ELECCIONES-EGIPTO: Mal augurio en las urnas

Las últimas elecciones del Consejo Shura en Egipto estuvieron plagadas de denuncias de irregularidades. Esto no es un buen presagio para los próximos comicios generales, alertaron analistas y líderes opositores.

"La votación en la Shura estuvo llena de fraudes electorales, tanto en las urnas como en la etapa de conteo de votos", dijo a IPS el analista Amr Hashem Rabie, experto en asuntos parlamentarios para el semi-oficial Centro Al-Ahram para Estudios Estratégicos.

"Es un mal augurio para las próximas elecciones de la Asamblea Popular y de la Presidencia", añadió.

Celebradas la primera semana de junio, los comicios para el Consejo Shura (la cámara alta y de carácter consultivo del parlamento) fueron arrasados por el Partido Nacional Democrático (PND), del presidente Hosni Mubarak.

De las 88 bancas por las que compitió, el PND se quedó con 80. Otros 14 asientos fueron obtenidos por el partido oficial sin competencia de otros candidatos. Pequeños partidos como el Tagammu, el Nasserista, Al-Geel, Al-Ghad y Al-Wafd presentaron 39 de los 446 candidatos, pero obtuvieron solamente cinco asientos. Tres lugares quedaron en manos de independientes.

A pesar del magro resultado, fue la primera vez que tantos partidos opositores ganaron lugares en el Consejo desde su creación en 1980 por el entonces presidente Anwar Sadat (1970-1981).

La Hermandad Musulmana, el principal movimiento opositor, no pudo ganar ni una sola banca, a pesar de haber presentado 15 candidatos. El partido actualmente tiene 86 de los 454 asientos en la Asamblea Popular, esto es, alrededor de una quinta parte, convirtiéndolo en la mayor fuerza opositora por lejos.

El gobierno anunció que 30 por ciento de los habilitados para votar habían acudido a las urnas, pero Rabie calculó la asistencia entre 10 y 15 por ciento.

El PND luego fortaleció aun más su control sobre el Consejo cuando Mubarak designó otros 45 miembros, la mayoría leales al gobierno. Según la Constitución, un tercio de los integrantes de ese órgano son designados por decreto presidencial. Finalmente, el PND se quedó con 250 de los 265 asientos.

"Ante la falta de cualquier supervisión judicial, el proceso electoral entero estuvo plagado de fraudes" dijo a IPS el portavoz de la Hermandad Musulmana, Essam Al Arian.

"A los partidarios de ciertos candidatos se les prohibió la entrada de los centros de votación, mientras que a representantes de la sociedad civil se les impidió observar la votación", dijo Rabie.

"También fueron sobornados funcionarios electorales, y el conteo de votos fue realizado por empleados del gobierno, en lugar de jueces imparciales", añadió.

Según uno de esos empleados, el centro de votación donde se encontraba fue cerrado por la policía cinco horas antes de que venciera el plazo oficial para sufragar. "Ellos vinieron y se llevaron la urna", dijo a IPS a condición de mantener el anonimato. Funcionarios de seguridad, por su parte, negaron haber manipulado la votación.

Para Rabie, el resultado electoral habla por sí mismo. "¿Cómo puede la Hermandad Musulmana, que ganó 88 asientos en las elecciones parlamentarias de 2005, no obtener ni uno solo en el Shura?", preguntó.

Rabie dijo que incluso las cinco bancas obtenidas por los candidatos opositores fueron resultado de fraude. "Si un puñado de asientos va para partidos de oposición pequeños, el régimen puede mantener la ficción de que Egipto tiene un sistema político competitivo y multipartidario", señaló.

"El candidato nasserista que ganó en El Cairo, por ejemplo, recibió 35.000 votos, aun cuando todo el Partido Nasserista tiene unos 5.000 miembros", dijo Rabie. "El propio candidato se sorprendió por haber ganado".

La mayoría de los analistas y figuras de la oposición vieron estos últimos comicios como un indicio de lo que pueden esperar en las próximas elecciones de la Asamblea Popular, previstas para octubre, y de la Presidencia, a fines de 2011.

Según Rabie, el principal objetivo del partido de gobierno en cualquiera de las elecciones es "frustrar a la Hermandad Musulmana", que sigue siendo la única verdadera amenaza política para el régimen.

"Sin fraude electoral, la Hermandad ganará mucho más bancas en los comicios parlamentarios que las 88 obtenidas en 2005", dijo. "El régimen, por tanto, planea arreglar las elecciones con el objetivo de distribuir los actuales asientos de la Hermandad entre los pequeños partidos opositores".

Otra razón por la cual el gobierno arregló las elecciones del mes pasado a favor de los pequeños e ineficaces partidos opositores son los próximos comicios presidenciales.

"El artículo 76 de la Constitución establece que los partidos de oposición solamente pueden presentar candidatos presidenciales si están representados en el Consejo Shura. A los cinco pequeños partidos opositores se les dio a cada uno un asiento para poder hacerlo", explicó.

"Egipto, por tanto, podrá poner en escena unas elecciones presidenciales supuestamente con varios candidatos", sostuvo Rabie.

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