EGIPTO: Es triste la verdad y no tiene remedio

Entre los documentos diplomáticos estadounidenses divulgados por WikiLeaks hay declaraciones a puertas cerradas que pueden perjudicar al gobierno de Egipto.

El sitio se dedica a publicar en Internet informes y documentos confidenciales preservando el anonimato de sus fuentes.

Las cartas diplomáticas revelan consejos ofrecidos por Egipto a funcionarios estadounidenses sobre la creciente influencia política de Irán, la estrategia militar en Iraq y el compromiso de El Cairo de aislar al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) de Palestina.

Más problemática es el comentario que sugiere la complicidad de este país con el devastador ataque de tres semanas lanzados por Israel contra el territorio palestino de Gaza de fines de 2008 a principios de 2009.

"La divulgación de documentos diplomáticos colocó a Egipto en una situación incómoda", señaló Emad Gad, analista político del Centro Al- Ahram de Estudios Políticos y Estratégicos. El contenido "contradice la posición pública de Egipto en muchos asuntos y daña su credibilidad", añadió.
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En tanto que aliado tradicional de Estados Unidos, este país recibe unos 2.000 millones de dólares al año en asistencia militar y económica.

Algunos cables divulgados el lunes 29 se refieren a la importancia de la información de inteligencia recabada por este país y a su papel como mediador en los asuntos regionales.

Otras cartas revelan las tensiones entre Washington y El Cairo y muestran una opinión no muy favorable del presidente de Egipto, Hosni Mubarak, y su régimen.

Un diplomático estadounidense describe a Egipto como "aliado testarudo y recalcitrante" que necesita que le acaricien el ego.

A El Cairo le preocupa menos lo que piensen de él que sus opiniones sobre sus vecinos, según analistas.

Los documentos desclasificados muestran el grado de desconfianza que Egipto y otros países árabe-sunitas tienen respecto de la creciente influencia del régimen chiita de Irán. También revelan el apoyo tácito de varios gobernantes de la región a una acción militar de Estados Unidos contra ese país.

El presidente de Egipto, en especial, parece tener un profundo desprecio por Irán, al que acusa de patrocinar acciones terroristas y de no ser confiable.

"Mubarak tiene un odio visceral hacia la República Islámica y se refiriere a los iraníes como ‘mentirosos’ y los acusa de desestabilizar el papel de Egipto en la región. Además considera a los sirios y a los qataríes como aduladores de Teherán y también mentirosos", reza una misiva redactada por la embajadora de Estados Unidos en este país, Margaret Scobey, el 9 de febrero de 2009.

"La relación de Egipto con esos países era mala antes de la filtración de documentos", señaló Gad. "Dudo que empeoren, pero los insultos sí pueden perjudicar los intentos por mejorar las relaciones con algunos países árabes", añadió.

Respecto de Iraq, los cables revelan cómo incidió el temor de Egipto ante la creciente influencia política de Irán en su opinión sobre cuál es la mejor estrategia para que Estados Unidos se retire de ese país.

Un dictador benévolo es preferible a un vacío de poder que daría el control del país a Irán, habría dicho Mubarak a una delegación de legisladores estadounidenses en mayo de 2008.

"Fortalezcan las fuerzas armadas iraquíes, relajen su control y habrá un golpe de Estado. Luego habrá un dictador, pero será justo. Olvídense de la democracia, los iraquíes son por naturaleza muy duros", habría comentado Mubarak.

Pero lo más embarazoso para Egipto por la sensibilidad que suscita la cuestión Palestina puede ser un cable de la embajada de Estados Unidos en Tel Aviv, de junio de 2009, que hace alusión a una reunión entre el ministro de Defensa israelí Ehud Barak y legisladores estadounidenses.

Barak señala que Israel consultó a Egipto y a autoridades de Fatah, que gobierna la Autoridad Nacional Palestina, antes de atacar a Gaza en diciembre de 2008.

Barak "explicó que el gobierno de Israel consultó a Egipto y a Fatah antes de la lanzar la Operación Plomo Fundido para saber si estarían dispuestos a asumir el control de Gaza tras la derrota de Hamás. No sorprende, dijo el ministro, que la respuesta de ambos haya sido negativa", escribió un diplomático estadounidense.

Murieron 1.400 palestinos en el ataque, la mayoría civiles, y 13 israelíes.

No es ninguna novedad que Israel haya informado de sus planes de atacar Gaza a Egipto, pero, según Gad, los documentos filtrados pueden perjudicar a funcionarios egipcios que habrían negado tener conocimiento de la operación militar.

Estar informado de las intenciones bélicas de Israel no necesariamente implica complicidad, aunque así lo verán los árabes de a pie, indicó el analista político Abdel Aleem Mohammad.

"En política se estila notificar a los países involucrados antes de lanzar un gran ataque", explicó. "Eso no quiere decir que Egipto haya colaborado con Israel. Al contrario, este país alertó a Hamás del hecho y le aconsejó aceptar un cese del fuego que pudo haber evitado la guerra", añadió.

Los documentos filtrados muestran la intención de Egipto de aislar a Hamás, pese a las graves consecuencias para el pueblo palestino. En una carta enviada por Scobey a la secretaria de Estado (canciller) Hillary Rodham Clinton, la embajadora señala que fue este país, no Israel, el que implementó el bloqueo contra Gaza durante la Operación Plomo Fundido.

"Incluso en lo peor del combate, en diciembre, los egipcios sólo dejaron pasar medicamentos y otros suministros médicos por el cruce de Rafah. Todos los insumos humanitarios ingresaron por el israelí de Kerem Shalom", escribió Scobey en febrero de 2009.

Antes del viaje de Clinton a Egipto, la embajadora también le informó que para Mubarak, Hamás una peligrosa amenaza política y que El Cairo compartía información de inteligencia con Israel para evitar que miembros del movimiento de resistencia islámica cruzarán la frontera por Gaza.

Este país sabía muy bien la intención de Estados Unidos e Israel de combatir el contrabando de armas al territorio palestino, pero quiere distanciarse del asunto, añadió la embajadora.

"Egipto no hará nada que pueda entenderse como que colabora con el sitio de Israel contra Gaza", escribió Scobey. "Los egipcios no quieren asumir esa carga y deben tener margen para poder acusar a Israel de la difícil situación de los palestinos", añadió.

La cancillería de Egipto no quiso hacer ningún comentario sobre las cartas y los cables diplomáticos confidenciales filtrados por WikiLeaks.

El gobierno estudia la situación para definir el camino a seguir. Con más de 250.000 documentos divulgados, la oficina debe estar "esperando a ver qué asunto es más urgente" antes de responder, indicó Gad.

Difícilmente la filtración de documentos confidenciales logre promover un cambio de estrategia, pero quizá sí de enfoque diplomático. Los políticos árabes estarán más alertas en sus intercambios con funcionarios estadounidenses porque sus trapos sucios pueden hacerse públicos.

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