La justicia venezolana ratificó este miércoles la detención del dirigente Oswaldo Álvarez Paz, de tendencia demócrata cristiana, imputado de varios delitos tras sostener que instituciones del Estado ofrecen soporte a narcotraficantes y guerrillas.
La Fiscalía acusó a Álvarez Paz de los cargos de conspiración, penalizado con hasta 16 años de cárcel, de instigación pública a delinquir, con tres a seis años, y de difusión de información falsa, con dos a cinco años de prisión.
"Es el primer dirigente venezolano indiscutiblemente preso político, pues los delitos que se le achacan no son de naturaleza ordinaria como a otros políticos condenados, procesados o exiliados, sino de tipo político", señaló a IPS el analista Manuel Sierra.
Álvarez Paz acudió el 8 de este mes al canal de 24 horas de información Globovisión para opinar sobre la investigación del juez Eloy Velasco, de la Audiencia Nacional de España, sobre presuntos nexos entre el grupo separativa vasco ETA y las insurgentes Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC), y sobre el apoyo que recibirían en Venezuela.
En esa entrevista aseveró que "Venezuela se ha convertido en un centro de operaciones que facilita los negocios del narcotráfico", mediante "relaciones del régimen con estructuras que le sirven al narcotráfico, como las FARC y otras en el continente" americano.
Tres estas afirmaciones, los diputados oficialistas Manuel Villalba y Pedro Lander pidieron a la Fiscalía investigar al dirigente opositor por "apátrida, antinacionalista e instigador al odio contra las instituciones y los gobernantes" de Venezuela.
Como consecuencia de esta solicitud la policía detuvo la noche del lunes al dirigente opositor de modo preventivo y este miércoles el juez Rafael Osío dispuso que permanezca en esa situación mientras los fiscales disponen de un mes para sustanciar el expediente en su contra. Según las leyes, los juicios con privación de libertad deben ser la excepción y no la norma.
Omar Estacio, abogado de Álvarez Paz, criticó lo que entiende es el "uso de los tribunales para perseguir a opositores políticos".
A Álvarez Paz "se le imputa el delito de conspiración cuando hay jurisprudencia del Tribunal Supremo de Justicia en el sentido de que la conspiración se da entre dos o más personas, y los otros supuestos delitos se los supone causantes de pánico o alteración de la paz pública, ¿y dónde están esos estallidos o manifestaciones sociales?", señaló.
El ministro de Interior y Justicia, Tarek El Aissami, dijo que Álvarez Paz no fue detenido "por instrucciones del presidente Hugo Chávez, sino a solicitud de un tribunal de justicia, sobre la base de una investigación del Ministerio Público por la presunta comisión de un delito".
"Ya se acabó el tiempo en que la justicia no era igual para todos. Hay libertad de expresión y opinión, pero la gente es responsable de lo que dice", agregó El Aissami.
También la presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores, sostuvo que Álvarez Paz "está detenido porque cometió delito, porque por la boca muere el pez". Y refiriéndose a los opositores agregó: "¿Qué quieren? ¿Más impunidad? Sigan de bocones, llamando a la desestabilización. Aquí se acabó la impunidad".
En tanto, la oposición en pleno se expresó en contra de la detención de Álvarez Paz y sus portavoces coincidieron en acusar al gobierno de perseguir delitos de opinión, tratar de sembrar el miedo, coartar la expresión en un nuevo año electoral.
Para el 26 de septiembre están convocados los comicios para renovar la Asamblea Nacional, el parlamento unicameral de 165 escaños que en 2005 fueron íntegramente ocupados por dirigentes afines al gobierno debido a que la oposición retiró a sus candidatos a esa contienda en las urnas.
La coalición opositora Mesa de Unidad Democrática asentó en una declaración que "se apresa a Álvarez Paz por un delito de opinión, algo inadmisible en una democracia. Es una violación de la Constitución, así como un intento para promover el miedo y la autocensura, como medio para silenciar a los venezolanos".
El gobierno de Estados Unidos también se expresó por esta detención. "Estamos seriamente preocupados por el arresto de Álvarez Paz por simplemente expresar sus puntos de vista en un programa de opinión televisivo", indicó a periodistas el portavoz del Departamento de Estado de ese país, Mark Toner.
"Es desafortunadamente el último ejemplo del continuado ataque del gobierno (venezolano) a la libertad de expresión", dijo Toner.
Álvarez Paz, de 67 años, fue uno de los pupilos predilectos del fallecido patriarca del democristiano Copei, Rafael Caldera (1916-2010), y desde los años 70 se destacó en el parlamento. Fue gobernador de 1990 a 1993 del estado de Zulia, fronterizo con Colombia, lo cual invoca como aval de su conocimiento de la política y la lucha contra la guerrilla colombiana.
En 1993 compitió por la presidencia de Venezuela como abanderado de Copei, pero perdió frente a Caldera, quien ya alejado del partido que fundó gobernó por segunda vez el país de 1994 a 1999.
Tras aplaudir en 1999 la idea de Chávez de llamar a una asamblea constituyente, se convirtió luego en su enérgico crítico, al tiempo que fundó un grupo político sin mayor incidencia, la Alianza Popular. Cuando fue detenido en su residencia caraqueña la noche del lunes al martes, Álvarez Paz aseguró asumir "integralmente la responsabilidad por las cosas que he dicho y por las cosas que hago", actitud que elogió como "valiente" el polemista y diputado oficialista Carlos Escarrá.
