Con la compra a Rusia de ocho nuevos helicópteros de transporte y combate, el gobierno peruano se propuso derrotar en un año al remanente de la agrupación maoísta Sendero Luminoso, instalada en la mayor zona productora de cocaína en el país.
Se trata de seis helicópteros de transporte y ataque Mi-171 Sh y otros dos blindados de combate Mi-35P, explicó el ministro de Defensa, Rafael Rey. Estos últimos llegarán en diciembre por vía aérea desde Moscú.
La rapidez de la entrega de las aeronaves deja en evidencia el apuro del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas para ejecutar operaciones de inteligencia y de comando, diseñadas por el asesor de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés), el brigadier general en retiro Israel Ziv, contratado por el gobierno de Alan García.
Pese a la afirmación del ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000) de que durante su mandato derrotó a Sendero Luminoso, lo cierto es que grupos de esa guerrilla siguen activos en el valle de los ríos Apurimac y Ene (VRAE), principal zona productora de cocaína en el país.
De hecho, los maoístas durante el régimen de Fujimori derribaron un helicóptero ruso Mi-17 del ejército, el 2 de octubre de 1999, algo que nunca había ocurrido durante el enfrentamiento entre 1980 y 2000 de las fuerzas de seguridad del Estado contra la guerrilla.
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"Los nuevos helicópteros resolverán dos graves problemas, uno de índole logística y otro de operatividad", dijo a IPS una fuente del Comando Conjunto relacionada con las acciones militares en el VRAE, que prefirió no identificarse.
"No tenemos disponibilidad de helicópteros, de modo que el transporte de tropas es muy limitado, lo que reduce la capacidad de sorpresa. Además, nuestras aeronaves no son blindadas, por lo que es imposible penetrar en áreas con presencia subversiva", señaló.
"Sin patrullaje aéreo, sin desplazamiento de efectivos, sin inteligencia operativa, es como luchar con pies y manos atados", apuntó.
El VRAE abarca alrededor de 12.000 kilómetros cuadrados en el que conviven escenarios andinos y selváticos de los departamentos de Junín, Ayacucho y Cusco, en el sur y el suroeste del país. La variedad geográfica es extraordinaria, debido a que las altitudes varían desde los 540 hasta los 3.000 metros sobre el nivel del mar.
Una comitiva de la compañía estatal rusa de exportación de armamento, Rosoboronexport, estuvo en Lima entre la segunda y tercera semana de julio para negociar con un equipo de la fuerza aérea, el ejército y la marina, más la presencia de un veedor del ministerio de Defensa.
Los militares peruanos acordaron pagar 107,8 millones de dólares por las ocho aeronaves: 12,3 millones de dólares por cada Mi-171 Sh y 17 millones de dólares por unidad de Mi-35P.
En mayo de 2011, se completará la entrega de los helicópteros. El plazo fue uno de los puntos clave de la agenda.
Tres helicópteros Mi-17 Sh serán destinados a la fuerza aérea y otros tres de la misma clase a la aviación del ejército.
Los Mi-35P estarán al servicio de la aviación.
"Las aeronaves serán parte de las operaciones contrasubversivas en el VRAE", dijeron las fuentes del Comando Conjunto. "Una vez que se complete la entrega, en un plazo que felizmente será rápido, la guerra en el VRAE será 100 por ciento más efectiva", acotaron.
El 2 de septiembre del 2009, Sendero Luminoso derribó un helicóptero Mi-17 de fabricación rusa en Sinaycocha, una zona andina de acceso al VRAE, y causó la muerte de tres efectivos. El ataque acabó por convencer al gobierno de que era necesario contar con nuevas aeronaves para el área de conflicto.
"La compra de los helicópteros Mi-171 Sh contribuirá decisivamente en la destrucción de los remanentes de Sendero Luminoso en el VRAE porque facilitará el transporte de las tropas para misiones de comando de las fuerzas especiales", dijo a IPS Fernando Rospigliosi, analista de temas sobre subversión y narcotráfico y ex ministro del Interior del gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006).
"Los Mi-171 Sh son muy necesarios, en cambio me llama la atención la adquisición de los Mi-35P que sirven para operaciones antitanque y grandes concentraciones militares", indicó Rospigliosi.
De acuerdo con fuentes de la Región Militar del VRAE, especialmente constituida por el ejército para concentrar tropas en este escenario de conflicto, Sendero Luminoso cuenta con aproximadamente 250 hombres armados.
Debido a la geografía de la zona andina y selvática, los insurgentes han emboscado fácilmente a las patrullas militares.
"Cuentan con lanzacohetes tierra-aire RPG-7 y con ametralladoras PK, armamento que han usado contra nuestros helicópteros. Han dañado al menos cuatro unidades que han quedado fuera de servicio", dijeron a IPS las fuentes de la Región Militar.
"Ahora que vamos a contar con helicópteros blindados, no sólo estaremos en condición de sorprenderlos sino también de perseguirlos, de día o de noche, incluso en condiciones climáticas difíciles", indicaron.
Además de las ocho aeronaves, que reemplazarán a los fuera de uso Mi-25, comprados de segunda mano al Ejército Popular Sandinista de Nicaragua en 1992, el Comando Conjunto ha adquirido sensores térmicos infrarrojos para labores de identificación, así como sistemas de interceptación radiofónica y seguimiento de comunicaciones.
"La solución militar es solo un componente de la estrategia de la lucha contra la subversión y el narcotráfico en el VRAE", dijo a IPS el congresista nacionalista José Urquizo, integrante de la Comisión de Defensa y representante del departamento de Ayacucho, donde se ubica gran parte del VRAE.
"El conflicto no se resolverá si dejamos de lado la reducción de la pobreza o no incrementamos la inversión pública en infraestructura, y nos olvidamos de la educación y salud de la población. El gobierno tiene una política dispersa. No cuenta con una estrategia sólida. No se trata solo de comprar helicópteros o armamento", sostuvo.