Cuando se elogian los avances en materia de equidad de género suelen aplaudirse los de países de Europa, de Asia y de América Latina y olvidarse los de África.
Ruanda es un ejemplo mundial en materia de cantidad de mujeres elegidas en cargos públicos. Ellas ocupan más de la mitad de los asientos parlamentarios, indicó Litha Musyimi-Ogana, directora de mujeres, género y desarrollo de la Unión Africana (UA), con 53 miembros.
Cabo Verde es otro país que ha obtenido logros significativos. Tiene «la mayor cantidad de ministras del mundo», apuntó. Ocho mujeres en 10 secretarías de Estado.
La UA reconoce que 70 por ciento de sus miembros cuentan con políticas de género, pero quedan «grandes desafíos en materia de implementación», añadió Musyimi-Ogana.
Una de las principales causas de que no sean llevadas a la práctica es la escasez de recursos económicos.
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La UA creó el Fondo para el Desarrollo de las Mujeres Africanas a fin de superar la «limitante de recursos».
También creó un protocolo, el apéndice sobre los «Derechos de las Mujeres», ratificado por 27 países, agregado a la Carta Africana sobre Derechos Humanos y de los Pueblos, que entró en vigor en 1986.
África alcanzó «logros admirables» disminuyendo la brecha de género en la educación primaria, en gran parte gracias a que pasó a ser «obligatoria, universal y gratuita», señaló la subsecretaria ejecutiva de la Comisión Económica para África de las Naciones Unidas, Lalla Ben Barka.
Alrededor de 65 por ciento de los países del continente realizan investigaciones sobre la situación de las niñas, dijo Ben Barka ante la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, de 45 miembros, que este viernes terminó dos semanas de reuniones en esta ciudad estadounidense.
Otros estados revisaron sus planes de estudio para presentar una imagen positiva de las mujeres, añadió.
Pero aún quedan cosas por hacer en varias áreas: derechos hereditarios de las mujeres, educación superior, eliminación de prácticas culturales y otras barreras que impiden su emancipación.
Liberia tiene la primera mujer en llegar a la presidencia de un país africano, Ellen Johnson Sirleaf, quien asumió el cargo en enero de 2006, recordó Ben Barka.
Además, 47 por ciento de los países del continente aprobaron leyes para eliminar la mutilación genital femenina (MGF), y muchos otros brindan servicios integrales para las víctimas, añadió.
Tsegga Gaim Misgun, de la Unión Nacional de Eritreas, señaló que las iniciativas para prohibir la MGF comenzaron a fines de los años 70, antes de la independencia formal en 1993, a instancias del entonces gobierno en funciones del Frente para la Liberación del Pueblo de Eritrea.
La población de ese país comenzó a dotarse de leyes que prohibían la práctica en el ámbito comunitario, lo que llevó al gobierno a abolir la MGF en marzo de 2007.
«La proclamación convirtió a la MGF en un delito», añadió Misgun.
Por su parte, Noluthando Mayende-Sibiya, ministra de Mujer, Infancia y Personas Discapacitadas de Sudáfrica, señaló que la violencia de género es una «gran preocupación del gobierno». El país tiene bastante avanzado un marco general para atender el problema, añadió.
La iniciativa comprende normas sobre delitos sexuales, la trata de personas, la violencia doméstica y otras más para proteger a niños y niñas.
Los Centros de Atención Thuthuzela, sitios donde se brinda una atención integral a las víctimas de abusos, fue elogiado como un ejemplo de «mejor práctica» en un informe elaborado en 2007 por el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, sobre violencia contra menores.
«La experiencia se reprodujo y se probó en muchos otros países», apuntó Mayende-Sibiya.
Sudáfrica está muy orgullosa de la gran cantidad de mujeres que participan en misiones de paz, remarcó Mayende-Sibiya. Constituyen alrededor de 40 por ciento del peresonal de ese país.
La ministra de Salud, Asuntos Sociales, Solidaridad Nacional y Familia de Gabón, Alphonisne Mvié Na, señaló que su país creó una estrategia para reducir la pobreza. También realizó un concurso para promover actividades socioeconómicas entre las mujeres. Las ganadoras obtuvieron 40.000 dólares y un viaje al extranjero.
En materia de empleo, Mvié Na aseguró que en Gabón no hay discriminación a la hora de contratar mujeres ni en los salarios que reciben. La escuela y los libros de textos son gratuitos, añadió.
En Etiopía, para mejorar la igualdad de género en la agricultura, el principal sector de la economía, los títulos de propiedad de la tierra están a nombre de las esposas para que ellas puedan ser propietarias de sus bienes.