La muerte en 2003 de la joven pacifista Rachel Corrie, aplastada por una máquina escavadora israelí, fue motivo en su momento de una amplia cobertura periodística mundial, manifestaciones, debates, dos obras de teatro y varias canciones.
Años después, sin embargo, todavía no están claras las circunstancias de su fallecimiento. El documental "Rachel", de Simone Bitton, que será exhibido a partir de este viernes en el Foro de Antología del Cine de Nueva York, examina las versiones contradictorias de la tragedia.
Corrie, una estudiante estadounidense, tenía 23 años cuando decidió viajar a Rafah, en Gaza, para trabajar con el Movimiento Internacional de Solidaridad (ISM).
Activistas palestinos e israelíes crearon el ISM en 2001 para protestar contra las condiciones en los territorios palestinos mediante acciones directas no violentas. Corrie intentó actuar como escudo humano frente a un hogar palestino cuando murió aplastada por la maquinaria israelí.
La versión de los activistas indica que las máquinas escavadoras estaban destruyendo casas, mientras que la israelí señala que estas sólo limpiaban escombros cerca de la frontera con Egipto cuando Corrie y otros manifestantes se acercaron.
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Las investigaciones militares israelíes concluyeron que se trató de un accidente, pero algunos testigos afirman que fue un asesinato. Imágenes de filmaciones militares, que Bitton obtuvo para "Rachel", no captan a los manifestantes ni a las máquinas escavadoras en el momento clave.
Luego de ser declarada muerta, el cuerpo de Corrie fue llevado a Tel Aviv para una autopsia. Sus padres pidieron la presencia de un funcionario de Estados Unidos, pero la embajada de ese país se negó y nunca explicó por qué.
A pesar de la polémica, Bitton no expresa opinión en el documental sobre si la muerte fue accidental o no.
"Creo que no es tan importante", dijo en una entrevista luego del pre-estreno del documental el jueves en la sede de la Organización de las Naciones Unidas.
No hay duda de que los manifestantes estaban allí desde hacía horas, y de que los conductores de las máquinas escavadoras lo sabían.
La documentalista dijo que el objetivo del filme es mostrar la indiferencia del ejército israelí hacia la vida de las personas en Gaza.
"Rachel" no ahonda en la vida de Corrie ni en sus motivaciones, sino que se concentra en su muerte. Bitton quiere mostrar el simple y trágico hecho de una mujer joven que muere, sin entrar en las complejidades del conflicto en la región.
"Hay todo un sistema que torna oscuras las cosas obvias de Medio Oriente, y más polémicas de lo que deberían ser", sostuvo.
Bitton hace énfasis en la juventud de los que participaron en las manifestaciones. A los entrevistados siempre les pregunta la edad y cuántos años tenían cuando llegaron a Gaza. En general eran personas de alrededor de 20 años.
La documentalista claramente simpatiza con los activistas. En el filme incluye una larga entrevista a un anarquista israelí, así como una canción de rap compuesta por un compañero de Corrie.
Bitton ha realizado varios filmes sobre Israel y Palestina. La cineasta nació en Marruecos, tiene ciudadanía israelí y francesa y se identifica como marroquí judía árabe.
Su condición de israelí, afirmó, le da autoridad para examinar las políticas de su país. Su multinacionalidad quizás también le ha llevado a interesarse por Corrie, a quien un amigo la definió como "ciudadana estadounidense con sangre palestina".
Muchos activistas como Corrie creían que tener pasaporte de Estados Unidos les servía para proteger a los palestinos. "Nadie pensaba que el ejército mataría a uno de ellos", dijo Bitton.
Su muerte no detuvo a activistas internacionales, que siguen llegando a Gaza. Incluso, parece haber inspirado más acciones.
Lo que cambió es que los activistas ya no se paran delante de las máquinas escavadoras. "Ahora saben que no se detendrán", dijo Bitton a IPS.