Viajar sin documentos a Estados Unidos desde América Latina supone una verdadera odisea, eludiendo delincuentes comunes, leyes contra las migraciones y narcotraficantes. Pero ahora, además, parece que también habrá que sortear un nuevo muro: esta vez entre Guatemala y México.
El intendente de aduanas de la guatemalteca Superintendencia de Administración Tributaria, Raúl Díaz, afirmó que, para impedir el paso de balseros con contrabando, el sureño estado mexicano de Chiapas pretende construir un muro en la costa del fronterizo río Suchiate, similar al ya avanzado en la frontera sur de Estados Unidos.
"Podría también evitar el libre paso de inmigrantes ilegales", admitió el funcionario.
El río Suchiate es utilizado para ingresar productos mexicanos al mercado guatemalteco sin pagar impuestos, pero, a su vez, es atravesado por miles de centroamericanos y sudamericanos con destino a Estados Unidos en busca de oportunidades y sin la documentación requerida.
Unas 500.000 emigrantes cruzan cada año el territorio mexicano sin permiso, según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México (CNDH).
La intención de construir el muro fronterizo ha provocado una ola de rechazo en sectores sociales y gubernamentales por considerarlo una medida "sin sentido", la cual "no evitará" que las personas crucen la frontera "sin papeles" para llegar al Norte.
"Vemos con mucha preocupación la iniciativa del gobierno mexicano, porque los emigrantes están en una situación de altísima vulnerabilidad, como lo demostró la matanza de Tamaulipas, donde murieron cinco guatemaltecos", dijo a IPS Erick Maldonado, secretario ejecutivo de la Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala.
La crueldad a la que usualmente son sometidos miles de indocumentados quedó al desnudo el 23 de agosto, cuando 72 emigrantes procedentes, además de Guatemala, de El Salvador, Honduras, Ecuador y Brasil fueron brutalmente asesinados en la localidad de San Fernando, en el oriental estado de Tamaulipas, supuestamente a manos de la mafia criminal Los Zetas.
Además, un total de 9.758 secuestros de inmigrantes fueron denunciados en México entre septiembre de 2008 y febrero de 2009, según la CNDH.
La idea de amurallar la frontera guatemalteca con México "va a empeorar la situación de la población emigrante, porque nuestros connacionales tienen necesidades y siempre logran pasar en nuevos puntos ciegos que carecen de controles migratorios y de seguridad, lo cual implica mayores riesgos", señaló Maldonado.
La vulnerabilidad de la población latinoamericana, principalmente de América Central, que emigra "sin papeles" a Estados Unidos ha permanecido a flote en los últimos meses no sólo por el recrudecimiento de la violencia plasmada en la matanza de Tamaulipas, sino también por las medidas legales en su contra.
Tal es el caso de la ley SB1070, promulgada el 23 de abril por el sudoccidental estado estadounidense de Arizona, la cual autoriza a la policía a capturar a cualquier persona de la que tengan una "sospecha razonable" sobre su estatus migratorio.
A esta serie de barreras a la inmigración se ha sumado la construcción del muro en la frontera de México y Guatemala.
Sin embargo, las autoridades de Guatemala no han recibido hasta ahora ninguna comunicación del gobierno mexicano al respecto.
No obstante, Maldonado expresó el lunes su preocupación por esta medida al delegado mexicano de migración en el país, Alejandro Martínez.
El rechazo al proyecto llegó incluso a Casa Presidencial. "Los muros nos los saltamos y no son la solución a los problemas", dijo escuetamente sobre el asunto el vicepresidente de Guatemala, Rafael Espada.
La intención del estado de Chiapas trajo a colación la polémica construcción del muro perimetral de 1.126 kilómetros que bordea el río Bravo que realiza Estados Unidos en su frontera con México para contener la llegada de indocumentados.
"El aumento terrible del costo de polleros (traficantes de personas) y la corrupción de las autoridades es el fruto de los muros que Estados Unidos pretende construir y ha construido en la frontera. Este caso lo podemos trasladar en esta situación y los resultados serán los mismos", dijo a IPS el sacerdote Francisco Pellizari, de la Casa del Migrante.
Según el religioso, los muros son un "error histórico" de varios países en el mundo que no han ayudado a resolver las migraciones.
"Se supone que es para detener la migración pero eso no ha dado resultado y sí ha provocado un derrame económico y el desvío del flujo migratorio por caminos más inhóspitos que provocan miles de muertes", señaló.
Erick Zúñiga, alcalde del occidental municipio de Ayutla, más conocido como Tecún Umán, fronterizo con México, dijo a IPS que el estado de Chiapas ya comenzó con la construcción de la barrera, la cual "parece un muro para evitar que el río Suchiate se desborde".
En todo caso, "ningún muro impedirá las migraciones. Eso no impedirá que las personas pasen al otro lado porque la gente va en busca de oportunidades de empleo y un futuro para su familia", explicó.