Muchos padres de la región Asia-Pacífico se desesperan cuando ven a sus hijos crear en Internet sus propios mundos, a menudo privados, sintiéndose perdidos por no saber cómo ingresar a ellos para protegerlos.
"Los padres de muchachos de entre 15 y 17 años no saben mucho sobre lo que están haciendo sus hijos. Cuanto mayores son estos, menos participan sus padres en las actividades que realizan en Internet", dijo Juthamart Rattanakhom, ex directora académica del Assumption Commercial College de Tailandia.
Los progenitores tienden a controlar lo que hacen en Internet sus hijos de seis a nueve años, pero, "en general, cuando son más grandes los dejan solos", agregó Juthamart, quien ejerce la docencia desde hace 27 años.
Los jóvenes tailandeses pueden pasar hasta 12 horas por día en cibercafés, participando en juegos en la red de redes, mucho más allá del promedio de 3,1 horas diarias que recomienda el Ministerio de Cultura.
Esta tendencia, especialmente entre adolescentes, ya sea en cibercafés como en sus propios hogares, se refleja mucho en otras partes de la región, donde viven 764 millones de usuarios de Internet, según el sitio web de Internet World Stats.
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En India, dos tercios de quienes acceden a la autopista de la información lo hacen desde cibercafés, lugares de trabajo y áreas ajenas al hogar, señaló en 2009 un estudio realizado por la consultora comScore.
En Filipinas, 74 por ciento de los niños de entre 10 y 17 años tienen acceso a Internet, y ocho de cada 10 usuarios acuden a cibercafés, según una investigación, también de 2009, llevada a cabo por el Instituto Asiático de Periodismo y Comunicación (AIJC, por sus siglas en inglés), con sede en Manila.
En marzo, un estudio de la filial australiana de Microsoft reveló que 65 por ciento de los padres dejan que sus hijos naveguen por Internet "sin control ni restricciones en el hogar".
Según ese informe, más de 60 por ciento de los progenitores están al tanto de los programas informáticos "de control parental", pero no los usan realmente.
Estos programas les permiten filtrar los sitios web a los que no quieren que sus hijos ingresen, y también incluyen la posibilidad de realizar un seguimiento de varias de las actividades que el niño o la niña llevan a cabo cuando están conectados.
"Es difícil que los padres investiguen los hábitos de sus hijos en Internet, especialmente si el acceso a la red se produce en cibercafés", declaró en una entrevista el presidente de AIJC, Ramon Tuazon.
El bajo costo de Internet también facilita mucho la navegación, especialmente cuando los jóvenes tienen que pagar apenas 20 centavos de dólar para jugar en la pantalla durante una hora.
En una entrevista por correo electrónico, Smita Deodhar dijo desde Mumbai que aunque ella vigila regularmente el uso que su hijo e hija hacen de Internet, a los padres no siempre les resulta fácil estar al tanto de sus actividades en el ciberespacio.
"Todos estos controles son inútiles. Si ellos quieren hacer cosas indeseables en línea, hay mil maneras de que las hagan sin el conocimiento de los padres", opinó Deodhar.
Tuazon sostuvo que el ciberespacio suele ser un terreno desconocido para muchos padres, excepto para aquellos más jóvenes.
Aparte de que pasen mucho tiempo en Internet, lo que a menudo significa estar encerrados, a padres y maestros les preocupa que los más jóvenes terminen cayendo en redes de prostitución infantil, pedofilia u otras formas de abuso a través de la red de redes.
Un ejemplo es la intimidación que ocurre cuando un niño o niña es objeto de acoso, amenazas y otras formas de tormentos psicológicos por Internet o por teléfonos celulares. Casos de este tipo se han reportado en Corea del Sur, Japón, Singapur y Filipinas.
De ahí que, según los análisis, sea tiempo de que escuelas y familias se vuelvan conscientes del importante rol que Internet ha asumido en la vida de niños y jóvenes.
Para ellos, el mundo virtual va mucho más allá de simplemente buscar información o intercambiar correos electrónicos. Con frecuencia define una parte significativa de su identidad social.
"En Tailandia, las escuelas dan clases de computación en tanto herramienta educativa. Pero cuando los padres hacen que los hijos accedan a una computadora en el hogar, también deben ser conscientes de sus responsabilidades", dijo Juthamart.
Según Tuazon, para ayudar a los padres a orientar a sus hijos en Internet, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) está elaborando un manual sobre estos temas cuya difusión se prevé para mediados de año.
Esta publicación instruirá a padres y maestros sobre cómo enseñar a los niños a usar la red de redes de modo responsable, agregó Tuazon, quien es asesor de la Unesco.
Para Deodhar, la mejor manera de ayudar a los niños a adquirir esa responsabilidad es tratarlos como adultos.
Hay que "darles una idea sobre los peligros" e infundirles sensatez, llamando su atención sobre "informes de prensa que hablan de esos ejemplos", propuso. Y también estar atentos "de un modo abierto, no asfixiante, y todo va a estar bien".
"Estoy a favor de una censura moderada, cariñosa y consensuada", añadió Deodhar.
* The Asia Media Forum (http://www.theasiamediaforum.org) es un espacio para que los periodistas compartan sus puntos de vista sobre asuntos relacionados con los medios y su profesión, así como artículos y opiniones sobre democracia, desarrollo y derechos humanos en Asia. Es coordinado por IPS Asia-Pacífico.