PARAGUAY: Lugo cumple dos años con altibajos y un cáncer como reto

Fernando Lugo completa este domingo dos años en la Presidencia de Paraguay con una gestión marcada por altibajos y el reto de superar un cáncer linfático recién detectado, que según él mismo ha informado no le impedirá culminar su mandato en 2013.

Crédito: Gentileza de APC.
Crédito: Gentileza de APC.
El ex obispo católico de 59 años dijo el jueves en un mensaje al país que "podré llevar una gestión normal", mientras recibe quimioterapia por seis meses contra el linfoma maligno que padece, según estableció el equipo médico de un hospital de la ciudad brasileña de Sao Paulo, donde está semana le realizaron varias pruebas y comenzó a aplicársele el tratamiento.

"Eso me alivia", afirmó Lugo, que se declaró "ansioso" por retornar a Asunción, este sábado, celebrar al día siguiente una fecha de "alto simbolismo" y "seguir construyendo el cambio que no se detiene en Paraguay". Aseguró que se entregará "con toda mi voluntad a la causa de gobernar".

Lugo rompió en 2008 la hegemonía de 61 años del derechista Partido Colorado gracias a una gran coalición de movimientos y partidos de ancha base ideológica, pero llega al segundo aniversario como presidente, con crecientes demandas insatisfechas de la población, una importante caída de popularidad y el revuelo causado por su enfermedad.

La politóloga Milda Rivarola resumió a IPS este primer bienio de Lugo como de aprendizaje. Fue una etapa, dijo, de intensa crispación política, donde la amenaza de juicio político fue el arma esgrimida en forma constante por la oposición más conservadora desde el parlamento donde la gobernante Alianza Patriótica por el Cambio (APC) está en minoría.
[related_articles]
Dentro de ese escenario cobró protagonismo el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo, un grupo armado al cual se le atribuyen delitos de secuestro, asesinatos y vínculos con el narcotráfico y que actúa en una zona del norte del país.

Sus actividades, que para diferentes analistas no pasan de delictivas, llevaron a Lugo a declarar en abril el estado de excepción por 30 días en cinco de los 17 departamentos de Paraguay.

Pero la crispación ha dado paso paulatino a una cierta calma entre la derecha del Congreso y el gobierno de izquierda moderada de Lugo, consideró la analista.

Bernardino Cano, dirigente del Partido Colorado, dijo a IPS que el presidente inició su mandato "con prejuicios ideológicos, pero la realidad le fue mostrando que debe dialogar con todos los actores políticos para poder gobernar".

Este ambiente más pacífico respondería a un pacto de acercamiento entre las bancadas colorada y de la alianza gobernante dentro del parlamento, donde la principal fuerza opositora controla la presidencia de las dos cámaras.

El segundo grupo legislativo, el centroderechista Partido Liberal Radical Auténtico, integra la gobernante APC y a él pertenece Federico Franco, vicepresidente del país y quien mantiene relaciones tirantes con Lugo, con abiertas diferencias en economía y política exterior.

Según la Constitución, Franco es quien debería asumir la Presidencia en caso de que Lugo pidiese en el futuro un permiso temporal debido a su enfermedad o si llegase a renunciar por razones de salud. En este último caso, Franco completaría el quinquenio y se elegiría un nuevo vicepresidente.

Pero el propio presidente despejó la incertidumbre al dejar claro que proyecta mantenerse al frente del gobierno, mientras sea tratado con quimioterapia en forma ambulatoria, aunque a juicio de diferentes analistas la situación forzaría un acercamiento de Lugo y Franco, algo a lo que éste último estaría dispuesto, según declaró esta semana.

Al hacer balance del bienio, Rivarola subrayó que "hasta ahora Lugo tiene aguante, pero eso no quiere decir que se haya logrado la gobernabilidad, porque persisten las antiguas debilidades del Estado". Mientras eso suceda "será difícil construir gobernabilidad real", añadió.

Apuntó que no ha habido avances en aspectos como la reforma tributaria o el funcionamiento de la justicia, que forman parte del fortalecimiento del Estado que prometió Lugo y que se mantienen como deudas pendientes, a juicio también de los sectores de izquierda.

"Todavía faltan mejores políticas sociales, más participación efectiva y mejor autoridad para ejecutarlas", dijo a IPS Rocío Casco, una dirigente del Partido Movimiento Al Socialismo, integrante de la alianza gobernante.

Pero Rivarola, Casco y otros analistas coinciden en que el gobierno tiene también claros elementos positivos para mostrar.

"Hubo pasos importantes en ministerios y entes estatales en los que se tomaron medidas que cambiaron la forma de hacer gobierno", dijo la politóloga.

Como el mayor logro del bienio, Rivarola destacó la histórica mejora en el acceso a la salud pública. En un proceso que comenzó en diciembre de 2008 y que concluyó 12 meses después, los 6,2 millones de habitantes de Paraguay pasaron a contar con una salud pública gratuita.

Con ello, 38 por ciento de la población que vive en pobreza y 20 por ciento en indigencia dejaron de estar excluidos por primera vez del acceso a servicios de consulta, medicinas, hospitalización y diagnóstico.

Encuestas difundidas esta semana muestran que los claroscuros en la gestión de Lugo han desgastado de manera llamativa su popularidad, sobre todo los últimos meses. En los dos años su apoyo cayó casi 30 puntos y pasó de 64 a 35 por ciento.

Un elemento que influyó en esta pérdida de popularidad provino no de su gestión sino de un aspecto de su vida privada que adquirió connotación pública y fue ampliamente utilizado por los sectores opositores más radicales. Se trata de denuncias de tres mujeres de haber tenido hijos no reconocidos con el ex obispo católico, surgidas poco después de comenzar su mandato.

Esta misma semana una jueza de la Niñez ordenó que el día 24 se realice una segunda prueba de ADN para establecer si un niño de dos años y medio es hijo del mandatario, después que en 2009 la justicia confirmó su paternidad de otro menor. La tercera madre denunciante renunció a seguir el proceso.

La celebración de los dos primeros años del quinquenio de Lugo coincide con el inicio de la campaña electoral para los comicios municipales de noviembre, que van a ser el primer test desde las elecciones presidenciales y legislativas de abril de 2008 para la gobernante APC, para cada uno de sus integrantes, y para el Partido Colorado y las fuerzas de la extrema derecha.

Las primarias de los colorados y los liberales radicales brindaron buenas noticias para el presidente, porque la participación en el caso de los primeros fue mínima y los resultados de los segundos dieron la victoria a la corriente interna que lidera el senador Blas Llano, muy cercano a Lugo.

Esto augura que el mandatario podrá seguir contando con el respaldo de la principal fuerza de legislativa de su coalición, mientras que por parte de los grupos centro-izquierdistas e izquierdistas "la alianza es natural", según aseguró Casco, porque con sus matices "todos tienen la visión clara de que este proceso de cambio debe seguir construyéndose".

"El abandono del Estado fue tanto que éste es el momento de poder avanzar e implementar políticas" a favor de las mayorías tanto tiempo olvidadas, indicó la lideresa socialista.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe