Un vibrante cine independiente se afianza en China pese a que la taquilla sigue dominada por las películas épicas de corte histórico que financia el Estado y por los pesos pesados de la industria de Hollywood.
Al faltar canales de distribución que les permitan llegar a audiencias más amplias, estos filmes, que tienden a centrarse en aspectos de la vida cotidiana en China, encuentran su lugar en las pocas salas de cine independiente que existen en el país. Y también en festivales, tanto nacionales como internacionales, dedicados a esta clase de películas.
Aunque no está permitido exhibirlas "en la mayoría de las salas, el cine independiente tiene un buen desarrollo en China", dijo a IPS la profesora Cui Weiping, de la Academia de Cine de Beijing.
"Hay personas que hablan sobre esas películas en conferencias universitarias, en muestras de arte, etcétera. El cine independiente es una parte influyente de la industria cinematográfica china", agregó.
Se prevé que la taquilla china facture 1.500 millones de dólares este año, según la estatal Agencia de Noticias Xinhua. En China está permitido estrenar anualmente 20 películas de Hollywood, que son las que siguen vendiendo más entradas.
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La película en tres dimensiones "Avatar", un ejemplo de la industria dirigido por el canadiense James Cameron, facturó este año 204 millones de dólares en China.
Pero la industria nacional de películas de altos presupuestos también va en aumento. "Aftershock" ("Réplica"), dirigida por Feng Xiaogang y que se centra en el terremoto de 1976 en Tangshan, fue en los últimos tiempos el mayor éxito de taquilla en la historia del cine chino, facturando 79 millones de dólares desde inicios de agosto.
"Aftershock" superó así a "The Founding of a Republic" ("La fundación de una república"), una película de 2009 dirigida por Sanping Han y Jianxin Huang sobre el ascenso de Mao Zedong (1893-1976) al poder. Ésta recaudó 62 millones de dólares.
El director del Buró de Cine, Tong Gang, dijo a Xinhua que China hizo 288 películas en la primera mitad de 2010, y que se proyecta llegar a 500 en lo que queda del año. Esto convertiría al país en el tercer mayor productor cinematográfico del mundo, luego de India y Estados Unidos.
Apenas una pequeña cantidad de películas chinas llegan a las salas. Muchas de ellas son producidas por el estatal China Film Group y a menudo hacen énfasis en el orgullo nacional para atraer a audiencias amplias.
La cantidad cada vez mayor de largometrajes de alto presupuesto en los multicines de China no necesariamente perjudica al cine independiente que se hace en el país, sostuvo Wu Jing, gerenta de programación y mercadotecnia de la Cinemateca Broadway, una sala independiente que funciona en Beijing.
A medida que crezca la audiencia de esas películas, el interés por las independientes aumentará en concordancia, dijo Wu a IPS.
"El cine crece muy rápidamente en China. Cuando la audiencia aumenta, se vuelve más ansiosa por hallar otras cosas que ver", opinó.
La Cinemateca Broadway fue fundada hace 14 años en Hong Kong por Bill Kong, productor de películas como "El tigre y el dragón" (Ang Lee, 2000) y "Héroe" (Zhang Yimou, 2002). La sucursal de Beijing, que se inauguró en diciembre de 2009, organiza varios festivales y ayuda a promover los talentos locales, además de realizar conferencias y administrar una biblioteca, una librería y una cafetería.
Más de la mitad de las películas que se exhiben allí son de directores chinos.
Aunque todas ellas entran dentro de lo que Wu define como "independientes" —no se proyectan en salas comerciales—, todavía están sujetas a los censores chinos, dado que todas se exhiben en el país.
Actualmente se realizan festivales de cine independiente y documentales en Beijing, Shanghai, Nanjing, Guangzhou y Chongqing, y algunas de esas películas cuentan con una pequeña audiencia en el exterior.
La distribuidora dGenerate films, con sede en Estados Unidos, pone a disposición en Internet 25 títulos chinos a cinco dólares cada uno, y también permite comprarlos, a precios variados.
El cine independiente chino surgió en los años 80, cuando las películas alternativas se realizaban sin financiamiento del Estado. Algunas se exhibían en festivales internacionales. En los años 90, el control nacional de la distribución experimentó una apertura, permitiendo que los cineastas cooperaran con empersas privadas para poder distribuir sus filmes.
Películas representativas de este periodo, según Cui, incluyen al documental "Bumming in Beijing", dirigido en 1990 por Wu Wenguang, y a "Beijing Bastards" (Zhang Yuan, 1993).
Wu dijo que para que el cine independiente realmente prospere y llegue a más espectadores, será necesario revisar el sistema censor de China. Y es improbable que eso ocurra en lo inmediato.
Mientras, el mercado cinematográfico internacional da pocos incentivos para que los directores chinos realicen películas controvertidas que sorteen la censura, a fin de llegar a una audiencia mundial, sostuvo Wu.
Sin embargo, para algunos cineastas China es la tierra de las oportunidades.
Qiao Li, de 24 años, nació en Jinan, en la oriental provincia de Shandong, se crió en Melbourne, Australia, y en 2006 se mudó a Beijing, donde co-escribió y co-dirigió (junto con Montague Fendt y Nora Wang) la película "Ring Roads" (2009).
"El motivo por el que decidí trabajar en China fueron las muchas oportunidades disponibles aquí para un cineasta", dijo Qiao a IPS.
"China me parecía una tierra llena de potencial, donde no parecía haber muchas reglas, y eso era todo lo que necesitaba saber para hacerme a la idea de vivir aquí. La industria en general está prosperando y es suficientemente libre para dejarme hacer lo mío y poder pagar el alquiler. Eso es algo que me habría costado mucho" si me hubiera quedado en Australia, explicó.