Cuba se prepara para recibir turismo de Estados Unidos en caso de que se levante la prohibición a los viajes de estadounidenses a esta isla caribeña, a la vez que sube el tono de su demanda de indulto presidencial para los cinco agentes cubanos presos en ese país desde hace 12 años.
Si bien el estado de las relaciones bilaterales no parece favorecer ese extremo, cobraron fuerza versiones sobre contactos que podrían desembocar en la liberación del contratista estadounidense Allan Gross, preso y bajo investigación en La Habana, y el regreso a casa de "los Cinco", como se conoce a los agentes cubanos recluidos en Estados Unidos.
Gross, un contratista judío estadounidense, fue arrestado en Cuba el 3 de diciembre de 2009, acusado de presuntas actividades de espionaje y por distribuir, según las autoridades con fines subversivos, computadores portátiles, teléfonos móviles y otro equipamiento técnico.
Los cinco cubanos que cumplen severas penas en distintas prisiones estadounidenses son Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González, detenidos en 1998 y juzgados en 2001, en un proceso que La Habana considera "ilegal y arbitrario".
Al grupo se lo involucró en delitos relacionados con "espionaje", aunque la acusación no logró probar que alguno de ellos procurara documentos secretos o delicados para la seguridad estadounidense. Cuba alega que son luchadores antiterroristas y los declaró héroes de la patria.
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En las últimas semanas, el ex presidente Fidel Castro, recuperado en apariencia de las graves dolencias que hace cuatro años lo alejaron del gobierno, alentó expectativas sobre el regreso de los Cinco "antes de fin de año". A su vez, Washington reclama con insistencia la liberación de Gross por razones humanitarias.
Washington y La Habana sostienen un conflicto de casi medio siglo, marcado por el bloqueo económico que Estados Unidos impuso a Cuba en 1962.
Para Arturo López Levy, cubano emigrado a Estados Unidos y profesor e investigador de la Universidad de Denver, la excarcelación de los Cinco es una posibilidad que se haría más cercana en la medida en que Washington y La Habana "negocien constructivamente" otros temas estratégicos de su agenda bilateral.
"Si hay progresos en intereses más importantes de la relación bilateral, capaces de convencer de la racionalidad de las liberaciones a las agencias del gobierno a cargo de la política exterior, no tendría sentido paralizarlos solo para mantener prisioneros, cuyo juicio tuvo estándares dudosos de justicia e imparcialidad", dijo López Levy a IPS vía correo electrónico.
Para Esteban Morales, académico cubano experto en las relaciones entre este país y Estados Unidos, el presidente Barack Obama tiene todo el poder para indultar a los Cinco, sobre todo "porque no se les ha demostrado nada y si fue por no registrarse como agentes en Estados Unidos, la sentencia por ello ya se cumplió".
En su opinión, se trata de un caso evidente de agresión política hacia Cuba. "Se ha convertido en una verdadera vergüenza que tengan presos a esos muchachos, mientras terroristas, criminales (de origen cubano) como Luis Posada Carriles u Orlando Bosch se pasean por las calles de Miami (meca del exilio cubano en Estados Unidos)", afirmó.
En declaraciones a IPS en La Habana, Morales respondió con un lacónico "algo puede haber", sobre unas supuestas negociaciones en las que podría estar mediando el arzobispo de La Habana, Jaime Ortega.
A principios de este mes, el cardenal Ortega visitó Washington y se entrevistó con James Jones, consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, y con Arturo Valenzuela, secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, lo que alimentó esas conjeturas.
Gestiones anteriores de Ortega ante el gobierno cubano desembocaron en la decisión oficial de excarcelar a medio centenar de opositores presos.
Pero Morales alertó que en las relaciones entre Washington y La Habana no ha habido cambio sustancial desde el momento en que Obama "confirmó que mantendría el bloqueo (que Estados Unidos llama embargo), al cual está aferrado como elemento vital de su plataforma política hacia Cuba".
En su opinión, Obama ha "dividido en dos el bloqueo, como si ello fuera posible", y de manera "inteligente" lo usa como "las dos tenazas de una tijera contra Cuba". Según su tesis, el mandatario adopta de una parte medidas que buscan facilitar el acercamiento con la sociedad civil cubana y, por otra, "aprieta la mano contra el gobierno" cubano.
"Esa división persigue objetivos subversivos, se está utilizando como elemento de presión interna, para aprovechar las dificultades económicas de nuestro país, que son presionantes (sic). Si Obama no le ha dedicado más tiempo a esto es porque tiene otras fuertes prioridades y Cuba no representa para él ningún peligro", opinó el especialista.
A principios de agosto, el ministro de turismo, Manuel Marrero, confirmó que hay planes para construir 16 campos de golf, en un proyecto que incluiría la venta de viviendas a extranjeros en esas áreas. Al parecer ya se está apostando por el cese de las restricciones a los viajes de estadounidenses a Cuba.
"Existe la esperanza de que eso se resuelva, y cualquier cosa que ocurra no debe tomarnos desprevenidos. Hay que prepararse para un turismo masivo y más exigente. Además, ese no es un tema del bloqueo, sino de un derecho constitucional de los ciudadanos estadounidenses que se ha vulnerado", consideró Morales.
En este aspecto, Morales no duda de que la presión en el Congreso legislativo estadounidense siga aumentando y lleve hasta la aprobación de un proyecto de ley para terminar con esa prohibición, que también permitiría aumentar las ventas de alimentos estadounidenses a Cuba. En junio, la iniciativa recibió el aval del Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes.
"El debate puede inclinarse a favor del levantamiento de la prohibición de viajes en la medida en que se vea que con Cuba se puede hacer buenos negocios. Para eso, nuestra economía debe mejorar, de lo contrario el capital no vendrá", comentó el académico.