras y ovejas han sido vacunadas, y se prevé inmunizar a un total de cuatro millones.

La enfermedad no supone una amenaza para los humanos, pero puede acabar con manadas enteras. La PPR se transmite fácilmente de animal a animal, por lo cual una parte clave de la estrategia es evitar mezclar a los enfermos con los sanos cuando pastan.

El veterinario Moses Ole Neselle, de la Fundación de Desarrollo y Conservación de Simanjiro, en la norteña región de Manyara, dijo que la demora en reconocer la presencia de la PPR dificultó las medidas para ayudar a los ganaderos trashumantes.

"La enfermedad ha estado presente en Tanzania por bastante tiempo, pero, por razones económicas, no hemos sido lo suficientemente valientes para reconocer su existencia", indicó.

Neselle dijo que la peste estalló en Loliondo en 2009, después de que trashumantes procedentes de la región de Turkana, en Kenia, se ubicaron en la zona luego de una severa sequía en ese país vecino.

"De Loliondo se propagó a Simanjiro, Handeni y algunas partes de Kilmanjaro antes de que pudiéramos controlarla con la vacunación", señaló.

El funcionario recibió una alerta de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación de que la enfermedad podría propagarse seriamente en toda la región de África austral.

La base de datos en el sitio web de la Organización Mundial de Salud Animal reportó 800 casos de contagio y más de 200 animales muertos en Loliondo en febrero de 2009, y otras 139 muertes de 539 casos de infecciones en la cercana aldea de Soitisambu.

Si la peste se extiende al sur de Tanzania podría amenazar a más de 50 millones de ovejas y cabras en una región que nunca había sufrido esta enfermedad en particular.

"Hemos tomado todas las medidas para seguir de cerca la propagación de la enfermedad", dijo Neselle, "pero los trashumantes se mueven mucho a veces y no pueden ser controlados, por lo cual la llevan a otros países".

"De hecho, el año pasado, los países de la Comunidad para el Desarrollo de África Austral analizaron a fondo la enfermedad y discutieron medidas para contenerla", agregó.

En Malawi, país fronterizo con Tanzania en el sur, el jefe de la Oficina de Salud Animal y Desarrollo Ganadero, Levison Allidu, dijo estar atento aunque tranquilo por el momento.

"Cuando nos enteramos del brote enviamos a nuestros funcionarios al distrito de Kyela, en el sur de Tanzania, que comparte frontera con Malawi, y nos aseguraron que no había causa de alarma, porque la enfermedad todavía no había sido detectada en el sur", señaló.

Pero recientes experiencias con la fiebre porcina son razón suficiente para estar vigilantes. El jefe de asuntos ganaderos de Malawi, Jacob Mwasinga, señaló que esa enfermedad, detectada tres meses atrás en Tanzania, cruzó a Malawi a través del contrabando de cerdos. Es habitual que habitantes de ambos países transiten por sitios no vigilados de la frontera.

El productor Inkhosana Nkhambule, en el distrito de Mzimba, fue uno de los afectados por la gripe porcina. Nkhambule se preocupó cuando constató que 15 de sus 50 cerdos tenían dificultades para caminar.

Al principio "no me sorprendió, pensé que se habían peleado entre ellos. Pero a la mañana siguiente, descubrí 15 cerdos muertos".

Al día siguiente, otros 20 murieron. Nkhambule, quien vivía de la cría de cerdos desde hacía más de 30 años, pidió consejo de veterinarios en Mzuzu.

"Me dijeron que era gripe porcina y que no tenía cura", contó. Tres días después, todos sus animales murieron.

Mwasinga señaló que su caso no era aislado. "En los distritos de Karonga y Chitipa, fronterizos con Tanzania, unos 6.000 cerdos murieron. No hay vacuna, pero prohibimos el transporte de los animales", señaló.

"Sin embargo, no hemos tenido éxito, porque la enfermedad ahora está en el distrito de Mzimba, a unos 255 kilómetros de Karonga", añadió.

* Con aporte de Collins Mtika en Mzuzu, Malawi.

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