La campaña para las elecciones en la capital de Perú está arrojando novedades para la política de esta nación andina. Una muy llamativa es la resurrección de la izquierda, con su candidata a alcaldesa, Susana Villarán, como la tercera en intención de voto.
Villarán, ex integrante de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y ministra de Desarrollo Social del gobierno de Valentín Paniagua (2000-2001), tiene el respaldo de nueve por ciento de los encuestados por la empresa Apoyo, superada por Lourdes Flores (32 por ciento) y Alexander Kouri (24 por ciento).
Desde 1983, cuando la alcaldía metropolitana de Lima fue ganada por el abogado Alfonso Barrantes, la izquierda se hundió en un hoyo electoral en la capital, del que los sondeos para las elecciones municipales del 3 de octubre anticipan una salida, que podría proyectarse a los comicios presidenciales de 2011.
"Cuando lanzamos nuestra candidatura, ni siquiera aparecíamos en las encuestas. Simplemente no existíamos. Luego nos colocaban en el rubro otros candidatos. Por eso el nueve por ciento es muy importante, en particular porque estamos en el tercer lugar entre 11 candidatos", dijo Villarán a IPS, durante un recorrido por Huáscar.
Es un barrio del distrito de San Juan de Lurigancho, el más poblado de Lima y con mayor porcentaje de personas en situación de pobreza, con un millón de habitantes, 240.000 de ellos pobres.
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Para Villarán, Huáscar tiene especial significado, porque allí construyó hace 32 años, en medio de un terreno eriazo carente de agua y desagüe en el que levantaban miles de casuchas de estera y plástico, la primera de las cinco instalaciones de guarderías y comedores infantiles del distrito.
Constituyen uno de los proyectos de la no gubernamental Asociación Gabriela Mistral, que Villarán fundó y preside desde entonces.
La experiencia le sirvió cuando en 1983 Barrantes, el único alcalde socialista que ha tenido Lima, le pidió organizar el Programa del Vaso de Leche (PVL), cuyo éxito hizo que se extendiese después por todo el país y en la actualidad cuenta con un presupuesto anual de 24 millones de dólares, según el Ministerio de Economía y Finanzas.
"Cuando iniciamos el programa enfrentamos un grave carencia de presupuesto", explicó Villarán mientras recorría a pie Huáscar. Ahora los problemas del PLV son otros, precisó.
"La distribución del vaso de leche es ineficiente, no se está alimentando a los más necesitados. Pero también hay un problema de corrupción. Es virtualmente una sola empresa la que vende la leche enlatada y con sobreprecio. Si ganamos la alcaldía, reformaremos el PVL", explicó.
Villarán es postulada por Fuerza Social, una organización política de reciente formación. Se forjó en el 2007 con la participación del Partido por la Democracia Social, donde militaba la candidata, y seis movimientos políticos regionales, cuatro andinos (Cajamarca, Cusco, Junín y Puno) y dos amazónicos (Loreto y San Martín).
"Desde Barrantes, ningún candidato de izquierda a la alcaldía de Lima ha figurado entre los favoritos. El caso de Susana Villarán es un fenómeno", dijo a IPS Nicolás Lynch, profesor de Sociología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y estudioso de las organizaciones de izquierda en el Perú.
"A diferencia de otros candidatos que le dedican más tiempo a los medios de comunicación y a gastar dinero en propaganda electoral, Villarán sustenta su campaña en un programa político sólido, en un plan de trabajo municipal muy bien elaborado y en la fortaleza de organizaciones de base", añadió Lynch.
Los contrincantes de Villarán la acusan de consentir a militantes de extrema izquierda en las filas de Fuerza Social, lo que ella niega. "No soy comunista, soy cristiana. Pertenezco a la izquierda democrática. Tampoco soy terrorista y mucho menos simpatizante", dijo.
Recordó que, además, "enfrenté a Sendero Luminoso que rechazaba nuestra presencia en San Juan de Lurigancho acusándonos de asistencialistas porque alimentábamos a los niños".
El Movimiento Nueva Izquierda (MNI), una confluencia del Partido Comunista del Perú-Patria Roja, del Partido Comunista Peruano-Unidad y de otras organizaciones de izquierda, respalda también la candidatura de Villarán.
En las elecciones presidenciales de 2006, que dieron el triunfo al reelegido candidato del Partido Aprista, Alán García, el candidato del MNI, Alberto Moreno, solo obtuvo el 0,2 por ciento de los votos, mientras que Villarán, candidata entonces por una alianza izquierdista denominada Concertación Descentralista, arañó 0,6 por ciento.
"Villarán es de centro izquierda, pero nosotros respaldamos sus propuestas porque representanta una verdadera alternativa frente a las candidaturas de lores y Kouri que plantean solo el continuismo de una gestión marcada por la improvisación y el desgobierno", manifestó a IPS el presidente del MNI, Nílver López.
Villarán es también favorecida por las acusaciones de corrupción que intercambian Flores, del Partido Popular Cristiano, y Kouri, de Cambio Electoral, los favoritos para el 3 de octubre.
Flores fue abogada defensora del empresario César Cataño y presidenta de la empresa Peruvian Airlines, de propiedad de ese hombre de negocios investigado por las autoridades por el presunto delito de lavado de activos originados del narcotráfico.
Kouri, por su parte, es cuestionado por sus vinculaciones con Vladimiro Montesinos, el poderoso asesor del ex presidente Alberto Fujimori (1900-2000) y es procesado por cargos de corrupción durante su gestión como alcalde del Callao, principal puerto del país, vecino a la capital.
Además, su candidatura pende de un hilo, después que las autoridades electorales de Lima negaron su postulación por razones de su domicilio, a lo que el candidato ha apelado, en un caso que debe decidirse esta misma semana.
Si Kouri sale de la contienda, Villarán se beneficiaría solo parcialmente, según la encuestadora Datum, al subir a 14 por ciento de intención de voto. Pero quedaría lejos de Flores, que sumaría 40 por ciento de las preferencias.
Para el analista político Alberto Adrianzén, "haber conseguido el tercer lugar significa que existe un electorado de izquierda. El problema radica en que Villarán es la expresión de una fracción de la izquierda limeña y mesocrática".
"El gran problema con la izquierda peruana es que no tiene una representación política permanente, por eso el electorado votó en 1990 por Alberto Fujimori, en el 2000 por Alejandro Toledo y en el 2006 por Ollanta Humala, y ahora se inclina por Susana Villarán", arguyó.
Con un modestísimo presupuesto para su campaña, Villarán confía en vencer a los candidatos Flores y Kouri que derrochan fondos. "La gente ya no quiere a los políticos tradicionales manchados por la corrupción", dijo a IPS tras inaugurar un modestísimo local de su Fuerza Social en Huáscar.