El gobernador del sureño estado estadounidense de Nuevo México, Bill Richardson, finalizó este viernes una visita a Cuba que, si bien definió como comercial, tuvo como punto destacado de la agenda oficial gestionar la excarcelación de su compatriota Alan Gross.
Sin embargo, ante la posibilidad de intercambiar el regreso de Gross a su país a cambio de la liberación de cinco agentes cubanos encarcelados en Estados Unidos desde hace 12 años, el influyente dirigente del gobernante Partido Demócrata aclaró que no viajó es la cuarta visita a Cuba desde los años 90— como "negociador", ni "enviado especial" ni portador de "mensaje especial" alguno.
En conferencia de prensa realizada el jueves Richardson afirmó que, al saber de su viaje a Cuba, el gobierno estadounidense de Barack Obama le solicitó discutir con autoridades de esta isla la importancia de dejar en libertad a Gross. "Y lo he hecho", recalcó.
Gross fue detenido el 4 de diciembre en La Habana acusado de espionaje y de proporcionar "sofisticados" medios de comunicación a opositores. Pero Washington sólo admite que viajó a Cuba como subcontratista para entregar celulares, ordenadores y equipo de comunicación a grupos judíos.
Richardson había conversado sobre el caso hasta el jueves con el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, y con el vicecanciller Dagoberto Rodríguez.
[related_articles]
"Pienso que después de mi intervención hay un poco de progreso" en esta situación, señaló el gobernador de Nuevo México. En su opinión, esa excarcelación sería un "gesto humanitario muy positivo".
El canciller cubano había indicado en junio que Gross fue arrestado por "violar las leyes cubanas" y su situación jurídica "ocurre con estricto apego con la ley del procedimiento penal cubano", tiene asegurada su defensa, ha recibido permanente asistencia consular y ha tenido comunicación con sus familiares.
Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González, detenidos desde 1998 y conocidos como "los Cinco", cumplen desde 2001 severas sentencias en distintas cárceles estadounidenses bajo cargos de espionaje y otros actos ilegales que Cuba rechaza y alega que nunca pudieron ser probados.
La situación más complicada es la de Hernández, quien purga dos cadenas perpetuas, más 15 años de privación de libertad. Su esposa, Adriana Pérez, jamás ha podido visitarlo en la cárcel porque las autoridades de Estados Unidos le niegan el visado para viajar a ese país.
Según el sistema carcelario estadounidense, René González cumplirá su condena el 7 de octubre de 2011, Fernando González el 27 de febrero de 2014, Antonio Guerrero el 18 de septiembre de 2017, y Ramón Labañino el 30 de octubre de 2024.
Richardson aseguró que hay "una atmósfera muy positiva… La mejor que he visto en años" entre las dos naciones. "Sin embargo, las relaciones siempre se mueven a pasos pequeños", indicó, para estimar seguidamente que los dos gobiernos merecen "crédito" por sus acciones de los últimos tiempos.
En el caso de La Habana, mencionó las excarcelaciones de presos políticos, que el gobierno cubano considera "contrarrevolucionarios", decididas a partir de un proceso de diálogo con la jerarquía de la Iglesia Católica y el gobierno español. Hasta el momento fueron liberados más de una treintena de los 52 que aún permanecían presos este año del grupo de 75 que fue encarcelado en 2003.
A su vez, el gobierno de Obama contempla ampliar las facilidades de viaje a Cuba en sectores religiosos, educacionales y culturales. A juicio de Richardson, una buena manera de mejorar las relaciones bilaterales es facilitar los viajes y contactos "persona a persona" entre ambos países.
Su visita coincidió con discusiones legislativas en su país en torno a un proyecto que eliminaría las restricciones a los viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba y los obstáculos que restan fluidez a las ventas agrícolas. La iniciativa debe recorrer aún un arduo camino para convertirse en ley.
Importantes funcionarios de la Casa Blanca se han interesado públicamente por la situación de Gross, entre ellos el secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, quien a comienzos de este mes en Washington conversó sobre el tema con el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega.
Las conjeturas acerca del asunto se nutrieron además de declaraciones del ex presidente Fidel Castro tras su reaparición a las actividades públicas en julio, en las que ha vaticinado que los cinco agentes podrían estar de regreso en Cuba antes de fin de año.
En 1996, Richardson se entrevistó con Fidel Castro y logró la liberación de tres opositores cubanos presos, lo cual también ha atizado las hipótesis sobre supuestas negociaciones para un canje de prisioneros que respondiera a la opción gesto por gesto lanzada por el presidente de Cuba, Raúl Castro, en diciembre de 2008 en Brasil.
Analistas comentaron a IPS que esa propuesta concreta de liberación recíproca no ha sido descartada en declaraciones oficiales posteriores. De otra parte, cualquier avance hacia una relación menos conflictiva con Estados Unidos pasa por la excarcelación de los cinco cubanos a quienes el gobierno considera luchadores antiterroristas.