La Unión para las Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU) elevó este lunes al tribunal federal del Distrito de Columbia peticiones de hábeas corpus para cuatro hombres que estuvieron detenidos entre uno y dos años y sin cargos en la base aérea afgana de Bagram.
A estas personas, cuyos abogados sostienen que nunca participaron en hostilidades contra Estados Unidos y que tampoco integran organizaciones involucradas en ese tipo de actividades, nunca se les dijo por qué estaban detenidas, ni se les permitió hablar con un abogado, ni se les dio la posibilidad de realizar una apelación judicial.
"Durante demasiado tiempo, Estados Unidos ha estado capturando personas en Afganistán, incluso en sus propios hogares, y encarcelándolas por años, sin que medien cargos o una audiencia justa. Esto no es funcional a nuestros valores ni a nuestra seguridad", dijo Jonathan Hafetz, abogado de la ACLU
"Un tribunal debe tener la oportunidad de decidir si es legal continuar encarcelando a estos hombres sin cargos. La práctica estadounidense de detener indefinidamente a cientos de personas en Bagram sin permitirles acceder a abogados, evaluación judicial o el debido proceso, es una mancha en nuestra reputación mundial", agregó.
Una de las peticiones presentadas este lunes es en nombre de los hermanos afganos Jalatzai.
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Antes de ser detenido, hace casi 20 meses, Sibghatullah Jalatzai trabajó durante cuatro años como traductor para las fuerzas estadounidenses. Y Samiullah Jalatzai fue arrestado hace casi 23 meses en su lugar de trabajo, sin darle ninguna explicación.
La segunda petición es en nombre del empleado del gobierno afgano Haji Abdul Wahid y su sobrino Zia-ur-Rahman. Los soldados estadounidenses los sacaron a ambos de sus casas durante una gran redada barrial, hace más de un año.
Las peticiones sostienen que las fuerzas armadas no tienen autoridad para detener a estos hombres y que la falta de acceso a tribunales o al debido proceso para apelar su detención viola la Constitución de Estados Unidos y el derecho internacional.
Entre los profesionales que trabajan en estos casos figuran abogados de la ACLU y Tina Foster, de la International Justice Network, que coordina los litigios de hábeas corpus de Bagram.
Estados Unidos es el único de los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que participa en el conflicto en Afganistán que detiene a individuos por tiempo indefinido. Otras naciones del bloque realizan detenciones por un máximo de 96 horas y luego o bien liberan a esas personas o bien las transfieren a custodia afgana.
"Existe una preocupación creciente en cuanto a que Bagram se haya convertido en el nuevo Guantánamo, excepto que con cientos de prisioneros más detenidos indefinidamente, en condiciones más duras y con menos debido proceso", señaló la ACLU.
Una demanda presentada en septiembre de 2009 por la ACLU, en el marco de la Ley de Libertad de Información, buscó desclasificar documentos relacionados con la detención y el trato a los prisioneros de Bagram. En abril de 2009 había presentado una solicitud similar.
En respuesta, el Departamento de Defensa difundió por primera vez el mes pasado una lista que contiene los nombres de 645 prisioneros detenidos en la base afgana en esa fecha.
También incluyó información como nacionalidad, tiempo de detención, país de captura y circunstancias del arresto.
Ahora la ACLU pide que el gobierno de Barack Obama haga públicos los registros de las personas actualmente detenidas en la base afgana, donde se detalle el proceso garantizado a estos prisioneros para apelar su detención y designación como "combatientes enemigos".
La prisión que Estados Unidos administra en la base afgana ha estado por muchos años en la mira de los medios y del público, pero hay muy poca información disponible sobre ese centro o quienes están prisioneros allí.
El gobierno estadounidense comenzó en 2002 a detener allí a una cantidad desconocida de prisioneros. Recientes informes de prensa señalan que los reclusos actualmente son más de 600. Algunos de ellos están allí desde hace seis años, sin acceso a asesoramiento legal y sin posibilidad de apelar.
Las condiciones del confinamiento en Bagram son primitivas. Continúan surgiendo acusaciones de maltrato y abuso. Por lo menos dos prisioneros fallecieron en sus instalaciones.
"Aunque la nación está envuelta en un intenso debate público sobre la política estadounidense de detención y trato a prisioneros en custodia de Estados Unidos, la mayoría de los estadounidenses sigue en la oscuridad en relación a hechos básicos de Bagram", señaló la ACLU.
"Cuando los prisioneros están en custodia estadounidense ( ), sin importar la ubicación, están en juego nuestros valores y compromiso para con el imperio de la ley. Ahora que el presidente (Barack) Obama ha dado el paso positivo de ordenar el cierre de Guantánamo, es crucial que no permitamos que continúen otros Gitmos (como también se llama a la cárcel ubicada en la bahía cubana) en otras partes", dijo la organización.
Una investigación del periodista Anand Gopal publicada en el sitio TomDispatch.com reveló la existencia de otra prisión en la base aérea de Bagram. Tan secreta es que ni siquiera la Cruz Roja tiene acceso a ella. Se la llama "Cárcel negra", y se señala que la administran las Fuerzas Especiales de Estados Unidos.