Israel en guardia ante posible nueva guerra con Hezbolá

La inteligencia de Israel alertó que no podía descartarse una nueva guerra contra el Hezbolá (Partido de Dios) en la frontera con Líbano, luego de las tensiones surgidas entre las fuerzas de paz de la ONU y partidarios de ese movimiento chiita pro-iraní.

Tanques de la Unifil patrullan el sur de Líbano. Crédito: Jorge Aramburu/UN DPI Photo
Tanques de la Unifil patrullan el sur de Líbano. Crédito: Jorge Aramburu/UN DPI Photo
"Israel debe estar listo ante cualquier provocación sorpresiva o brote de hostilidades", dijo a IPS el analista Dan Diker, del Centro para Asuntos Públicos de Jerusalén, y recordó que la última guerra entre ambas partes, en 2006, "fue causada por la captura de soldados israelíes por parte del Hezbolá".

Ese año, guerrillas del Hezbolá tomaron como rehenes a varios uniformados israelíes en la frontera, lo que desató enfrentamientos entre el Estado judío y ese movimiento libanés durante más de un mes, hasta que la resolución 1701 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) puso fin a las hostilidades.

Sin embargo, el analista Samir Awad, de la Universidad Birzeit, cerca de la central ciudad palestina de Ramalah, piensa que las probabilidades de una nueva confrontación militar en el futuro cercano son escasas, y que las actuales tensiones tienen más que ver con la política interna libanesa.

"Ninguna parte quiere una guerra en este momento. Ni Israel ni el Hezbolá están dispuestos a pagar el alto precio de un nuevo y sangriento conflicto. Los acontecimientos en el sur están relacionados con una lucha de poder dentro del gobierno libanés", dijo Awad a IPS.
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La inteligencia israelí reportó un incremento en el contrabando de armas al sur de Líbano a través de su porosa frontera con Siria. También hay informes de actividades de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán en la zona sur del río Litani.

La resolución 1701 llama al desarme de las milicias libanesas (específicamente el Hezbolá) y exige que el sur de ese país sea administrado por la Fuerza de las Naciones Unidas en Líbano (Unifil) y el ejército local.

Israel se vio obligado a retirarse en 2000 de lo que consideraba su "zona de seguridad" en la frontera con Líbano ante la fuerte resistencia del Hezbolá.

Las Fuerzas de Defensa Israelíes han advertido una creciente actividad militar en la meridional aldea libanesa de Al Khiam. Señalan que células del Hezbolá se preparan para una emboscada contra soldados israelíes.

Al Khiam tiene una importancia estratégica particular. En 2007, una bomba al borde de la carretera supuestamente colocada por el Hezbolá mató a seis soldados españoles de la Unifil.

El ataque fue interpretado por muchos como un mensaje a la fuerza internacional sobre la capacidad del movimiento para controlar el área.

"Hezbolá considera a Líbano una sub-colonia de Irán. Enfrentar a Unifil con provocaciones es su forma de pelear contra lo que considera una interferencia extranjera en su país, y una manera de mostrarle a la ONU quién es el jefe en Líbano", dijo Diker a IPS.

Las tropas de Unifl han encontrado una creciente resistencia en Al Khiam. En las últimas dos semanas se produjeron unos 20 enfrentamientos entre aldeanos chiitas y los soldados de la fuerza internacional.

Los residentes del lugar, que simpatizan con Hezbolá, lanzaron piedras contra los uniformados, secuestraron sus armas, se treparon a los tanques y en un caso rompieron la antena de uno de ellos. Las armas sólo fueron regresadas a sus dueños tras la intervención del ejército libanés.

Mientras, las difíciles relaciones entre los diferentes sectores dentro del ejército libanés se agravaron luego de que éste intentó enfrentar al Hezbolá. Muchos oficiales son chiitas, y por tanto simpatizan con el movimiento.

"El Hezbolá ha logrado retener sus armas a pesar de la resolución 1701", dijo Awad. "También logró sacarle apoyo a la coalición gobernante 14 de Marzo, liderada por el pro-occidental Saad Hariri".

"Además, sigue presentándose exitosamente como un liberador de Líbano, frente a la continua ocupación israelí de las Granjas de Shebaa y de la parte norte de la aldea de Ghajar".

"El gobierno libanés debe reconocer que pierde más y más poder frente al Hezbolá en el sur y que ya no controla al país entero", dijo Awad a IPS.

Pero una guerra en el corto plazo parece improbable, sostuvo el profesor Moshe Ma'oz, de la Universidad Hebrea de Jerusalén.

"Esto tiene más que ver con Irán alertando a Israel, a través del Hezbolá, que no lo ataque. También tiene que ver con mantener la disuasión mutua, ya que Irán e Israel intercambian siempre alertas para no atacarse".

"Pero esto podría cambiar si Siria e Israel hacen la paz", dijo el analista a IPS. "Siria ha insinuado varias veces que quiere lograr un acuerdo con Israel… bajo sus propios términos, por supuesto. Si esto pasara, Irán podría actuar a través del Hezbolá y desbaratar los planes".

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