El recuperado ex presidente cubano Fidel Castro se muestra a sus anchas en el papel de consejero y analista internacional, liberado de la obligación de los asuntos domésticos y con mucho tiempo libre para leer, escribir o ver a sus amigos.
Desde su reaparición pública el 7 de julio, con una visita al Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC), el líder histórico de la Revolución Cubana que este viernes 13 celebra su cumpleaños 84, ha concentrado sus esfuerzos en denunciar el peligro de un holocausto nuclear a partir de la crisis política en Medio Oriente.
El tema absorbe sus comentarios, publicados en la prensa cubana bajo el cintillo habitual de "Reflexiones del compañero Fidel", o expresados ante las cámaras de televisión y en reuniones sostenidas con embajadores cubanos, intelectuales, jóvenes, economistas y parlamentarios.
En la víspera de su natalicio recibió a la senadora opositora Piedad Córdoba, de Colombia, líder del movimiento Colombianos y Colombianas por la Paz, quien lo comprometió a una nueva cita, este domingo,"con un grupo de varios de los principales dirigentes que luchan por la paz" en ese país sudamericano, según la información oficial.
Una nota publicada en primera página del diario Granma, órgano oficial del gobernante Partido Comunista de Cuba, señala que "Fidel estuvo de acuerdo (con ese nuevo encuentro) ya que considera que la unión del pueblo colombiano es un factor de gran importancia en la lucha por evitar que la humanidad colapse en un estallido nuclear".
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Además, Castro dedicó un extenso artículo a la situación en México, publicado en dos partes por la prensa estatal. En uno de ellos afirma que el opositor Andrés Manuel López Obrador obtuvo mayoría de votos en las elecciones presidenciales de 2006, pero "el imperio no le permitió asumir el mando", y elogia un libro del ex candidato izquierdista.
"No he cambiado. Seré fiel a los principios y a la ética que he practicado desde que me hice revolucionario", dice Castro en la segunda parte de su columna titulada "El gigante de las siete leguas", y asegura que más pronto de lo que López Obrador imagina, "todo cambiará en México".
Vestido a veces con camisas de manga corta, o con una holgada camisola verde oliva en la que sus incondicionales extrañan las charreteras de comandante en jefe, Castro asiste a sus reuniones con abundantes despachos de prensa ordenados en carpetas, que utiliza para apoyar sus apreciaciones.
En su reaparición pública, el ex gobernante no hace referencias a la situación interna de Cuba, a cargo de su hermano menor desde que enfermó gravemente a fines de julio de 2006. Luego de un interinato de más de año y medio, Raúl Castro asumió como presidente del Consejo de Estado en febrero de 2008.
Pero no se nota a Fidel Castro ajeno a la vida de su país. "Lo mío es decir las cosas y los acontecimientos para que cada cual decida", dijo el domingo 8 a periodistas venezolanos ante una pregunta sobre el impacto en las relaciones cubano-estadounidenses de una hipotética excarcelación de cinco agentes cubanos presos en Estados Unidos.
"Tú debes comprender que los compañeros no son gente que tú los vas a llevar del dedo o de la mano a hacer las cosas, y lo que yo quiero es que piensen, y creo que estamos avanzando muchísimo en eso", comentó a comunicadores de medios televisivos de Venezuela.
La última vez que Castro comentó de manera explícita hechos de la vida nacional fue el 3 de marzo de 2009, en una columna que tituló "Cambios sanos en el Consejo de Ministros". Allí desestimó que se hubiese cometido "injusticia alguna" con las destituciones del canciller Felipe Pérez Roque y del vicepresidente Carlos Lage.
En ese texto sostuvo que "el enemigo externo se llenó de ilusiones" con los defenestrados y aseveró que los nombramientos de nuevos ministros le fueron consultados, "a pesar de que ninguna norma obligaba a los que los propusieron, a esa conducta, ya que renuncié hace rato a las prerrogativas del poder".
Además de su escaño en el parlamento, Fidel Castro conserva su cargo de primer secretario del Partido Comunista, al que la Constitución define como "la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado". Esas funciones le confieren poder de veto sobre decisiones estratégicas para el país.
La jefatura suprema de las Fuerzas Armadas es atribución del presidente del Consejo de Estado, aunque a Fidel se lo siga llamando "comandante en jefe". El propio Raúl Castro anunció, al asumir ese cargo, que al líder de la Revolución le serían consultados los asuntos de gobierno de trascendencia especial.
En coincidencia con el cumpleaños del ex mandatario, artistas de diversas disciplinas organizan hasta el domingo 15 una jornada denominada "Con Fidel y por la paz", que incluye veladas musicales, espectáculos teatrales, recitales y pintadas callejeras.
La televisión estrenará un filme documental sobre la amistad de Castro con el líder vietnamita Ho Chi Minh (1890-1969).
Fidel Castro se ha declarado repuesto de la grave enfermedad que lo mantuvo alejado del ejercicio del poder, aunque en su convalecencia recibió a numerosos visitantes extranjeros.