«No puedo ni caminar porque me agito. Mi droga es la comida», cuenta un hombre de 31 años que pesa 215 kilogramos. «Me escondo para comer, es algo que no puedo controlar», revela en otro tramo una mujer de 21 con 152 kilogramos de peso.
Son testimonios de dos participantes del programa de televisión "Cuestión de Peso" en Argentina, que premia a los que logran reducir su peso mediante una dieta controlada por especialistas, asistencia psicológica y ejercicios.
El programa arrancó esta semana su cuarta temporada. En tanto, el formato fue vendido por su productora a otros países latinoamericanos interesados en esta idea que capta la atención de audiencias cada vez más amplias.
La movilización generada por el programa en su primer año impulsó al parlamento a sancionar una ley que declara la obesidad como enfermedad y obliga a las prestadoras de salud a pagar los tratamientos que exija el problema.
En Argentina, casi 54 por ciento de la población sufre sobrepeso y 18 por ciento de ese grupo es obesa, según la Segunda Encuesta Nacional de Factores de Riesgos para Enfermedades no Transmisibles encargada por el Ministerio de Salud.
Los datos muestran un incremento respecto de la misma encuesta hecha en 2005, que había arrojado 49 por ciento de consultados con sobrepeso y 14,6 por ciento obesos. También se vio que el problema es prevalerte entre la población con ingresos bajos.
"El exceso de peso es un tema cada vez más preocupante en Argentina porque no sólo afecta ya a una mayoría de la población adulta sino que uno de cada cuatro niños y niñas también lo padece", dijo a IPS el doctor Julio Montero, presidente de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios.
Montero precisó que entre mujeres mayores de 40 años que viven en la región noreste y noroeste del país, las más pobres, el sobrepeso llega a 70 por ciento.
La obesidad causa enfermedades crónicas como la diabetes tipo II, enfermedades coronarias, hipertensión arterial, algunos cánceres y osteoporosis, males que están en aumento en la región según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). La encuesta reveló que en los últimos años la actividad física de los argentinos disminuyó y que la alimentación de la mayoría es "poco saludable". Sólo 4,8 por ciento ingiere cinco porciones de frutas y verduras diaria, lo recomendado por OPS.
En ese contexto, "Cuestión de peso", que comenzó en 2006, no es un "reality show". Si bien el programa busca ser entretenido, apunta sobre todo a visibilizar un problema sanitario cada vez más grande y muestra también como controlarlo.
Los participantes revelan sus dificultades frente a la comida y las limitaciones que padecen a causa de su obesidad. Así se puede ver a jóvenes con hipertensión, várices o apneas, y asimismo angustia, malestar y depresiones que devienen de la enfermedad.
"Si el programa está dirigido a la salud y llega a las poblaciones más vulnerables, puede ser una herramienta muy útil", opinó Montero, consultado acerca del efecto que puede tener ese mensaje a nivel masivo.
La convocatoria para seleccionar a los participantes fue respondida por unos 6.000 candidatos. De ese total, 2.000 esperaron turno para la selección final. Algunos vinieron del interior del país y pasaron dos noches durmiendo en la fila de espera.
Durante esa larga espera, los postulantes revelaron sus dramas. A algunos les cuesta conseguir trabajo, concentrarse en el estudio, otros sufren por el aislamiento al que los condena su problema y muchos fracasaron en su intento de bajar de peso.
El programa tiene una conductora y un equipo de médicos, nutricionistas, psicólogos y enfrenadores físicos. Muestran los malos y los buenos hábitos, los efectos que tiene el sobrepeso para la salud y la forma de mejorar la calidad de vida.
Los participantes que logran bajar 10 por ciento de su peso por semana reciben premios en dinero y la posibilidad de seguir compitiendo con la balanza. Mientras tanto, la audiencia también es exhortada a mejorar su calidad de vida.
Muchos participantes de otras temporadas lograron mantenerse o al menos no volver al peso máximo que tenían al inicio. Pero otros vuelven a subir. De 160 personas que ya pasaron por "Cuestión de peso", 75 siguen en forma, asegura la productora.
"El programa es mejor que nada, pero lo que hay que cambiar es un modelo alimentario que es el que genera que casi 60 por ciento de la población tenga exceso de peso y ponga en riesgo su salud", declaró Montero.
"Se espera demasiado del individuo", opinó. "Que mejore sus hábitos, que elija bien los alimentos, que lea las etiquetas. Pero si hay alimentos hechos para generar adicción no se puede descargar la responsabilidad en el consumidor", explicó.
Para el presidente de la organización no gubernamental que procura visibilizar los problemas del sobrepeso, una medida efectiva para apuntar al problema sería la de subsidiar los alimentos sanos y fomentar así su consumo.
No obstante, por el momento, no hay programas en ese sentido.