Es incuestionable que África está plagada de pobreza y enfermedades, pero esta imagen oculta otra realidad: el continente crece más de cinco por ciento anual en promedio, aseguraron activistas africanos este jueves en la capital española.
Esta segunda cara es poco conocida y menos admitida, enfatizaron en un seminario organizado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la agencia de noticias Inter Press Service (IPS).
Malawi dona actualmente maíz a los países más pobres, y vende su excedente en los mercados mundiales, dijo en un discurso el arzobispo Njongonkulu Ndungane, presidente de African Monitor, una organización no gubernamental con sede en Ciudad del Cabo, durante la reunión.
"Este éxito sobreviene luego que el gobierno de Malawi ignoró las recomendaciones de algunas agencias de financiamiento en cuanto a no subsidiar los fertilizantes y otros insumos agrícolas", añadió Ndungane.
Se trata de un éxito entre muchos. Las propias historias de fracaso se están convirtiendo en historias de éxito, dijo Ndungane.
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África todavía tiene la menor expectativa de vida y la mayor pobreza extendida, pero "la buena noticia es que estamos revirtiendo muchas de estas tendencias, y es por eso que nos atrevemos a afirmar que el tiempo de África ha llegado", expresó.
Ndungane destacó varios hechos positivos. La pobreza extrema llegó a su punto máximo a fines de los años 90, con más de 58 por ciento, pero para 2005 había bajado a menos de 50 por ciento.
El Banco Africano de Desarrollo aportará el año próximo 10.000 millones de dólares en proyectos de infraestructura, aunque el Banco Mundial dijo que África necesita 93.000 millones de dólares anuales en carreteras, agua y electricidad.
Donde recibe 40.000 millones de dólares anuales por concepto de asistencia, recaba 400.000 millones mediante bonos, remesas y otros mecanismos financieros.
Esto es lo mejor, pero no lo es todo. Ndungane admite aquella imagen dominante de África y los hechos que la sostienen.
La corrupción podría ser la mayor. "En 2008, la fuga de capitales ilícitos de África subsahariana fue de 96.000 millones de dólares. Es escandaloso", dijo.
Por un lado, las naciones africanas se comprometieron a gastar 20 por ciento de su presupuesto en agricultura, pero apenas 10 lo están cumpliendo. No ha ayudado el hecho de que los donantes hayan aportado apenas 60 por ciento de lo prometido.
Pero prácticamente hay consenso en cuanto a que la balanza está cambiando, y que los medios de comunicación distan de estar informando sobre este nuevo equilibrio.
"Es necesario un cambio de paradigma en los medios, porque el progreso de África no se está informando", dijo en la reunión Themba James Maseko, presidente del Sistema Gubernamental de Comunicación e Información de Sudáfrica.
Muchos países europeos tienen pocos inmigrantes procedentes de África, y la única imagen que tienen los niños que crecen en estos países es la de un continente azotado por la pobreza y el conflicto, sostuvo.
Por otro lado, África tiene que hacer su parte: crear liderazgo e industrias en vez de exportar materia prima, evaluar la fuga de cerebros, garantizar la sustentabilidad ambiental y combatir la corrupción.
Inevitablemente, una reunión sobre África realizada en España planteó la cuestión de los emigrantes africanos que llegan a Europa.
"A lo largo de la historia siempre hubo inmigración indocumentada. La gente siempre emigró en busca de una vida más feliz. Y también hay migraciones dentro de África", dijo Cherif Sy, presidente del Africa Editors Forum.
"No hablemos de estas personas como si fueran ganado", agregó.
En vez de depender de los medios de comunicación, puede ayudar evitarlos, sugirió Javier Bauluz, fotorreportero ganador del Premio Pulitzer.
Los pueblos no se conocen entre sí, y en vez de depender de los medios deberían participar en programas de intercambio entre África y Europa, sostuvo.
Medidas de este tipo en el plano escolar pueden conducir a un mejor entendimiento, opinó.
Transmitir esas ideas fue el objetivo de la reunión, destacó el director general de IPS, Mario Lubetkin, en su discurso de clausura.
Se trató de "escuchar la nueva realidad africana, que puede oírse de un nuevo modo, con dignidad, sin temor, incluso sin temor de estar equivocados o de cometer errores", añadió.
Ahora hay "una África emergente en un Sur emergente, que no está solamente en el futuro sino también en el presente", dijo Lubetkin.
El continente africano "se está uniendo al dinamismo de China, India y Brasil", sostuvo.
La capacidad de África, y particularmente de Sudáfrica, quedó de manifiesto en la Copa Mundial de la FIFA 2010.
"Muchos dijeron que sería un fracaso, pero los hechos demostraron lo contrario. Los medios de comunicación, centrados en el fútbol, no lograron transmitir las dimensiones de lo que Sudáfrica y África lograron al organizar el campeonato. Fue un hito", señaló.
Lubetkin dijo que a veces los medios ayudan a profundizar el "afro-pesimismo". La reunión abrió las mentes a un nuevo "afro-optimismo", no como un ejercicio de relaciones públicas sino como una perspectiva para comprender a África, agregó.
En la cita madrileña también se presentó el nuevo sitio africano de IPS.