Jóvenes de Timor Oriental dan batalla al desempleo

En una pequeña ciudad donde la mayoría de los habitantes dependen de la agricultura de subsistencia, una joven va contra la corriente con una empresa que revela tiempos de cambio en Timor Oriental, la nación más nueva y más pobre de Asia sudoriental.

"He sentido un gran cambio, porque ahora puedo ahorrar dinero a partir de mi propia empresa, y puedo ahorrarlo en el banco", dijo Eugenia Cardoso, de 20 años, quien en junio inauguró un salón de belleza en la occidental localidad de Maliana, de 22.000 habitantes.

"Todos los meses retiro parte del dinero para pagar mis gastos, pero no lo saco todo. También intento mantener a mi hermano menor y enviarlo a la escuela. Trato de depositar dinero en el banco para mi futuro", explicó.

"Antes no tenía nada que hacer, así que cuando oí un aviso sobre un curso para aprender a administrar un salón de belleza, aproveché la oportunidad. Aprendí muchas técnicas, así que realmente me emocionaba la idea de abrir una empresa. Ahora quiero ayudar a otras personas, enseñarles cómo desarrollar sus propias empresas", señaló Cardoso.

Como muchas otras personas en Timor Oriental que viven fuera de Dili, Cardoso terminó la escuela y se encontró perdida en un mar de jóvenes que buscaban trabajos fuera del sector agrícola.
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Alrededor de 80 por ciento de la población de Timor Oriental, de 1,1 millones de habitantes, reside en áreas rurales y se dedica a la agricultura de subsistencia. En cambio, el empleo entre los jóvenes ronda 35 por ciento en las áreas urbanas.

El gobierno intenta diversificar las actividades generadoras de ingresos apartándose de la agricultura de subsistencia para pasar a la comercial o a otras actividades totalmente nuevas.

Pero los jóvenes de este país todavía se están sobreponiendo a la violencia que en 2006 arrasó Dili y dejó 150.000 desplazados. El elevado desempleo juvenil, que fue un importante factor en ese conflicto, está perjudicando el desarrollo económico y amenazando la estabilidad interna, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

"Los factores socioeconómicos que alimentaron la crisis de 2006", entre ellos una gran población juvenil y un elevado desempleo, "no han mejorado mucho y llevará muchos años abordarlos", según el informe 2009 del secretario general de la Misión Integrada de las Naciones Unidas en Timor Oriental (Unmit).

Timor Oriental se independizó formalmente en 2002, luego de 24 años de sangrienta ocupación de las Fuerzas Armadas de Indonesia. Pero periódicos estallidos de violencia han entorpecido el progreso. Ahora que la nación vive una situación mucho más pacífica que hace años, la necesidad de brindar empleos a los jóvenes es mayor que nunca.

Cardoso fue beneficiaria de Jovem Iha Serbisu (JOIN), un programa de empleo juvenil liderado por la Secretaría de Capacitación Profesional y Empleo (Sefope), en colaboración con la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

"Nuestro objetivo son los jóvenes", dijo la australiana Susan Slattery, embajadora juvenil para el Desarrollo que trabaja para el Sefope en Maliana y que vigila los avances de Cardoso.

Slattery dijo que Sefope trabaja de cerca con organizaciones no gubernamentales y cuenta con el estatal Fondo de Empleo y Orientación Vocacional (Fefop), que puede ayudar a los jóvenes desempleados.

"Una cosa que hacemos, por ejemplo, es apoyar a organizaciones que producen tofu y tempe (dos alimentos derivados de la soja). El fondo paga todo eso. Las organizaciones hacen experiencia laboral, pasantías y capacitación profesional. La OIT ayuda al gobierno a desarrollar los materiales. También trabajamos con estudiantes y les hacemos empezar a pensar qué van a hacer en el futuro", explicó.

Cardoso viajó a Dili para participar en un curso intensivo de tres meses junto con otros 11 jóvenes de todo el país. Cuando terminó, volvió a Maliana y, al día siguiente, abrió su salón.

La joven esteticista se reunió luego con su familia y amigos para ayudar a difundir el mensaje y crear rápidamente una clientela que ahora le permite ganar hasta 100 dólares por mes. Esto sitúa a Cardoso en una posición sólida en un país donde 40 por ciento de la población vive bajo la línea de pobreza.

Aunque puede no parecer mucho —una pequeña habitación con un solo espejo, una silla y una pileta junto al kiosco familiar donde se venden bebidas y refrigerios—, el salón de Cardoso es una luz de esperanza en una ciudad de otro modo aletargada, que por lo general sólo tiene electricidad por las noches.

"JOIN es una buena manera de apoyar a los jóvenes, porque el desempleo es muy alto en Timor Oriental. Muchos jóvenes no continúan con sus estudios luego de terminar la escuela secundaria. A través de programas como éste pueden iniciar una empresa y luego expandirse y terminar incluso empleando a otras personas", dijo Alexandrina Gama, jefa del departamento de autoempleo de Sefope.

JOIN es parte del programa cuatrienal de Promoción del Empleo Juvenil, de Sefope, que representa una inversión de 18 millones de dólares y que el gobierno dice está permitiendo a los jóvenes adquirir habilidades que pueden usar para trabajar, dijo Isabel Fernandes de Lima, del Instituto Nacional para el Desarrollo de la Fuerza Laboral.

"Por lo general la población practica la agricultura, pero cuando intenta hacer otras cosas depende de qué clase de industria haya en el distrito. Algunos de los proveedores de cursos brindan buena capacitación en áreas como la construcción, pero luego de eso a veces es difícil que la gente cree sus propios trabajos y aplique esas habilidades", expresó.

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