Zarqa, donde el islamismo crece de la marginación

Más conocida por ser la tierra natal de Abu Musab al Zarqawi, el fallecido líder de la red radical islámica Al Qaeda, esta norteña ciudad jordana se encuentra dominada por partidos musulmanes.

Oficinas de la Hermandad Musulmana en Zarqa. Crédito: Mona Alami/IPS
Oficinas de la Hermandad Musulmana en Zarqa. Crédito: Mona Alami/IPS
En el desierto blanco y rocoso que se expande desde Amman, descansa ésta, la segunda ciudad industrial de Jordania, caracterizada por sus estrechas calles con ajetreada actividad.

Zarqa es famosa en el mundo no sólo por Al Zarqawi (cuyo verdadero nombre era Ahmad Fadeel al-Nazal al-Khalayleh), sino también por haber sido hogar de Khalil Abu-Mulal al-Balaawi, el atacante suicida jordano que en diciembre de 2009 mató a siete empleados de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en una base estadounidense en Afganistán.

"Como la mayoría de los centros urbanos jordanos, Zarqa es una ciudad moderna, que data de principios de 1900", explicó Mohamad Masri, investigador del Centro para Estudios Estratégicos en la Universidad de Jordania.

La ciudad, hoy con poco menos de un millón de habitantes, fue construida por la comunidad chechena (presente en Jordania desde el siglo XVIII) y la tribu árabe Bani Hassan. "La población luego creció con la llegada de los refugiados palestinos en 1948", añadió.
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Relativamente próspera en los años 70 gracias a las industrias de petróleo y fosfato, Zarqa comenzó a perder riqueza cuando la clase más acomodada se fue mudando a los barrios ricos de Amman. "Zarqa fue básicamente despojada de su elite gobernante y pasó a estar habitada principalmente por trabajadores manuales y agrícolas", explicó Masri.

Ante el empobrecimiento de la ciudad, la organización política islamista moderada Hermandad Musulmana, fundada en Egipto, encontró un terreno fértil para reclutar adherentes.

Zarqa también está en gran medida dominada por los palestinos, muchos de los cuales sufren un fuerte sentimiento de marginación, que ha facilitado el surgimiento de los movimientos islamistas.

"El sistema de asistencia social de la Hermandad Musulmana instalado en Zarqa ha contribuido a hacer que la sociedad se vuelva más conservadora", subrayó el profesor.

Mohamad Al Zyoud, jefe del Frente de Acción Islámica, brazo político de la Hermandad en Jordania, señaló que el movimiento actualmente mantiene a una red de clínicas gratuitas, a 13.000 orfanatos y a 15.000 familias, además de financiar la educación de 10.000 alumnos. Alrededor de 30 por ciento de estos esfuerzos benéficos se concentran en Zarqa y sus suburbios.

"La Hermandad y el Frente apelan a los palestinos, que representan a la mayoría de los seguidores del partido y constituyen el sector mayoritario de la población de Zarqa", añadió Masri.

La influencia de la Hermandad en la ciudad es evidente. Con los años, las mujeres han reemplazado sus tradicionales pañuelos y sus coloridas ropas beduinas por el más conservador velo islámico.

"En los años 80, emergió en la ciudad el movimiento salafi Tabligh wal Daawa (llamado musulmán)", indicó Masri. Los salafis tienden a defender una forma "pura" y más conservadora del Islam, e introdujeron en Zarqa el burka (túnica impuesta a las mujeres que cubre todo el cuerpo) y la "salwar kamiz" (tradicional vestimenta pakistaní).

Hoy, el Frente domina el panorama político de la ciudad. "En 2003, los partidos islámicos obtuvieron cuatro de los 110 asientos parlamentarios, y seis en 2007. Y habríamos logrado más bancadas si las últimas elecciones no hubieran sido manipuladas", dijo Al Zyoud.

Masri estima que los islamistas pudieron haber obtenido 15 de los 110 asientos. En 2007, el Frente se retiró de los comicios municipales arguyendo fraude.

Los habitantes de "nuestros distritos confían en nosotros porque comparten creencias similares y están convencidos de que no somos corruptos y de que seguiremos defendiendo sus intereses cuando lleguemos al poder, algo que otros miembros del parlamento no han sido capaces de hacer", afirmó Al Zyoud.

Otros partidos musulmanes, como el moderado Al Wasat, afirman no concentrarse en la promoción de la fe islámica, sino en promover el papel político de los musulmanes. Sin embargo, dudan si en las elecciones previstas para fines de este año tendrán real oportunidad de ser elegidos en forma limpia.

"Esperamos ver qué tiene reservada la nueva ley electoral para los partidos islámicos. La nueva norma debe crear una cultura partidaria, algo que no puede conseguirse a menos que los ciudadanos sean educados y estimulados a integrarse a movimientos políticos", señaló Haytham al Anayni, representante de Al Wasat.

"Mientras los partidos estén bajo la jurisdicción del Ministerio del Interior, esto no será posible", añadió.

Por su parte, Al Zyoud admitió que la Hermandad Musulmana aguardará a la divulgación de la nueva ley electoral para decidir si participará de la campaña.

Pero marginar a los islamistas en las próximas elecciones sería contraproducente. Un estudio de 2008 indicó que entre cinco y siete por ciento de la población de Zarqa comparte los ideales radicales de Zarqawi.

Una porción de los residentes de esta ciudad sigue la postura ultraconservadora del denominado salafismo yihadista, señaló una fuente cercana a los movimientos islámicos en Zarqa.

Relegar a la Hermandad Musulmana y a otros movimientos, por tanto, podría resultar en un aun mayor apoyo popular para los grupos fundamentalistas.

"Más marginación podría erosionar la popularidad de movimientos islámicos (más moderados), como el Frente, y promover a las facciones más radicales", alertó la fuente.

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