El arresto de siete wahabíes, tras una ofensiva policial en la aldea bosnia de Gornja Maoca, ha suscitado preocupaciones por la presencia de fundamentalistas islámicos que llegaron al país en las sangrientas guerras balcánicas de 1992-1995.
El wahabismo es una forma austera del Islam que promueve la interpretación literal del Corán. Los wahabíes estrictos creen que todos quienes no practiquen su versión de la religión son infieles y enemigos.
La acción policial del 2 de este mes, designada "Operación Luz", abrió la duda de que las actividades de extremistas en la aldea fueran financiadas desde el exterior.
"Es difícil decir cuánta influencia pueden tener realmente estas personas aquí (en Bosnia-Herzegovina), pero es obvio que las fuerzas de seguridad tienen información significativa y han actuado contra ellas", dijo telefónicamente a IPS Srdjan Dizdarevic, director del Comité de Helsinki para los Derechos Humanos, con sede en Sarajevo.
"También tiene que llegarle alguna ayuda al grupo desde el exterior, dado que nadie puede sobrevivir sin tener un trabajo, que los wahabíes (arrestados) no tienen", señaló Dizdarevic.
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Las tensiones van en aumento entre los tres principales grupos que constituyen la población de Bosnia-Herzegovina: musulmanes (45 por ciento), ortodoxos serbios (36 por ciento) y católicos apostólicos romanos (15 por ciento).
Dizdarevic destacó que los funcionarios judiciales de Bosnia-Herzegovina habían dicho que la operación se montó "contra personas que establecieron una organización delictiva, aspirando a desestabilizar el país y su orden constitucional, e incitar odios e intolerancia interétnica, racial y religiosa".
Según Dizdarevic, aunque los wahabíes están distribuidos por todo el país y tienen una presencia visible, el principal problema es que "quieren introducir su versión estricta del Islam por la fuerza y no se abstienen de la violencia, tomando por blanco tanto a musulmanes como a no musulmanes".
Los críticos sostienen que la rigidez del wahabismo le ha llevado a malinterpretar y tergiversar el Islam, señalando a extremistas como Osama bin Laden —líder de la red Al Qaeda— y al movimiento Talibán en Afganistán. Es la fe dominante en Arabia Saudita.
El wahabismo llegó a Bosnia-Herzegovina durante las guerras que tuvieron lugar entre 1992 y 1995, cuando unos 15.000 combatientes ingresaron al país procedentes de Argelia y Afganistán, además de naciones del Cáucaso y Medio Oriente, para ayudar a los bosnios musulmanes en una violenta guerra contra los croatas católicos y los serbios ortodoxos que dejó 100.000 muertos.
Aparte de librar la guerra, los combatientes introdujeron un Islam estricto, mientras que sus anfitriones eran, predominantemente, musulmanes sunitas seculares.
La mayoría de los muyahedines (luchadores religiosos) se fueron después del fin de la guerra, que se concretó con el Acuerdo de Paz de Dayton, mediado por Estados Unidos. Pero unos 1.500 se quedaron, casándose con mujeres del lugar y mezclándose en la sociedad de bosnios musulmanes.
Los aldeanos de Gornja Maoca vivieron de acuerdo a la estricta shariah (ley islámica), organizando escuelas en árabe para sus hijos, por fuera del sistema estatal, y oponiéndose a la primacía de la comunidad islámica concentrada en Sarajevo.
Durante la guerra y poco después, más de 50 organizaciones no gubernamentales islámicas estuvieron comprometidas en presuntas actividades humanitarias.
La más prominente de estas entidades fueron la Third World Relief Agency (TWRA), fundada por sudaneses y financiada por saudíes, y la Benevolence International Foundation, señala el libro "Garibs – the Mujahideen in Bosnia-Herzegovina from 1992 to 1999" ("Extranjeros: Los muyahedines en Bosnia-Herzegovina de 1992 a 1999"), del escritor Esad Hecimovic, radicado en Sarajevo.
Ambas organizaciones, como muchas otras, fueron clausuradas bajo presión de Estados Unidos, pero el dinero saudita continuó volcándose a Sarajevo. Un ejemplo de esto es la imponente mezquita del rey Fahd, que costó 29 millones de dólares, en la capital bosnia.
En una entrevista publicada la semana pasada en el diario Politika, de Belgrado, Hecimovic dijo que "la sola presencia de ideas que han llevado a actos delictivos masivos en el exterior representan un peligro para la seguridad de Bosnia y sus alrededores".
"Policías y jueces no deberían ser pasivos cuando alguien instruye a sus seguidores sobre cuán a menudo cometer ataques suicidas", agregó, aludiendo a declaraciones de Nusret Imamovic que aparecen en el sitio web www.putvjernika.com ("red de creyentes"), administrado por el grupo wahhabi de Gornja Maoca.
El sitio, que se publica en idioma bosnio, difunde declaraciones de la red extremista Al Qaeda y de organizaciones islámicas que operan en la región del Cáucaso. También rinde tributo a los atacantes suicidas musulmanes y exhibe decenas de fotografías de jóvenes "mártires" sonriendo por llevar a cabo misiones contra los "infieles".
Sin embargo, Dizdarevic cree que la influencia de los wahabíes es limitada. "Habría muchos de ellos si hubieran podido echar raíces entre los bosnios musulmanes luego de ingresar al país en 1992", dijo.
Para Dzevad Galijasevic, miembro de la unidad antiterrorista de Sarajevo, "la aldea (de Gornja Maoca) es apenas uno de los brazos del pulpo que se está expandiendo por todas partes en la región".
En una entrevista con la televisión federal de Sarajevo, Galijasevic dijo que la presencia del grupo wahhabi en Gornja Maoca solamente "distrae la atención de las actividades (que tienen lugar) en Sarajevo".
"La cabeza del pulpo está en la mezquita del rey Fahd, donde los wahabíes y otros extremistas llevan a cabo sus operaciones sin obstáculos e incluso se reúnen con los miembros de organizaciones delictivas internacionales", señaló.
Galijasevic se refería al arresto, en noviembre de 2009, de tres musulmanes radicales acusados de delitos terroristas y tráfico de armas por un tribunal bosnio. Esto fue precedido por una intensa investigación que, según los fiscales, incluyó entrevistas con casi 70 testigos y la recolección de unas 1.000 evidencias en Bosnia-Herzegovina, Alemania y Austria.
Un brazo del pulpo fue cortado en el pueblo serbio de Novi Pazar, en la región de Sandzak, limítrofe con Bosnia, y poblado por bosnios musulmanes.
En julio del año pasado, un tribunal de Belgrado sentenció a dos wahabíes de Sandzak, Senad Ramovic y Adnan Hot, a 13 y ocho años de prisión respectivamente, luego de acusarlos por posesión de armas y municiones y por planear actividades terroristas.
"Los grupos de wahabíes en Gornja Maoca y Novi Pazar están conectados", dijo el ministro serbio de Empleo y Políticas Sociales, Rasim Ljajic, al canal de televisión B92. El propio Ljajic es un musulmán de Sandzak.
Durante el juicio previo al Tribunal Especial de Belgrado, Adnan Hot dijo que los wahabíes de Novi Pazar "siguen solamente a tres personas: Nusret Imamovic, Ebu Muhamed y el difunto Jusuf Barcic".
Los nombres no significaron mucho para la prensa serbia en ese momento, pero con el arresto de Imamovic —el presunto líder el grupo wahhabi bosnio— en Gornja Maoca, es posible distinguir un patrón guía, según algunos observadores.