MÉXICO: La bandera sangrante del bicentenario

Invitado a participar en la muestra colectiva «La ira y el deseo», el joven artista mexicano Diego Madero montó una variante de la bandera nacional y ejecutó una representación sobre la violencia en el país.

"Andaba con el rollo de la problemática de la violencia en México y aproveché la oportunidad para exponerlo", relató a IPS Madero, de 22 años, originario de la capital mexicana, quien ya sufrió una pérdida familiar a causa de la alta criminalidad.

Madero confeccionó una bandera mexicana con los tradicionales tres colores pero de tamaños diferentes a la original, donde el rojo predomina, por sobre el blanco y el verde, en alusión a la sangre vertida en los últimos años.

Su representación, en tanto, giró en torno al dolor externalizado por una madre que perdió a dos hijos en la norteña Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua y fronteriza con Estados Unidos, el distrito más violento del mundo según diversas fuentes.

Madero y otros 200 colegas forman parte de la muestra "La ira y el deseo", convocada por organizaciones artísticas y creadores independientes para contraponer una visión alternativa y crítica a la celebración oficial de los 200 años de la independencia de este país de España y el centenario del inicio de la Revolución Mexicana.

"Son grandes movimientos históricos que marcan nuestra historia de una manera determinante, pero son movimientos de rebeldía, de cuestionamiento", explicó a IPS el escultor y diseñador gráfico Efraín Herrera, integrante del comité organizador.

"Hay que dar un punto de vista diferente, hacemos una convocatoria para hablar del México contemporáneo y de las condiciones de ahora" apuntó.

Uno de los puntales de esta perspectiva es el pintor Antonio Ortiz, nacido en 1953 y conocido popularmente como "El Gritón", quien expuso el año pasado su muestra "Breve diccionario visual del náhuatl", en referencia a la lengua indígena predominante en esta nación norteamericana.

"La ira y el deseo" realizó un primer montaje el 1 de mayo en la acera central de una populosa avenida del sur citadino, que se transformó en un largo museo callejero. En el mismo lugar habrá una segunda exhibición el 10 de julio.

Desde el año pasado, el gobierno del conservador Felipe Calderón ha programado diversos actos, como homenajes y concursos de música y gastronomía, para celebrar ambos aniversarios.

La convocatoria para la actividad alternativa suscitó un amplio interés al atraer a docenas de artistas plásticos y músicos que actuaron en el espacio público.

La función grupal abarcó asuntos como la educación, el narcotráfico, la violencia, la corrupción, la revolución, el desempleo, la pobreza, el Estado y las empresas trasnacionales.

Hasta ahora es la primera muestra en México que busca difundir una postura artística distinta a las actividades preparadas por el gobierno, que cobrarán intensidad en el segundo semestre de este año, en la medida en que se acercan las fechas de septiembre y noviembre correspondientes a los aniversarios oficiales.

"En la primera exposición la mayoría fue de cuestionamiento hacia el Estado, hacia las condiciones existentes, para manifestar inconformidades. Queríamos abrir como un pivote de posibilidades para que la gente se expresara" refirió Herrera, un escultor autodidacta nacido en 1954.

Para la próxima muestra, los interesados deben enviar una propuesta antes del 7 de julio o bien acudir a primera hora el día de la exposición, que permanecerá montada durante dos semanas.

Madera planea estar presente en la nueva jornada de "La ira y el deseo" con una figura de yeso que porte una máscara de Calderón y un mensaje.

"La cantidad de muertos me parece una estupidez, la violencia no se combate con más violencia", declaró Madero, quien ha expuesto en sitios como el Museo Universitario de Arte Contemporáneo.

Desde diciembre de 2006, cuando comenzó la lucha contra el narcotráfico emprendida por Calderón, han muerto más de 22.000 personas en hechos relacionados con el tráfico de drogas.

La primera edición de "La ira y el deseo" suscitó una confusión con las autoridades de la delegación Coyoacán, una de las 16 demarcaciones territoriales en que se divide la capital mexicana, que desembocó en el retiro de las obras dos días después de su estreno.

La administración de la delegación decidió reponer los materiales empleados en las obras.

Luego de varias reuniones, los organizadores recibieron garantías de que la exhibición permanecerá según lo programado y con apoyo en infraestructura para el montaje de las expresiones artísticas.

Es posible que la mayoría de creadores que intervinieron en la primera versión participen nuevamente.

"Esperamos que con esta parte se consolide la alternativa de presentar una visión diferente. A partir de los resultados vamos a ver qué sucede", sostuvo Herrera, quien descartó por ahora repetir la exposición en otras regiones del territorio mexicano.

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