Duras críticas de la oposición política y escepticismo en la comunidad de técnicos y ex ejecutivos del sector energético ante la presencia en Venezuela de una misión cubana, encabezada por el vicepresidente Ramiro Valdés, de ayuda para superar el déficit de electricidad que padece el país.
"Está aquí entre nosotros, y lo saludamos, el comandante Ramiro Valdés, héroe de la Revolución, uno de los rebeldes del (asalto al) Cuartel Moncada, del Granma y de la Sierra Maestra", dijo Chávez en un acto conmemorativo del undécimo aniversario de su llegada a la presidencia de Venezuela.
El mandatario explicó que Valdés es parte de la oferta del líder cubano Fidel Castro para ayudar en la tarea de resolver el déficit de electricidad en Venezuela, que ha sumido al interior del país en apagones a diario, mientras en Caracas se pone a punto un esquema que recortará el fluido a los mayores centros comerciales, industriales y otros grandes consumidores.
"Esa comisión técnica nos ayudará a enfrentar el problema eléctrico, que ellos (los cubanos) lo han tenido, y muy grande, en otras épocas", dijo Chávez.
Valdés, vicepresidente de los consejos de Estado y de Ministros de Cuba, es desde 2006 ministro de Informática y Comunicaciones, tras haber sido ministro del Interior, viceministro de las Fuerzas Armadas y viceprimer ministro para el sector Construcción.
"Su presencia es un insulto a la ingeniería y a las universidades venezolanas, a la capacidad de nuestros técnicos, y hace parte de una renuncia a la soberanía que ha llevado cubanos a nuestros institutos militares, a las oficinas de identificación y al círculo de seguridad del propio presidente", declaró Enrique Márquez, vicepresidente del partido opositor Un Nuevo Tiempo.
Diplomáticos latinoamericanos en Caracas han dicho a IPS que en Venezuela hay unos 40.000 cooperantes cubanos, la mitad de ellos en el área de salud y los restantes en el manejo de unos 200 acuerdos de cooperación bilateral, que involucran a decenas de ministerios y empresas y otros entes estatales de ambos países.
El presidente del Colegio de Ingenieros de Venezuela, Enzo Betancourt, dijo que "aquí hay suficiente capacidad profesional y técnica, muy por encima de la Cuba". "El presidente lo que hace es decretar la cubanización de la energía eléctrica", sostuvo.
José Aller, profesor de Ingeniería Eléctrica en la caraqueña Universidad Simón Bolívar, aceptó ante IPS la presencia de extranjeros, pues "aunque haya aquí personal capacitado, no debemos descartar que expertos de otros países nos ayuden". "Interactuamos con franceses, estadounidenses, alemanes y brasileños, en especial estos últimos que tienen gran experiencia en desarrollos hidroeléctricos, no así Cuba", aclaró.
"El problema es más técnico que político. Falta energía. Las unidades térmicas no se han desarrollado, las pocas que había están obsoletas y la generación está por debajo de la demanda. Se requieren inversiones por casi 20.000 millones de dólares en el sector para, dentro de unos años, equiparar oferta y demanda ", dijo Aller.
La capacidad eléctrica instalada de Venezuela es nominalmente de 23.300 megavatios/hora (Mwh), pero la generación real ha estado alrededor de 16.000 Mwh el último año, frente a una demanda de más de 17.000 unidades.
Según informes privados, en enero de 2010 la generación fue de 15.650 Mwh y la demanda de 17.250 Mwh.
La primera fuente del problema, y de las soluciones, es el complejo de represas hidroeléctricas de Guri, en la sudoriental Guayana, con 14.000 Mwh de capacidad instalada y alimentado desde un lago artificial de 4.000 kilómetros cuadrados.
La cota del embalse, a 273 metros sobre el nivel del mar (msnm), tiene como marca de colapso los 240 msnm, y desciende unos 10 centímetros por día, encontrándose el pasado lunes en 258,08 msnm.
A ese ritmo de descenso, la generación de electricidad podría paralizarse en el complejo dentro de tres meses.
Tanto Guri como la gran planta térmica que atiende a Caracas, y Plantacentro, que alimenta la región industrial al noroeste de la capital, padecen falta de mantenimiento, turbinas usadas detenidas y nuevas con retraso para ser instaladas, y queman fuel oil como combustible por la escasez de gas, según el experto Fernando Branger.
Branger, ex gerente de proyectos en la compañía Electricidad de Caracas hasta que fue estatizada en 2007, dijo que instalaciones como Guri están sobreexplotadas y que el gobierno compró pequeñas plantas térmicas para un plan de "generación distribuida", de nuevos 1.000 Mwh, de los cuales se han instalado el último año unos 460 Mwh.
Responsables de la estatal Corporación Eléctrica Nacional dieron parte esta semana de la instalación de decenas de "grupos electrógenos" en distintas zonas de provincia. Cada grupo electrógeno tiene pequeñas plantas que totalizan la generación de 15 a 30 Mwh y se conectan a una estación eléctrica para alimentar ciudades y pueblos.
"La electricidad distribuida no es una solución para Venezuela. Es una tecnología obsoleta que representa ganancias para Cuba, encargada de suministrar las plantas fabricadas en otros países como España o China", advirtió a IPS el experto Víctor Poleo, viceministro de Energía durante los tres primeros años de gobierno de Chávez.
El gobierno incluyó en sus planes para este año distribuir unos 60 millones de bombillas de bajo consumo, fluorescentes, para reemplazar las incandescentes que consumen varias cantidades más de electricidad.
Como en años anteriores, la adquisición de estas bombillas fabricados en Asia se efectúa a través de Cuba.
Chávez dijo recientemente que en su gobierno "hemos construido viviendas, hospitales, escuelas y redes de transporte, lo cual disparó el consumo", y subrayó que continuarán las inversiones y hacia 2014 "Venezuela verá aumentada en 45 por ciento su capacidad de generación eléctrica, hasta 33.800 Megavatios".
A diferencia de Aller, Poleo considera que "la crisis eléctrica es política y su solución es política, con un cambio de gobierno". "Los ministros no previeron que la planificación en electricidad se hace con un horizonte de 30 años y las inversiones deben duplicarse cada 15 años. Los recursos para el sector fueron despilfarrados o no se ejecutaron", detalló.
Para Branger, "ya no hay opción". "La decisión de racionamiento está tomada, y no es una alternativa, sino que simplemente la energía no existe. No hay otra opción que cortar el suministro eléctrico porque se acabó la batería", afirmó.
Poleo, por su parte, sostuvo que "el racionamiento no es una solución, sino que prolonga la agonía rumbo a 2012 (cuando Venezuela efectuará elecciones presidenciales), a la espera de que entren en funcionamiento las nuevas y demoradas plantas térmicas".
La crisis eléctrica "azota el bienestar de la población y afecta la actividad económica", destacó Poleo, para quien el ahorro forzado en el área metropolitana de Caracas "afectará las empresas con sistemas de producción continua, desde plásticos y hojalata hasta las imprentas, y una consecuencia será más desempleo".
Carlos Larrazábal, presidente de la Confederación de Industriales, coincidió con Poleo en que "una parada (un corte de energía) eléctrica de dos horas puede convertirse en una parada de producción de hasta ocho horas. La actividad del sector puede afectarse en un 25 por ciento, con consecuencias sobre la disponibilidad de los productos que elaboramos".
Luis Solórzano, secretario general del partido opositor socialcristiano Copei, reclamó que "el presidente debe decirle la verdad al país, asumir su responsabilidad, convocar a todos los sectores para encarar esta crisis y hacer las inversiones necesarias en las plantas térmicas que se necesitan".
Como anticipo del nuevo foco de la oposición política, Solórzano dijo que Valdés "no aportará gran cosa a la solución del problema eléctrico, pero en cambio tiene mucha experiencia en la conducción de la represión en Cuba".