Organizaciones humanitarias sostienen que una pequeña computadora portátil les permitirá evaluar más rápidamente dónde se necesita asistencia alimentaria con más urgencia, para que menos habitantes de Burundi padezcan hambre este año.
Quince años de guerra civil, combinados con una pobreza extrema, un proceso político frágil y desastres naturales recurrentes, como inundaciones y sequías, han causado un drástico aumento de la pobreza y el hambre en esta nación de África central.
Apenas 28 por ciento de la población de Burundi tiene suficientes alimentos que comer, y más de la mitad padece desnutrición crónica, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas.
El PMA planea distribuir 3,7 millones de toneladas de alimentos a 90 millones de personas en 73 países en 2010, incluido Burundi. Para determinar la mejor manera de asignar los recursos disponibles, la organización internacional lleva a cabo estudios alimentarios en cada país.
"Habitualmente se envía a un observador con montones de formularios", explicó Marc Neilson, encargado de información pública del PMA en Burundi.
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"Uno simplemente anota en un papel lo que dicen los residentes del lugar, o puede tener un formulario con un cuestionario en papel y va marcando las casillas según se necesite", agregó.
Pero bajo una nueva iniciativa del PMA en este país, ahora las respuestas a las evaluaciones alimentarias se registran directamente en asistentes digitales personales (conocidos por sus siglas en inglés PDA), que son apenas más grandes que un teléfono celular.
Desde que los introdujeron en marzo, han resistido el fuerte calor de Burundi y durado varios días antes de necesitar una recarga de batería.
Ahora el asistente del programa del PMA para Burundi, Gerard Bisman, usa el nuevo aparato electrónico cuando visita las áreas rurales para realizar entrevistas de evaluación alimentaria.
Cuando habla con los residentes les pregunta, por ejemplo, cuántas comidas diarias comen, cómo cocinan, qué usan para cocinar y de qué clase de combustible disponen a tal fin, para determinar cuál es su necesidad de asistencia.
AHORRAR TIEMPO
Los datos que recaba Bisman se usarán para elaborar estadísticas sobre la situación alimentaria del país. El PMA considera que Burundi es una "zona roja" y sostiene que probablemente sea el más afectado por la escasez de alimentos. En años anteriores, el PMA brindó asistencia a más de 600.000 de los siete millones de habitantes del país.
La logística y la velocidad a la hora de brindar asistencia alimentaria son cruciales. Casi 40.000 niños menores de cinco años corren peligro de morir en cualquier momento por desnutrición severa en Burundi, según el International Medical Corps.
Eso significa que los alimentos tienen que llegar a los más necesitados lo más rápido posible.
Cada PDA cuesta unos 200 dólares, dijo Neilson. Con dos aparatos por cada una de las 15 provincias del país, el costo total es de 6.000 dólares, sin contar los costos de capacitación del personal. Según Neilson, la inversión definitivamente vale la pena.
SIN NECESIDAD DE PAPEL
Desde que el personal del PMA empezó a usar las computadoras portátiles se recaban datos más precisos y de modo más rápido, porque se requiere menos tiempo de preparación y no se usa papel, que luego tendría que ser introducido en un sistema informático.
"Antes nos llevaba alrededor de una hora y media (cada entrevista, incluyendo la preparación y el procesamiento de los datos), pero ahora sólo nos insume media hora", dijo Bisman.
Los entrevistados también prefieren los nuevos aparatos, agregó. "Antes se cansaban mucho" y ahora no porque el cuestionario lleva menos tiempo, entonces "brindan datos más precios", señaló.
Para Neilson, otra ventaja de los PDA es que ya no hay que intentar descifrar una caligrafía desprolija y volver a escribir los datos, lo que reduce el margen de error a la hora de analizarlos.
UNA RÁPIDA EVALUACIÓN
El PMA, que brinda asistencia alimentaria a Burundi desde 1968, se encuentra en la primera fase de uso de los PDA. Por ahora, la información se almacena en una tarjeta de memoria y se envía a la principal oficina de la capital en automóvil. Pero para fin de este año el personal del Programa podrá transmitir los datos mediante una red inalámbrica de alta velocidad, dijo Neilson.
Hace pocos meses, la entidad operadora y reguladora de las telecomunicaciones del país firmó un proyecto por 20 millones de dólares para instalar más de 1.000 kilómetros de fibra óptica, que brindará conectividad de banda ancha para Internet.
El Banco Mundial apoya el proyecto con 10,5 millones de dólares, como parte de su programa de infraestructura regional.
Si el PMA cumple con sus planes, los pobres y hambrientos de Burundi también se beneficiarán indirectamente de la nueva red inalámbrica, porque recibirán asistencia alimentaria más rápido que antes.