Mayor poder en la dirección del Fondo para el Medio Ambiente Mundial demandaron representantes de gobiernos latinoamericanos que participan en la cuarta asamblea del organismo, que se realiza en la ciudad oceánica uruguaya de Punta del Este.
"Los países receptores debemos tener un espacio que permita balancear la manera en que se distribuyen los recursos del Fondo (conocido como GEF, por sus siglas en inglés)", dijo a IPS Jorge Luis Fernández, delegado del gobierno cubano, al concluir un foro dedicado a discutir mejoras en la eficacia y eficiencia del organismo.
Según Fernández, "hoy estos recursos tienen un desbalance para promover y facilitar que los intereses de los países ricos sean complementados, mientras que las soluciones a nuestros problemas de educación y pobreza no son cubiertos con los recursos que el GEF otorga", aseguró.
El GEF, integrado por 181 países, es la institución financiera ambiental más importante, creada en 1991 por el Banco Mundial.
En la actual asamblea, primera que se ejecuta en América Latina, los países donantes ofrecieron 4.250 millones de dólares para financiar las actividades de los próximos cuatro años, 52 por ciento más que lo alcanzado en el anterior proceso de reposición de recursos, en 2006.
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Fernández planteó la necesidad de dar más poder a la Asamblea, que se reúne cada tres o cuatro años y en la que están representados todos los países miembros, y reducir las facultades del Consejo, un directorio que toma decisiones concretas por consenso y se reúne dos veces por año, además de celebrar encuentros virtuales.
En la Asamblea "estamos representados mayor cantidad de países de manera individual y podemos negociar en mejor posición, mientras que en el Consejo estamos subrepresentados", aseveró Fernández.
El Consejo del GEF tiene 32 directores, 16 corresponden a países en desarrollo, dos a economías en transición y 14 a naciones ricas, si bien la mayoría de los miembros pertenecen a la primera categoría.
"Debemos hacer un trabajo mancomunado en el GEF, no solo desde la perspectiva de los países donantes, que es lo que hasta ahora ha venido primando en todas las reestructuraciones y las reglas con las que funciona", agregó Fernández.
Una de las puntas de lanza del GEF es el Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) implementado en forma local por más de 400 organizaciones de la sociedad civil, y que maneja montos que representan menos de uno por ciento del presupuesto del organismo. "El PPD es el mejor programa del GEF, sin embargo es el que menos dinero tiene, aunque va dirigido a resolver los problemas estructurales de la gente. Esa es una de las razones porque no hay balance entre los donantes y los receptores", concluyó Fernández.
Enma Díaz, viceministra de Recursos Naturales de Guatemala, dijo a IPS que si los países receptores tuvieran mayor participación en los órganos de decisión, se distribuirían más recursos a programas que los benefician.
Una mayor incidencia permitiría ampliar iniciativas como el PPD, con más recursos y cobertura.
"Es una relación de beneficio mutuo. Los donantes requieren de los países una buena gestión. El ejercicio medular del gobierno es en el territorio. Si hay una simbiosis entre el receptor y los donantes se logrará una mejor gestión", apunto Díaz.
Jorge Rucks, director nacional de Medio Ambiente de Uruguay, planteó a IPS que es muy importante encontrar mecanismos para que los países se expresen y la Asamblea es el ámbito más participativo y abierto.
El funcionario criticó la poca participación de los países receptores, pese a que enfrentan las peores consecuencias del cambio climático provocadas sobre todo por la contaminación histórica de las naciones industriales. "Y nosotros (los receptores) a través de la adaptación tenemos que resolver", aclaró.
Para Enrique Maruri, delegado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, las naciones receptoras deben definir los proyectos, y no los países donantes. "Debemos apropiarnos de los proyectos", enfatizó.
El director de la Oficina Regional de Ciencia para América Latina y el Caribe de la Unesco, Jorge Grandi, apuntó que la apropiación nacional de los proyectos es clave para el funcionamiento de cualquier fondo.
El funcionario de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) destacó la oportunidad de debatir sobre estas necesidades en Punta del Este.
Los reclamos de más voz de gobiernos latinoamericanos se suman a los formulados el lunes por la sociedad civil, que pidió ampliar los recursos y reducir la burocracia.
La Cuarta Asamblea del GEF terminará este viernes, cuando se hayan definido las prioridades de financiamiento ambiental para el cuatrienio 2010-2014.