El acercamiento entre Ecuador y Colombia, que mantienen sus relaciones interrumpidas desde hace casi dos años y medio, parece haber tomado buen rumbo, según las declaraciones emitidas este jueves tras la reunión de los cancilleres de ambos países en una localidad fronteriza.
"Si nos ponemos tareas y un cronograma donde podamos de aquí a dos o tres meses tener la relación estabilizada, yo estaría complacida", dijo este jueves la canciller de Colombia, María Ángela Holguín. Actualmente sólo existen vínculos a nivel de Encargados de Negocios.
"Aún se sigue trabajando a fondo en lo que queda pendiente", puntualizó Holguín, al término de la cita con su par ecuatoriano, Ricardo Patiño, en la sureña ciudad colombiana de Ipiales.
Antes había mencionado la entrega al presidente de Ecuador, Rafael Correa, del presunto contenido de las computadoras del abatido jefe guerrillero Raúl Reyes, de las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Para el gobierno ecuatoriano, "lo que queda pendiente" es recibir de Bogotá información, fotografías y videos sobre el ataque militar colombiano del 1 de marzo de 2008 al campamento que las FARC habían establecido en el lado ecuatoriano de la porosa frontera común, donde murió Reyes y otras 24 personas. Ese ataque, sobre el que Ecuador recibió información contradictoria, llevó a la inmediata ruptura de relaciones con Colombia y a una escalada de ataques verbales entre los dos gobiernos, que declinó en los últimos meses.
El mayor acercamiento se produjo el 7 de este mes, cuando Juan Manuel Santos recibió de Álvaro Uribe la Presidencia de Colombia. En esa ocasión y de manera sorpresiva, el flamante mandatario entregó a Correa, quien asistió a los actos de Bogotá, los discos duros de la computadora de Reyes.
Según declaraciones de jefes policiales de Colombia, la información de esos discos demostraban la relación de personeros del gobierno ecuatoriano con las FARC, lo que fue desmentido por Correa y la canciller de la época, María Isabel Salvador.
Actualmente los discos duros, cuya entrega era una de las acciones que Ecuador exigía a Colombia, están siendo examinados en Quito por tres expertos informáticos contratados por el Fiscal General del Estado, a quien Correa a su vez entregó dicho material.
Otro tema tratado en la cita de este jueves en Ipiales fue la manera de afrontar el problema de los refugiados y desplazados.
En Ecuador viven hoy unos 300.000 colombianos y colombianas, 58.000 con estatus de refugiados reconocidos por el Estado, aunque la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) considera que otros 130.000 merecen ser calificados como tales.
La canciller colombiana, con la que ya Quito trató el tema, llegó a Ipiales con la propuesta de crear una comisión especial que aborde los temas relativos a refugiados y desplazados, propuesta acogida por Patiño.
Un diplomático ecuatoriano entrevistado por IPS dijo que la respuesta no es la más idónea, y recordó el dicho de que, "cuando no sabes cómo resolver un problema, crea una comisión".
Juan Ignacio Gómez, del Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes, dijo a IPS que lo que el gobierno ecuatoriano había planteado en reuniones anteriores es que Bogotá contribuyera financieramente para la atención que este país brinda a los refugiados y desplazados.
"Con todo, es un paso adelante, porque muestra una voluntad de cooperar, algo que en el gobierno de Uribe era inexistente", apuntó. Incluso, dijo, la canciller reconoció que es un tema en que Colombia está en mora.
De otro lado, Holguín resaltó "la energía" con que la población de Ipiales acogió la cita como un "reflejo de lo que quiere Colombia en su relación con Ecuador".
"Los pobladores de esta frontera claman por lograr una relación armónica, de cooperación y de respeto", afirmó.
René Yandún, prefecto (gobernante) de Carchi, provincia ecuatoriana fronteriza con Colombia, coincidió con esas palabras.
En conversación con IPS dijo que, aunque el tránsito por el puente internacional de Rumichaca, el más activo de los pasos fronterizos con Colombia, no se ha interrumpido por los problemas diplomáticos, "es necesario restablecer la confianza".
Uno de los acuerdos de la reunión de cancilleres es iniciar el proyecto de ampliación de dicho puente, actualmente de cuatro carriles.
"Hay, en efecto una deuda con los pueblos de esta frontera, como dijo la canciller", expresó Yandún, a quien le preocupan los temas sociales y de seguridad. "Hay un serio problema de criminalidad que hay que combatir con eficacia, y para eso se requiere la cooperación binacional", agregó.
"Estoy segura que, si logramos tener un plan de desarrollo fronterizo con una calidad de vida moderada para la población, esos grupos no tendrán cabida en una población que tiene satisfechas sus necesidades de salud y empleo", manifestó por su parte la canciller Holguín.
"Es ahí donde debemos reforzar nuestro trabajo, esto va a permitir un desarrollo social en la frontera", puntualizó.