Más de 1,8 millones de nicaragüenses son vulnerables a las consecuencias de diversos desastres naturales que permanentemente afectan al país, según estimaciones de la Defensa Civil.
El presidente de Nicaragua, el izquierdista Daniel Ortega, ordenó en marzo a las Fuerzas Armadas la conformación urgente de una comisión permanente para organizar a la nación de cara a los desastres naturales. El telón de fondo de la propuesta fueron los destructivos terremotos ocurridos en Haití, el 12 de enero, y en Chile, el 27 de febrero.
El diagnóstico para determinar los riesgos del país sostiene que cerca de un millón de personas que viven en las costas del océano Pacífico corren graves riesgos de ser afectadas por un terremoto, indica la Defensa Civil en el Plan Especial contra Desastres Naturales 2010, presentado este mes a Ortega.
El general de brigada Mario Perezcassar, jefe de este cuerpo especializado del ejército ante desastres naturales, explicó a IPS que se calificó a Nicaragua como país "multi-amenaza", por sus numerosos escenarios de riesgos a causa de sismos, erupciones volcánicas, deslaves, inundaciones, huracanes, incendios forestales y maremotos.
En el país hay 483 comunidades, con 123.000 personas en 1,5 millones de hectáreas de bosques, bajo riesgo de incendios forestales en época de verano, de noviembre a abril. Esta amenaza aumentó en 2007 cuando el huracán Félix arrasó millones de árboles.
Según el Plan Terremoto, de acuerdo a los cálculos de los militares, existen 48 municipios en alto riesgo en todo el territorio, principalmente en la zona del Pacífico donde se asientan las principales ciudades.
"Son poco más de un millón de personas aglutinadas en un área de 427 kilómetros de la zona costera del Pacífico", dijo el jefe militar.
El escenario de mayor riesgo es Managua, que ya fue arrasada por los sismos de 1931 y de 1972, que dejaron más de 16.000 víctimas fatales.
La capital del país tiene la mayor concentración de personas en el país, con más de un millón y medio de habitantes en residencia y tránsito. La ciudad es atravesada por 18 fallas sísmicas y 25 por ciento de su infraestructura es considerada "vulnerable y obsoleta".
Según el Departamento de Urbanismo de la alcaldía de Managua, las casas son las estructuras más vulnerables de la capital. La pobreza ha llevado al surgimiento de asentamientos humanos espontáneos levantados sin control de las normas técnicas del Reglamento de la Construcción.
Se estima que más de 200 comunidades y barrios marginales, con unas 120.000 viviendas y más de 300.000 personas conviviendo en hacinamiento, están asentadas sobre las fallas sísmicas de Managua.
Un estudio del gubernamental Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres, presentado en enero, estimó que un terremoto superior a los 6,9 grados en la escala Richter provocaría en Managua unos 30.801 muertos, 123.202 heridos y 317.304 damnificados, además de 52.884 casas destruidas y semidestruidas.
La Defensa Civil también estima que la amenaza con mayores posibilidades de ocurrir son las inundaciones y huracanes.
El Plan Invierno 2010, que al igual que el Terremoto forman parte del Plan Especial contra Desastres Naturales 2010, se activó en mayo y cubre a 76 municipios con amenazas severas e identificó 1.036 "puntos críticos" proclives a inundaciones en el país. La población en riesgo es de más de 709.000 personas.
De las ciudades estudiadas, las más vulnerables son Managua y las dos Regiones Autónomas del Atlántico Nicaragüense, que se ubican de frente al mar Caribe.
La capital nicaragüense, asentada en un valle rodeado de cerros y también circundada por el lago de Managua, tiene 114 kilómetros en situación de riesgo por deslaves e inundaciones donde se ubican 76 centros habitacionales, de acuerdo a los datos del Plan de Invierno.
Respecto de los huracanes, hay más de 350.000 personas en peligro permanente en 74 comunidades en las regiones norte y sur del Caribe.
El estatal Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales, a cargo de Meteorología, pronosticó para este año hasta 15 tormentas tropicales y ocho huracanes, de los cuales cuatro pueden ser intensos.
Además, existe un plan de maremotos con 24 puntos de alto riesgo localizados y monitoreados, así como sistemas de alerta temprana en los seis volcanes activos cercanos a la costa del océano Pacífico.
El científico y ambientalista Jaime Incer Barquero dijo a IPS que Nicaragua es "uno de los países más explosivo del mundo".
"Está ubicado en una cadena volcánica activa y establecido geográficamente en un corredor natural de huracanes y fenómenos climatológicos que cada año se desplazan por la costa Atlántica", explicó.
Según lo publicado por el Incer en su libro Desastres Naturales de Nicaragua, de los 29 mayores desastres ocurridos en América Latina y el Caribe entre 1972 y 2007, nueve de ellos ocurrieron en este país.
Frente a las costas del país, a 150 kilómetros en el océano Pacífico, se encuentran activas las placas tectónicas Coco y Caribe, generadoras de los principales sismos en América Central en los últimos 200 años.
A su juicio, esa situación es una de las probabilidades de muerte más altas de todo el mundo, tomando en cuenta que la posibilidad de fallecimientos por desastres naturales en un país altamente sísmico como Irán es de uno entre 23.000 y de uno entre dos millones para quienes viven en la ciudad estadounidense de California.
Ante los riesgos, el ejército y las instituciones que integran el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres han ejecutado 95 proyectos de organización y capacitación en 145 municipios.
Se han elaborado 4.236 planes de respuestas y realizado 1.200 simulacros, con 12.000 brigadistas voluntarios, 12.000 efectivos militares y una red de colaboración de policías, bomberos y personal médico.