La comisión de la ONU que investigaba el asesinato de la ex primera ministra de Pakistán, Benazir Bhutto (1943-2007), rechazó de forma rotunda el pedido de Islamabad de reabrir el caso.
La decisión fue tomada menos de 24 horas después de la fecha prevista para divulgar las conclusiones de la indagación sobre el atentado suicida perpetrado contra Bhutto el 27 de diciembre de 2007, cuando se retiraba de un acto electoral en la localidad de Rawalpindi, cerca de Islamabad.
El Partido del Pueblo de Pakistán (PPP) que lideraba la dos veces primera ministra (1988-1990 y 1993-1996) llegó al gobierno el 18 de febrero de 2008, encabezado por el viudo de Bhutto, Asif Ali Zardari.
El portavoz de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Martin Nesirky, declaró el miércoles que la comisión consideraba que había terminado su trabajo y que "no veía la necesidad de seguir investigando".
"De acuerdo con la información que nos suministraron los comisionados, ellos consideran que por ahora el trabajo está terminado", añadió.
[related_articles]
La negativa a continuar con la investigación fue una bofetada para el presidente de Pakistán, quien realizó un "pedido urgente" para demorar la divulgación del informe.
Horas antes de que se postergara la difusión de las conclusiones, y tras reunirse con los tres integrantes de la comisión, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, declaró: "todos los hechos y circunstancias relevantes se analizaron y el informe está completo y listo para ser divulgado".
Luego Ban accedió al pedido de Zardari y postergó la difusión del documento para 15 de este mes. La conferencia de prensa prevista para este jueves de tarde con ese fin fue cancelada.
La comisión, encabezada por el embajador chileno Heraldo Muñoz e integrada por el ex fiscal general de Indonesia, Marzuki Darusman, y Peter Fitzgerald, de la Policía Nacional irlandesa, fue creada a pedido del gobierno de Pakistán con el objetivo de indagar las circunstancias en torno al asesinato de Bhutto.
La investigación, que llevó nueve meses de trabajo de campo, al parecer critica al ejército y a la seguridad estatal de Pakistán por no proteger a la candidata del PPP, quien ya había sufrido un atentado en Karachi, del que salió ilesa, en octubre de 2007, cuando regresó al país tras nueves años de exilio.
El informe también incluye conclusiones de un equipo de Scotland Yard, la policía metropolitana de Londres, que critican al gobierno pakistaní por no proteger la escena del crimen, que fue limpiada eliminando pruebas fundamentales.
Islamabad, al parecer, deseaba que los comisionados interrogaran a dos jefes de Estado, no identificados, quienes supuestamente advirtieron a Bhutto de que su vida corría peligro, por considerar que es relevante para la investigación.
Al ser consultado al respecto, Nesirky señaló que los comisionados consideraron una cantidad importante de información, incluida la que apareció en los medios de comunicación en los últimos días.
"Tras las consultas y a la luz de los últimos datos, siguen diciendo que su trabajo está terminado", apuntó.
Ante la posibilidad de extender el mandato de la comisión, sus integrantes insisten en que su trabajo está terminado, insistió Nesirky.
"Todo lo que tenga que ver con la demora de la divulgación del informe obedece a causas meramente técnicas", añadió.
El gobierno de Pakistán, si lo desea, está en su derecho de suministrar información adicional que considere relevante para el caso.
La decisión de la comisión cae en mal momento para el gobierno de Zardari, quien está a punto de perder su autoridad política tras la amenaza del parlamento de despojarlo de ciertos poderes.
Además, la justicia de Suiza recibió un pedido para reabrir un antiguo caso de corrupción contra Zardari.
El pedido siguió a una decisión de la Corte Suprema de Pakistán que invalidó una amnistía que lo protegía de todo procesamiento. Ahora Zardari puede ser investigado por casos de corrupción, pese a ser presidente.
Zardari niega con vehemencia los cargos e insiste en que tiene inmunidad mientras sea presidente.