El «Maryam», un barco de ayuda humanitaria cuya tripulación está integrada completamente por mujeres, se prepara para zarpar del puerto libanés de Trípoli y dirigirse a Gaza en las próximas semanas.
El navío, que intenta romper el cerco israelí sobre ese territorio costero palestino, llevará a unas 50 trabajadoras humanitarias, incluyendo a algunas monjas.
"A todos nos atrajo el proyecto, unidos por un sentimiento de (indignación contra la) descarada injusticia", dijo Samar Hajj, una de las organizadoras del Maryam (versión árabe de "María", la madre de Jesús de Nazaret).
El cerco israelí comenzó en 2006, luego de que el Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica) ganara las elecciones legislativas palestinas y luego combatientes islámicos secuestraran en la frontera al soldado israelí Gilad Shalit.
El hermético bloqueo se mantiene con ayuda de Egipto y ha privado a muchos gazatíes de productos básicos.
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El viaje del Maryam sin duda añadirá tensión a la región, sobre todo después de que, el 31 de mayo, fuerzas israelíes detuvieran y abordaran en aguas internacionales a la Flotilla Gaza Libre, encabezada por el Mavi Marmaris, de bandera turca, matando a nueve activistas.
Después del ataque, que desató una ola de condenas internacionales a Israel, Hajj se reunió a protestar en el centro de Beirut junto a otras 11 amigas. "Estábamos consternadas por las violentas imágenes que vimos en televisión, y queríamos hacer algo", contó.
Las mujeres luego se contactaron con Yasser Kashlak, sirio de origen palestino que preside el Movimiento Palestina Libre. Kashlak contribuyó a financiar varios navíos que intentaron romper el bloqueo, incluyendo a la Flotilla por la Libertad de Gaza y el Naji al Ali.
"Después del incidente del Mavi Marmaris, una de las mujeres invocó a (la virgen) María en una de nuestras reuniones semanales. Su exclamación fue como una revelación, así que decidimos llamar a nuestro barco Maryam", explicó.
"El nombre era perfecto para un navío integrado sólo por mujeres. ¿Quién podría menospreciar a la virgen María, reconocida santa por la mayoría de las religiones?", preguntó Hajj.
Se prevé que el barco haga una escala en un puerto extranjero antes de acercarse a Israel, debido a la hostilidad entre ese país y Líbano.
El mes pasado, el gobierno de Chipre prohibió que cualquier nave se dirigiera a Gaza desde sus muelles. Pero los activistas todavía pueden zarpar de alguna terminal marítima de la parte de la isla ocupada por Turquía.
"Tenemos la opción de zarpar de varios puertos amigos, y somos completamente concientes de nuestra obligación de hacer una escala en el extranjero para que nuestro viaje no sea considerado un acto de guerra", señaló Hajj.
La activista estima que ha recibido unas 500 solicitudes de personas que desean sumarse al viaje, pero el Maryam sólo puede transportar a unas 50 mujeres, la mitad de las cuales son libanesas y el resto europeas, estadounidenses y de otros países árabes.
"El barco transportará medicamentos contra el cáncer y otros artículos necesarios para mujeres y niños. No vamos a llevar ni armas ni terroristas, más allá de lo que pueda decir el ejército israelí", afirmó Hajj.
Mientras se preparan para zarpar, la base central del Maryam continúa a plena actividad. Mujeres de diferentes contextos, afiliaciones políticas, nacionalidades y confesiones religiones dialogan, discuten y bromean.
"Todas las mujeres que viajarán en el barco han tomado el nombre de Maryam, y se distinguen por un número, como Maryam 1, Maryam 2, etcétera. Preferimos mantener en secreto las identidades para evitar presión de las respectivas embajadas", explicó Hajj.
"Maryam 1" es una abogada india de mediana edad, esposa de un almirante. "Soy seguidora de las enseñanzas del (pensador y político indio) Mahatma Gandhi, quien luchó en forma pacífica contra toda forma de opresión a lo largo de su vida. También se opuso a la ocupación de Palestina", señaló.
La abogada explicó que antes de decidir integrar el Maryam estudió las implicancias legales del ataque israelí a la Flotilla Gaza Libre.
"Lo que reveló el ataque al Mavi Marmaris fue que se aplican dos clases de reglas a la humanidad, dependiendo el color de la piel, la raza y la religión del pueblo", afirmó.
Sentada frente a ella estaba "Maryam 2", ex bióloga de descendencia libanesa-armenia. "He seguido de cerca la cuestión palestina y me ha conmovido la flagrante injusticia que sufren los palestinos por parte de los israelíes", indicó.
En las reuniones diarias, "Maryam 2" forjó amistad con mujeres de diferentes contextos, en especial con una periodista turca. Algo llamativo, considerando que Turquía y Armenia han sido naciones rivales desde la masacre de un número indeterminado de armenios bajo el Imperio Otomano entre 1915 y 1917.
"La periodista, que apenas habla inglés, me dijo que sintió que yo había sido enviada por Dios cuando descubrió que podía hablar algo de turco. Aquí en la base de operaciones del Maryam, la nacionalidad y la religión se disuelven detrás de la causa común de romper el cerco a Gaza", afirmó.
Mientras, en Israel, el jefe del Ejército, Gabi Ashkenazi, dijo el 6 de este mes al Comité de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knesset (parlamento unicameral) que se debían hacer esfuerzos necesarios para impedir que zarpen más flotillas humanitarias a Gaza.
"Ahora se está organizando una flotilla libanesa con mujeres y parlamentarias. Israel intenta impedirlo en forma abierta y encubierta", señaló.