Saneamiento seco y ecológico combate enfermedades en Malawi

Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), 12.000 niños mueren cada año en Malawi por causas vinculadas a la diarrea. Ésta mata más que la malaria y el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) juntos, pero los recursos destinados a su combate son muy inferiores.

En las áreas densamente pobladas de las afueras de Lilongwe se necesitan con urgencia retretes limpios y agua potable, pero la hacinación es tal que prácticamente no hay espacio para construir esas instalaciones.

Mgona es uno de esos asentamientos irregulares. Se estima que 36.000 personas están hacinadas en un espacio diminuto cerca de una línea ferroviaria abandonada. Allí la gente se gana la vida vendiendo verduras, administrando pequeños comercios, cobrándoles a otros residentes para ver películas de Hollywood, Nigeria y China que adquieren de contrabando.

Pocos en Mgona pueden pagar casas hechas de bloques de cemento o adobe. Casi no hay acceso a retretes adecuados.

O por lo menos así era antes de que la organización no gubernamental internacional WaterAid y la local Training Support for Partners comenzaran a capacitar a miembros de la comunidad para que construyeran retretes ecológicos llamados Skyloos.
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Esas letrinas consisten en dos fosas hechas de ladrillos, con una tapa de concreto y con una cubierta metálica en la parte posterior. Los desechos caen por un agujero que hay en la tabla, hacia una de las fosas, y sobre ellos se arrojan regularmente las cenizas de la leña que se usó para cocinar.

Esas cenizas elevan la alcalinidad, y junto con las altas temperaturas que genera la luz del sol sobre las cubiertas de metal, elimina los agentes patógenos. Así, los retretes quedan sin olor, por lo que atraen menos a las moscas.

Cuando una fosa se llena, los usuarios emplean la otra. Las heces se descomponen en un fertilizante rico y seguro, que luego se extrae y se usa como abono orgánico (compost) para los cultivos. Después, la cámara vacía queda pronta para ser reutilizada.

Toda la estructura es coronada por un cerco de ladrillos para proteger la privacidad del usuario.

La empresaria local Falesi Jeffrey destacó que los retretes requieren poco espacio.

"Podemos extraer el abono luego de seis meses, cuando los desechos se han mezclado con las cenizas y el suelo, y entonces están listos para ser usados", explicó.

Según WaterAid, 80 por ciento de los países africanos están rezagados en el cumplimiento de la meta de saneamiento fijada en los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio. Pero programas simples y redituables que brindan saneamiento e higiene pueden reducir no sólo los casos de diarrea, sino también otras causas de muertes infantiles, como la desnutrición y la neumonía.

Martin Meke, encargado de programa de WaterAid en Malawi, dijo que al potenciar a las comunidades para que construyan sus propios retretes, la población puede sostener el proyecto, mejorando su calidad de vida.

Mantener estos excusados no cuesta nada. Sólo implica que los miembros de la comunidad apliquen las cenizas y extraigan el fertilizante cuando el mismo esté pronto.

"Estas personas pueden ser dueñas de los programas de agua y saneamiento, y también pueden enseñarles a los otros miembros de su comunidad", observó Meke.

Esther Sakala, una de las muchas personas que construyeron sus propias letrinas, recuerda vívidamente el dolor que sintió cuando murió su nieto de cuatro meses debido a una diarrea.

"Corrí con el bebé al hospital, pero todos los esfuerzos fueron vanos. Murió dos días después de contraer diarrea", relató.

"Urjo al gobierno a invertir más recursos en estos retretes modernos, para que podamos reducir las muertes", agregó.

La Junta del Agua de Lilongwe, empresa paraestatal a cargo del agua y el saneamiento en la capital, parece haber oído las quejas y los planes de lanzar un proyecto cuatrienal al respecto, con apoyo financiero de la Unión Europea, que complementará el trabajo ya asumido por organizaciones no gubernamentales en esta área.

El encargado de relaciones públicas de la Junta, Trevor Phoya, dijo a IPS que con esos fondos se construirán en Mgona unos 500 tanques, que a largo plazo ayudarán a la población a obtener agua potable.

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