La atracción por las armas aumenta en China y con ella los delitos violentos, pese al estricto control que caracteriza a este país.
Los chinos inventaron la pólvora y crearon las primeras armas de fuego del mundo. Los rifles desempeñaron un papel importante en la historia moderna de este país, desde la lucha contra el ejército japonés hasta la victoria de los comunistas contra los nacionalistas.
El líder de la revolución comunista Mao Zedong (1943-1976) pronunció su famosa máxima "el poder político nace del cañón de una pistola" en 1938.
Mao y el Partido Comunista implementaron las leyes más severas sobre el control de armas dispuestas. China mantuvo una prohibición total a la tenencia de armas, incluidas las réplicas.
El gobierno prohibió en 1966 la fabricación, la venta, el transporte, la posesión y la importación o exportación de balas y revólveres.
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La posesión de un arma puede acarrear una condena de tres años de cárcel, y los delincuentes que usen revólveres suelen ser ejecutados.
Pero el Ministro de Seguridad Pública informó que cada vez hay más sospechosos armados.
El último caso de amplia difusión ocurrió en mayo. En la central provincia de Hunan, un guardia de seguridad, al parecer enojado por las características de la sentencia de divorcio, mató a tres jueces e hirió a otras tres personas antes de matarse.
Pero no fue un episodio aislado.
A principios de 2007, un hombre del noreste de China mató a cinco integrantes de su familia y vecinos con una pistola cacera. En septiembre de ese año, otro de la sureña ciudad de Guangzhou fue condenado a 19 años de cárcel por usar un arma falsa para robar al cliente de un banco.
En diciembre de 2008, un guardia de un depósito de municiones mató a un compañero tras una disputa por un partido de ajedrez. Fue asesinado por la policía dos días después.
Las armas tuvieron un papel preponderante en los disturbios de 2008 en la autónoma región del Tíbet, donde un policía y un insurgente murieron tras un enfrentamiento armado.
"Hubo un aumento de delitos armados en los últimos años", señaló Ding Xinzhen, de la Academia de Ciencias Sociales Chongqing, del Instituto de Derecho. "Obedece a la brecha entre ricos y pobres y a la injusta distribución de los beneficios sociales, además de la ineficiente gestión" de legislación promovidas por el gobierno.
La mayor denuncia de delitos con armas en la prensa estatal coincide con el desarrollo de una cultura bélica en este país.
Revistas y sitios de Internet apuntan a ese mercado en expansión. La publicación quincenal "Armas Pequeñas" tiene 60.000 suscriptores. Además cada vez aparecen más armas en los filmes chinos.
El gobierno habilitó clubes de tiro en numerosas ciudades y los empresarios optan por la caza como actividad de esparcimiento.
Estudiantes jóvenes pueden recibir entrenamiento en puntería, un deporte que prospera en China desde los Juegos Olímpicos de Beijing, de 2008.
China es uno de los principales fabricantes de armas. Muchas de ellas terminan en el mercado negro debido al laxo control en las fábricas y al robo de arsenales.
Las armas caseras de mala calidad también circulan en el mercado negro, indicó Ding. Otras mejores ingresan al territorio chino por la frontera con Birmania.
Las armas de contrabando pueden costar entre unos 73 a 294 dólares, añadió.
China tiene una buena legislación, pero no se cumplen las normas, en especial a escala local, indicó Li Dafu, abogado de la firma Henghexin, de la ciudad de Chengdu, en la sudoccidental provincia de Sichuan.
El año pasado hubo un sonado juicio tras una gran ofensiva contra el crimen organizado que terminó con 2.000 sospechosos detenidos y 48 armas requisadas, y reveló una conexión entre delincuentes y funcionarios, señaló el especialista
"Casos como el de Chongqing nos dice que el gobierno local tiene una relación beneficiosa con organizaciones para delinquir. Además ignoran los delitos relacionados con el uso de armas ilegales", indicó Li.
Chongqing se convirtió en un semillero para el contrabando de armas. La policía detuvo en enero de 2009 a 470 sospechosos y requisó 183 armas de fuego en una campaña de 40 días. La oficina de estadísticas de esa ciudad registró 339 casos de episodios con armas ilegales.
El gobierno de China suele propiciar el canje de armas por dinero en efectivo. En una campaña de seis meses, realizada en 2008, requisó 79.000 armas y más de cinco millones de municiones, según el Ministerio de Seguridad Pública.
China estableció un rígido control de armas en 1966, cuando niños armados rompieron una ventana del Gran Salón del Pueblo, sede de la Asamblea Popular, en la Plaza de Tiananmen, en Beijing, tratando de darle a un gorrión.
El gobierno endureció las leyes contra los portadores de armas tras la manifestación en defensa de la democracia de 1989.
