«El hecho de que el gobierno iraní no permita ingresar al país a observadores humanitarios de la ONU demuestra que tiene algo que ocultar», dijo a IPS el portavoz de la Campaña Internacional por los Derechos Humanos en Irán, Hadi Ghaemi.
El gobierno iraní rechazó el jueves las acusaciones de haber violado los derechos humanos y la libertad de expresión y de reunión en una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en Ginebra. El mismo día rechazó un pedido de la oposición para realizar una protesta pacífica.
Ebrahim Mehrati, quien estuvo detenido durante la ofensiva posterior a los comicios del 12 de junio del año pasado en Irán, fue abusado y violado por un policía.
"Mis amigos y yo, que fuimos prisioneros en la República Islámica y estuvimos presentes en la sesión de ayer o miramos su transmisión en vivo por Internet, sentimos mucho dolor, tristeza y malestar ante este inhumano encubrimiento de la verdad", dijo Mehrati a IPS este viernes.
Diez organizaciones no gubernamentales, siete de ellas críticas y tres favorables al gobierno de Irán, también presentaron sus versiones.
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"El desempeño de la delegación iraní y la descripción de la situación en el país ante el Consejo de Derechos Humanos el jueves sirvió para engañar a la comunidad internacional sobre la realidad" que se vive allí, dijo a IPS el director ejecutivo del Democracy Coalition Project, Dokhi Fassihian. Su organización fue una de las que participaron en el Consejo.
Aunque Teherán insiste en que sigue vigente la invitación a que los relatores especiales de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) para los derechos humanos lo visiten, ninguno de ellos ha tenido acceso a ese país desde 2005.
"Nos gustaría que los iraníes realmente cumplieran con una acción concreta su compromiso de permitir que relatores especiales, así como la oficina del Alto Comisionado (de la ONU) ingresen a Irán y realicen investigaciones completas sobre la situación de los derechos humanos", dijo a IPS Eileen Chamberlain Donahoe, representante de Estados Unidos en el Consejo.
En declaraciones oficiales, la delegación iraní dijo que recibirá a esas visitas "a su debido tiempo", sin especificar cuándo.
En la evaluación periódica del Consejo, Estados Unidos, Gran Bretaña y Noruega criticaron explícitamente a Irán, mientras que vecinos o socios estratégicos como China, Kuwait, Pakistán, Venezuela y Cuba defendieron los antecedentes de Teherán en materia de derechos humanos.
Respondiendo a las acusaciones de torturas, particularmente luego de la ofensiva posterior a las elecciones del año pasado, la delegación iraní afirmó que "el Islam está en contra de todas las formas de tortura y la Constitución de Irán la prohíbe en los términos más fuertes".
"Sólo se emiten sentencias de muerte para los delitos más serios y ninguno de los instrumentos internacionales las rechazan totalmente, y los países pueden elegir usar la pena capital", señaló, tras las acusaciones de que disidentes políticos habían sido ejecutados luego de juicios que carecieron de las garantías del debido proceso.
Como en sesiones previas del Consejo, los miembros de la delegación iraní se quejaron de que las críticas estaban motivadas políticamente.
"Muchas de las críticas sobre derechos humanos dirigidas a Irán son hechas y fabricadas por los enemigos de Irán", dijo a IPS Fatemeh Alia, parlamentaria conservadora e integrante de la delegación.
"Si hay algún caso, informennos y realizaremos el seguimiento" pertinente, agregó.
El representante de Irán en el Consejo, Javad Larijani, dijo que Irán es una de las democracias más fuertes de la región. Su declaración provocó las risas entre algunos miembros de la audiencia.
En medio de su discurso, uno de los presentes gritó: "Señor Larijani, usted está mintiendo". La policía lo escoltó hasta afuera del recinto.
La delegación también dijo que en Irán están "garantizados" los derechos de reunión y de libre expresión.
"El intento de Javad Larijani de eludir el debate sobre la seria crisis de los derechos humanos en Iran, y particularmente su argumento de que allí no se tortura a nadie, se contradice con muchos testimonios de víctimas", dijo a IPS el portavoz de la Campaña Internacional por los Derechos Humanos en Irán, Hadi Ghaemi.
"Solamente en los últimos días, otros varios defensores de los derechos humanos fueron detenidos, entre ellos Narges Mohammadi, cercana a (la ganadora del premio Nobel de la Paz 2003) Shirin Ebadi", destacó.
"Además, las confesiones forzadas, tomadas bajo coacción, continúan siendo transmitidas diariamente en la televisión iraní", señaló.