Tensa espera de excarcelaciones cubanas

Familiares de 13 opositores cubanos presos desde hace más de siete años iniciaron la semana en «tensión, pero sin perder la esperanza» de que sean puestos en libertad en «cualquier momento», aunque esté cumplido el plazo comprometido en las conversaciones del gobierno y la Iglesia Católica, dijeron.

"Somos mujeres llenas de fe y esperanza", dijo a IPS Berta Soler, esposa de Ángel Moya, uno de los 13 disidentes cuya excarcelación está pendiente, al parecer por su decisión de permanecer en este país y rechazar la opción de viajar al extranjero. Ellos serían los últimos en abandonar la cárcel del grupo de 75 condenados a severas penas en 2003.

"Todas estamos pendientes en nuestras provincias en espera de noticias. Acá en La Habana somos cuatro", añadió Soler, quien integra el grupo de mujeres conocidas como Damas de Blanco. En su opinión, el gobierno "queda como mentiroso ante el mundo", si no libera a estas personas.

Soler habló telefónicamente con su marido este lunes 8 a mediodía. "Me dijo que ninguna autoridad de la cárcel se ha acercado a él en estos días para hablarle de su posible liberación… Está preparado para cumplir los 13 años de cárcel que le faltan", aseguró.

Tras las conversaciones que empezaron el 19 de mayo entre el presidente Raúl Castro y el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, el gobierno cubano accedió a poner en libertad a 52 presos que aún se encontraban en prisión al momento de iniciarse el diálogo, que derivó de inmediato en mejoría de las condiciones de encarcelamiento.
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El 7 de julio, en coincidencia con la visita a la capital cubana del entonces ministro español de Relaciones Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, Ortega anunció el compromiso de las autoridades con las excarcelaciones "en un período de tres a cuatro meses a partir de este momento".

Según familiares y sectores de la oposición interna, ese plazo se cumplió en la medianoche del domingo 7. "Oscar Elías Biscet, (integrante de los 75, si bien fue recluido en 2002) regaló todas sus cosas… alimentos, todo, pensando que ya salía", contó a periodistas la ex presa Marta Beatriz Roque.

La disidente, única mujer del grupo de los 75, fue liberada en 2004 por razones de salud. El domingo acompañó a una treintena de Damas de Blanco que asistieron a misa en la parroquia de Santa Rita, en el barrio capitalino de Miramar y luego realizaron su habitual marcha por algunas cuadras de la quinta avenida, sin ser molestadas.

"La Iglesia nos dice que tengamos esperanza, que ellos creen, al igual que la embajada de España, que el plazo se va a cumplir, que van a ser liberados, pero ni la Iglesia ni el gobierno de España saben nada", afirmó a periodistas a la salida de la parroquia Laura Pollán, esposa del disidente preso Héctor Maseda.

En sus declaraciones a IPS, Soler confirmó que el viernes conversaron con Orlando Márquez, portavoz del arzobispado católico. "Él nos dijo que este es un momento de tranquilidad, de paz, de orar. La Iglesia nos puede dar aliento, pero quien tiene la última palabra es el gobierno", afirmó.

El presidente de la disidente Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, concuerda en que no hay otra alternativa. "Eso no significa dejar de pronunciarse y reclamar las excarcelaciones de estas personas, adoptadas como prisioneros de conciencia por Amnistía Internacional", comentó a IPS.

Sánchez reconoció que una vez que sean liberados los 13 que se niegan a dejar la cárcel para marchar al exilio, en Cuba no habrá presos de conciencia. Los 75 fueron sometidos a juicios sumarios en abril de 2003 bajo cargos de conspirar con Washington con fines subversivos. Las condenas fueron de seis a 28 años de prisión.

En realidad, hasta ahora fueron liberados 53 presos, entre ellos 14 con causas como terrorismo que no figuraban en el acuerdo con la Iglesia. Todos abandonaron la prisión y viajaron de inmediato a España, que los aceptó con sus familiares más cercanos.

En su única referencia al tema, el presidente Castro aclaró a fines de agosto ante la Asamblea Nacional legislativa que las excarcelaciones respondían a una "decisión soberana y en estricto apego" a las leyes. Aseguró también que nadie fue condenado por sus ideas.

El diálogo con la Iglesia Católica contribuyó a suavizar tensiones generadas a principios de año por el fallecimiento del preso Orlando Zapata tras una huelga de hambre de 85 días en demanda de que se lo reconociese como prisionero de conciencia.

Al morir Zapata el 23 de febrero, el opositor Guillermo Fariñas inició un ayuno en su casa de la central ciudad de Santa Clara para exigir la libertad de los reclusos más enfermos. Depuso su medida de protesta el 8 de julio, tan pronto se anunciaron las liberaciones. Pasó buena parte de ese tiempo bajo cuidados intensivos en el hospital.

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