Para promover el sentido de pertenencia y la conformación de una ciudadanía del Mercosur, se lanzó esta semana un plan de intercambio de estudiantes universitarios de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
El Programa de Movilidad Estudiantil de Educación Superior es financiado por la Unión Europea (UE) en su fase piloto y quedó instituido el martes 12 en un acto en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
En diciembre comenzará la capacitación de profesionales involucrados en el proyecto y la convocatoria a los estudiantes se abrirá en 2011.
Para el plan de intercambio dentro del Mercosur (Mercado Común del Sur) ya se inscribieron 50 universidades públicas y privadas de los cuatro países del bloque. Unos 430 docentees y los funcionarios del área de cooperación internacional de esos centros podrán participar de 12 talleres de preparación para su puesta a punto.
La uruguaya Cristina García, directora del proyecto con sede en Montevideo, precisó a IPS que pueden beneficiarse del programa de movilidad estudiantes de cualquier universidad del bloque, aunque el intercambio se llevará a cabo en los centros participantes de educación superior.
[related_articles]
Las inscripciones de los estudiantes y su selección inicial se realizarán en sus propias universidades. Pero su selección definitiva dependerá de una comisión integrada por representantes de los cuatro países.
A los 180 estudiantes becados se les financiará un viaje a otro de los países miembros, para cursar un semestre lectivo en una de las universidades que participan en la iniciativa. La beca incluye el traslado, el alojamiento, los eventuales costos de inscripción y otros gastos establecidos.
Pero para que ese curso sea avalado por su facultad al regresar, se requiere de una logística previa entre las casas de estudios y los profesores, que es lo que se puso en marcha ahora.
La iniciativa busca contribuir a superar el bajo sentimiento de pertenencia colectiva al Mercosur de las sociedades y ciudadanos que lo integran, según se desprende de variados estudios y sondeos.
Para García, el programa podrá contribuir a la conciencia de integrar un bloque y promover una ciudadanía colectiva, para que el Mercosur trascienda lo económico y comercial.
Una encuesta que se realizará entre los estudiantes universitarios antes y después de la ejecución del programa, comprobará si la movilidad estudiantil es una buena herramienta para el propósito de impulsar la identidad del Mercosur.
El antecedente de esta iniciativa es el Plan de Acción de la Comunidad Europea para la Movilidad de Estudiantes Universitarios, conocido como Erasmus por su acrónimo en inglés, que desde 1987 beneficia a millones de estudiantes y profesores de la UE y al que se han sumado otros países de ese continente ajenos al bloque.
Además de beneficios académicos, justamente el programa Erasmus promueve la identidad y cultura europeas y una ciudadanía colectiva que trasciende la de la propia nacionalidad entre las sociedades de los 27 países de la UE.
Pero queda mucho camino por andar. García reconoció que la fase piloto del programa cubre una porción simbólica del alumnado de las universidades del Mercosur, donde se estima que actualmente hay casi cuatro millones de estudiantes universitarios.
"El desafío sería luego un programa de movilidad más grande que dé continuidad a este proyecto y movilice a muchísimos más estudiantes, pero para eso necesitamos que las instituciones involucradas valoren esta experiencia".
La valoración debería traducirse en fondos. "No puede haber un programa de movilidad estudiantil sostenido sólo en la cooperación internacional. Necesitamos que las instituciones se comprometan a un fondo común de becas", opinó.
Para este programa, diseñado por la UBA, la UE aportará tres millones de euros (4,18 millones de dólares), en tanto los países del bloque suministrarán otro millón de euros (1,4 millones de dólares).
Los fondos se dedicarán mayoritariamente a la capacitación de más de un millar de funcionarios y docentes (2,84 millones de dólares), mientras otras porciones se destinarán a la formación de redes académicas (1,04 millones) y a campañas de difusión (349.000 dólares).
El plan de movilidad en sí costará 700.000 dólares. Por eso, los coordinadores de esta iniciativa consideran que el esfuerzo de capacitación, que resulta ahora lo más costoso, debería servir para el arranque de un programa de más largo aliento.
Marcelo Tobin, secretario de Relaciones Internacionales de la UBA y jefe del proyecto, explicó a IPS que el creciente buen ambiente en las relaciones entre la UE y el Mercosur es un marco propicio para prolongar la asistencia financiera para el programa.
Los dos bloques retomaron este año las conversaciones para un tratado de libre comercio y el resultado de ese diálogo, que había estado suspendido por algunos años, podría conocerse a fines de 2010, durante la cumbre del bloque subregional.
Si son positivos los resultados de la experiencia piloto, el segundo paso debería ser un sistema muy ampliado, tanto en cantidad de universidades como de estudiantes.
"Debería ser el gran programa de movilidad del Mercosur", se ilusionó Tobin. Añadió que la UBA cree que la iniciativa será un "agente potenciador" de la pertenencia al bloque, bajo la premisa de que "la cultura y la educación son poderosos constructores de identidad".
En el horizonte está el deseo de que el plan perdure para crear la "apertura de las mentes y la coherencia de las propuestas universitarias", dijo Tobin, quien recordó que en la UE la movilidad estudiantil ha sido un factor determinante en la integración social.
Pero antes se deben dar todos los pasos del plan piloto. En diciembre se realizará en Montevideo el primer taller de capacitación para funcionarios del área de cooperación internacional de las carteras de Educación de los países del bloque.
El mismo mes vence el plazo para presentar propuestas de redes de intercambio académico entre las instituciones, y en 2011 seguirán los cursos hasta mediados de año. Entonces se lanzará un programa de difusión para atraer a los estudiantes.
Esa convocatoria se hará en septiembre de 2011. Una vez elegidos los alumnos, en marzo de 2012 comenzarán a cursar un semestre de estudios en otro país del bloque, y para 2013 toda la experiencia habrá concluido.