«Estados Unidos seguirá siendo un socio firme de Colombia en sus necesidades en materia de seguridad. Continuaremos construyendo sobre la base de los años recientes», declaró la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton en su visita al país, considerada «protocolaria».
Colombia recibe de Estados Unidos la mayor financiación militar del continente, en el marco de la polémica guerra contra el narcotráfico y las guerrillas de izquierda.
En su séptima gira americana, Clinton arribó a Bogotá en la noche del martes, proveniente de Lima y Quito, y menos de 24 horas después siguió viaje a Barbados.
En Lima asistió a la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos, en Ecuador limó asperezas con el gobierno de Rafael Correa y en Barbados participará en una reunión de la Comunidad del Caribe (Caricom).
La analista estadounidense Arlene Tickner, experta en relaciones internacionales y profesora de la bogotana Universidad de los Andes, sostuvo que el paso de Clinton por Bogotá "fue más protocolario que sustantivo".
"Da la sensación de que poco queda por discutir" con el saliente presidente de Colombia, Álvaro Uribe. "El gobierno estadounidenses simplemente aguarda su salida del poder", según Tickner.
De hecho, Clinton se reunió el miércoles con el candidato presidencial oficialista Juan Manuel Santos, que en la primera vuelta electoral del 30 de mayo logró la mayoría de los votos, y con su contendiente el independiente Antanas Mockus. La segunda ronda comicial será el 20 de este mes.
"En la primera ronda vimos un testimonio de la fortaleza vital de la democracia" colombiana, declaró Clinton.
Mockus comentó que encontró en la diplomática "una enorme receptividad ( ). Mucho más de la que me esperaba". "Tenemos mucho de común en nuestro criterios éticos y compartimos la confianza en metodologías que van a cambiar las costumbres", añadió.
"Hablamos del enfoque frente al narcotráfico: el tema del cambio de normas sociales como complemento de las acciones judiciales y de las acciones militares", relató Mockus, quien indicó que también abordaron el ataque a sindicalistas en Colombia.
Santos, ex ministro de Defensa, aseveró a su vez que trató con Clinton temas de la agenda bilateral, como comercio y asistencia militar, así como cuestiones sociales e iniciativas "que estamos en este momento trabajando juntos".
La secretaria de Estado del gobierno de Barack Obama nuevamente prometió a Uribe que se insistirá para que el Congreso legislativo ratifique el Tratado de Libre Comercio firmado con Colombia, aprobación que ha sido condicionada al cese de la matanza de sindicalistas.
Justo el miércoles, el Estudio Anual de la Confederación Sindical Internacional (CSI) sobre los derechos de los trabajadores asociados estableció que 48 de los 101 asesinatos de sindicalistas en 2009 en el mundo se cometieron en Colombia.
Según la CSI, 22 de esos 48 dirigentes muertos "eran experimentados líderes sindicales y cinco de ellos, mujeres, continuando el ataque de años anteriores".
"Colombia fue una vez más el país donde defender los derechos fundamentales de los trabajadores significa, más que en cualquier otro lugar, una sentencia de muerte, a pesar de la campaña de relaciones públicas del gobierno en sentido contrario", dijo Guy Ryder, secretario general de la CSI.
Además, el Índice Global de la Paz, conocido también esta semana, señala que Colombia es el país más violento de América Latina y que ocupa el puesto 138 entre los 149 países evaluados por el australiano Instituto para la Economía y la Paz.
Este país es escenario de una longeva guerra civil, con guerrillas izquierdistas, paramilitares de derecha y bandas armadas dedicadas a garantizar el negocio de la cocaína, de la cual Colombia es el mayor exportador y Estados Unidos el principal consumidor.
En abril hizo un año que la hoy cerrada revista Cambio reveló un polémico acuerdo militar para que tropas estadounidenses utilicen las bases militares de este país, en especial siete de ellas.
Clinton defendió en Ecuador el acuerdo sobre bases colombianas y señaló que éste no interferirá la soberanía de otros países.