UGANDA: El lado oscuro de las TIC

El rápido crecimiento del mercado de las tecnologías de la información y la comunicación en Uganda es visto con buenos ojos porque permite impulsar el desarrollo del país, pese a que su expansión no considera el aumento de violencia de género que conlleva.

Mujeres en un taller sobre TIC en Namaingo, en el este de Uganda. Crédito: Susan Kinzi/IPS.
Mujeres en un taller sobre TIC en Namaingo, en el este de Uganda. Crédito: Susan Kinzi/IPS.
Este país tiene uno de los mercados de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) de mayor crecimiento en África oriental.

El uso de teléfonos móviles aumenta con rapidez. En 2009 había 10,7 millones de clientes y podría llegar a 20,9 millones en 2015, según un informe de Pyramid Research.

Se presume que con el aumento de celulares se incremente la conectividad. Por el momento, sólo uno de cada 10 ugandeses tiene acceso a Internet.

Con el crecimiento del uso de telefonía móvil se registró una nueva forma de invasión de la privacidad mediante mensajes de texto.
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La mayoría de los usuarios de las TIC entrevistados para una investigación del departamento de estudios de género y de la mujer, de la Universidad de Makere, había tenido problemas familiares.

Cuarenta y seis por ciento de los encuestados dijo haber tenido problemas con su cónyuge por el uso de celulares y 16 por ciento por el de computadoras, señala la investigación de Aramanzan Madanda.

Los conflictos se suscitan por cuestiones vinculadas a la libertad y al control. La mayoría de las víctimas de violencia son mujeres, según el estudio realizado en dos distritos de Iganga y Mayuge, entre 2007 y este año.

"Las mujeres denunciaron haber sufrido episodios de violencia física, en tanto los hombres, psicológica", indicó Madanda, quien también integra la Red de Mujeres de Uganda (Wougnet, por sus siglas en inglés).

"En la localidad de Busoga, las mujeres solían necesitar la aprobación de su marido para ir a cualquier lado, desde visitar a un pariente hasta ir al mercado", explicó Madanda. "Pero ahora se contactan con sus familiares y otras personas sin su consentimiento. La pérdida de control sobre sus esposas en muchos casos derivó en episodios de violencia", añadió.

"Como las mujeres suelen ser analfabetas, sólo saben cómo hacer llamadas. La mayoría desconocen las medidas de seguridad de los teléfonos y no saben que sus compañeros pueden ver los números marcados o leer los mensajes. No usan códigos de seguridad", señala el informe.

En algunas familias, las mujeres suelen estar obligadas a utilizar el altavoz para que todo el mundo sepa quién las llama o qué hablan.

La invasión de la vida privada de las mujeres mediante las TIC se exacerba por la dependencia económica que tienen de los hombres.

La mayoría de los compradores de teléfonos móviles son hombres, señala la investigación.

"La libertad radica en el poder de compra", indicó Madanda.

La Ley de Violencia Doméstica, aprobada en abril en Uganda, reconoce por primera vez la relación entre las TIC y la problemática.

El envío repetido de mensajes insultantes y de llamadas a otra persona es un delito que puede ser castigado con dos años de prisión.

En cambio, la legislación sobre delitos cibernéticos no le presta mucha atención a cuestiones de género y ninguna a episodios de violencia.

"Sólo el proyecto sobre Firmas Electrónicas contiene una referencia directa a las mujeres en el artículo 86, que se refiere a una orden judicial contra los sospechosos", señala un estudio de Wougnet, realizado por Goretti Zavuga Amuriat.

La legislación sobre las TIC se concentra en el gobierno y el comercio electrónicos y en la protección de datos, pero omite cuestiones sociales y de género, señala el informe de Amuriat.

"La mayoría de los actores en la industria de las TIC se preocupan por la expansión y por aumentar las ganancias sin considerar las consecuencias que implica en materia de violencia de género", explicó Madanda.

Wougnet ofrece capacitación sobre las TIC para mujeres y sobre cómo minimizar las consecuencias negativas.

"Hubo logros", señaló Maureen Agena, de Wougnet. "Las mujeres capacitadas ahora usan teléfonos celulares para denunciar casos de violencia doméstica y de otro tipo", añadió.

La organización participa en la campaña "Dominemos la Tecnología", en el marco de la cual difundió el problema de la violencia contra las mujeres en Uganda a través de mensajes de texto.

Las TIC contribuyen a la creación de empleo, disminuyen el aislamiento de las mujeres, pero todavía imponen restricciones al empoderamiento de las mujeres, indicó Madanda.

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