El deceso tras una prolongada huelga de hambre en prisión de Orlando Zapata, de 42 años, elevó a primer plano la vieja discusión sobre los derechos humanos en Cuba, cuyo gobierno socialista rechaza acusaciones en esta materia.
En "nuestro país jamás se torturó a nadie, jamás se ordenó el asesinato de un adversario, jamás se mintió al pueblo", escribió el ex presidente cubano Fidel Castro en una columna de opinión publicada el martes en la prensa, dedicada a su más reciente encuentro con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva.
La breve visita a Cuba del mandatario brasileño, entre la noche del martes 23 y la mañana del jueves 25, coincidió con el fallecimiento de Zapata, quien permaneció más de 80 días sin ingerir alimentos para que se lo reconociera como preso de conciencia, entre otras demandas.
Castro dijo en su artículo que "algunos envidiosos de su prestigio y de su gloria, y, peor aún, los que están al servicio del imperio" criticaron a Lula esa visita. "Utilizaron para ello las viles calumnias que desde hace medio siglo se usan contra Cuba", añadió el ex mandatario, sin dar más detalles.
"Lula conoce desde hace muchos años que en nuestro país jamás se torturó a nadie, jamás se ordenó el asesinato de un adversario, jamás se mintió al pueblo. Tiene la seguridad de que la verdad es compañera inseparable de sus amigos cubanos", recalcó Castro, que se dijo orgulloso de su amistad con el brasileño.
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Aunque el ex mandatario no mencionó a Zapata, su mención a los derechos humanos fue considerada una referencia "indirecta" al recluso que la disidencia interna defiende como opositor en tanto la prensa oficial asegura que su historial comenzó con delitos comunes.
La noche del lunes, la televisión cubana difundió un reportaje con el testimonio de varios médicos sobre el seguimiento al huelguista de hambre, incluido el de la psicóloga María Esther Hernández, quien aseguró que en todo momento se le explicaron las consecuencias de su decisión y los "peligros" que corría, pero él mantuvo su conducta.
Según el material fílmico, transmitido por tercera ocasión en el mediodía del martes, Zapata no quiso alimentarse "por su voluntad", pero recibió medicamentos de última generación. "Está comprobado que un prolongado ayuno ata las manos de la ciencia", dijo la presentadora del programa.
El especialista en nutrición Jesús Barreto señaló que en ese caso se puede mantener a la persona más o menos bien nutrida por otras vías, aunque eso no garantiza una supervivencia a largo plazo. Una de las funciones más importantes de los intestinos es la inmunológica, añadió, y la falta de estímulo por la carencia prolongada de alimentos conduce a infecciones múltiples.
El reportaje muestra a la madre de Zapata, Reyna Tamayo, en alguna entrevista con personal médico y de prisiones. La mujer dice estar agradecida de que los mejores médicos se ocupen de su hijo y manifiesta su "plena confianza" en que se hará lo posible por salvarle la vida.
Para el activista opositor Elizardo Sánchez, esas escenas son una "evidencia de que el gobierno filma y graba secretamente a las personas". La mujer sepultó a su hijo en las primeras horas del jueves 25 en Banes, municipio de la oriental provincia de Holguín, y culpó del deceso al gobierno cubano.
Sánchez dijo a IPS que el periodista disidente cubano Guillermo Fariñas continúa su huelga de hambre y sed iniciada hace cinco días en su hogar de la central ciudad de Santa Clara y no descartó que en las próximas horas empeore su salud y deba ser hospitalizado.
Fariñas exige la liberación de los presos por causas políticas. Sánchez recordó que es la primera vez que Fariñas, quien realizó anteriormente varios ayunos, se niega a beber agua. "Nosotros no recomendamos este tipo de demostraciones porque el gobierno es duro, no va ceder", dijo.
El activista añadió que dos de los cuatro presos que en los últimos días dejaron de ingerir alimentos en prisiones de la occidental provincia de Pinar del Río, desistieron de su medida, y un tercero podría dar por finalizada en el transcurso de este día su protesta por la muerte de Zapata.
En declaraciones a IPS, el opositor moderado Manuel Cuesta describió a Zapata como "un hombre con un pasado, que un día decidió trabajar a favor de los derechos humanos y comenzó a vincularse con el ala más radical (de la oposición)", representada entre otros por Martha Beatriz Roque y Óscar Elías Biscet, actualmente en prisión.
Cercano a corrientes socialdemócratas, Cuesta admitió que el caso de Zapata repercutirá negativamente en las gestiones de España en el seno de la Unión Europea (UE) para avanzar en la normalización de las relaciones con Cuba, aunque consideró poco recomendable el aislamiento.
"El resultado de lo sucedido es negativo e inevitable, pero política y estratégicamente lo único que puede ayudar es el diálogo", remató el vocero del opositor partido Arco Progresista (AP), que actúa en la ilegalidad como todos los grupos de la disidencia interna, no reconocida por el gobierno.
En el pasado, este sector de la oposición criticó la politización de los derechos humanos en la desaparecida Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. La Habana rechaza los señalamientos unilaterales en esa materia, en tanto mantiene discretas y periódicas conversaciones sobre el tema con España y otros países.
La cuestión humanitaria fue durante años motivo de duros enfrentamientos entre las delegaciones de La Habana y Washington en Ginebra, sede anual de las sesiones de esa Comisión que en 2006 fue sustituida por el Consejo de Derechos Humanos en la Organización de las Naciones Unidas.
Aunque con algunas reservas, Cuba firmó en 2008 el Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, ambos en vigor desde 1976. Este último habría concentrado las principales reservas del gobierno cubano.
En 2009, el Consejo aprobó el informe presentado por el gobierno cubano para el Examen Periódico Universal, que incluyó una revisión de las características del sistema jurídico y penitenciario, así como de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.
Desde 2009 está pendiente la visita del relator especial de las Naciones Unidas sobre la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, Manfred Novak.