SRI LANKA: Triunfo de Rajapakse golpea a las minorías étnicas

La victoria del presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapakse, en las elecciones esta semana fue un duro golpe para las minorías étnicas de este estado insular de Asia meridional.

Los grupos étnicos minoritarios se inclinaron en las urnas por el rival de Rajapakse, el ex comandante del ejército Sarath Fonseka, con el deseo de que su triunfo permitiera el cumplimiento de sus aspiraciones de igual reconocimiento en un país que ha sufrido profundas divisiones.

Pero ahora todos esos anhelos se han perdido.

En los comicios presidenciales del lunes, Rajapakse, quien se postuló para un segundo periodo, se quedó con 57 por ciento de los votos emitidos en todo el país.

Fonseka recibió 40,15 por ciento de los sufragios. Contaba con el respaldo de una coalición formada por el Partido Nacional Unido, pequeñas agrupaciones políticas tamiles y musulmanas y el radical cingalés Partido Janatha Vimukthi.
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El candidato opositor había liderado al ejército a una crucial victoria contra los Tigres por la Liberación de la Patria Tamil-Eelam (LTTE), grupo secesionista durante la última fase de la guerra civil.

Por su parte, el presidente Rajapakse, como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, también se atribuyó el éxito de la campaña contra los Tigres. Él y Fonseka pronto tomaron rumbos opuestos y compitieron por el botín de guerra en las elecciones: el cargo de jefe de Estado y sus amplios poderes.

Ahora que ha emergido un claro ganador en los comicios, en la persona de Rajapakse, cuya campaña se basó en el triunfo sobre los rebeldes y la "unidad nacional", es tiempo de ir más allá del discurso y enfrentar la realidad, señalan analistas.

"El discurso de un país unificado bajo la bandera budista cingalesa siempre ha inclinado las elecciones a favor de los políticos cingaleses. Pero las minorías han votado muy diferente", explicó R. Bharathi, editor del periódico tamil Sudar Oli.

"No hay absolutamente ninguna duda de que el eslogan de Rajapakse ha sido rechazado por las minorías, los musulmanes y tamiles", añadió.

Setenta y cuatro por ciento de los 21 millones de habitantes de Sri Lanka son de la etnia cingalesa, 18 por ciento tamiles, siete por ciento de origen árabe y uno por ciento veddas.

El resultado anunciado el martes en televisión mostró una marcada diferencia en las cifras de votación de las áreas de mayoría cingalesa y las de las minorías tamil y musulmana.

Un claro ejemplo son los resultados electorales en el norte, zona azotada por la guerra. Rajapakse recibió sólo 3.554 votos en Nallur, una importante localidad en la provincia de Jaffna, hogar cultural de la población tamil.

Por su parte, el candidato opositor recibió un abrumador apoyo, con 11.543 votos, más del triple que el presidente.

En Kalmunai, localidad costera oriental predominantemente musulmana, los votos para Fonseka totalizaron 32.946, contra 9.564 para Rajapakse, otra muestra de la frustración de las minorías ante la promesa del mandatario de "unidad nacional".

Entrevistados por IPS, votantes tamiles expresaron su deseo de tener a un líder que respete sus derechos como ciudadanos iguales en materia de acceso a empleos, tierra, educación y seguridad.

Esas aspiraciones, dijeron, han sido sistemáticamente ignoradas por Rajapakse, quien le ha dado la espalda a importantes garantías constitucionales.

Shanthini, quien se negó a dar su apellido, encabeza un grupo de apoyo a mujeres en la localidad oriental de Trincomalee. "Creo que Rajapakse nunca le reconocerá los derechos a las minorías", dijo al explicar su voto a Fonseka.

Trincomalee ha sido históricamente un distrito dominado por tamiles, pero largas décadas de colonización estatal y programas de migración han incrementado la población cingalesa.

Shanthini también administra un hogar para niños huérfanos en Muttur, una localidad de agricultores en Trincomalee dominada por tamiles y musulmanes, y que fue centro de intensos combates entre el ejército de Sri Lanka y el LTTE. Fonseka ganó más de 70 por ciento de los votos allí.

El politólogo Jayadeva Uyangoda, de la Universidad de Colombo, consideró paradójico el patrón de sufragio entre la población tamil y musulmana, favoreciendo a un militar que lideró la guerra étnica. También, el hecho de haber apoyado a un candidato que no ganó podría ser una señal perturbadora.

"El triunfo de Rajapakse es un duro golpe a las minorías, pues su esperanza de cambio ha sido rechazada. Para ellas, el futuro es claro. Serán ciudadanos de segunda clase de aquí en más", señaló.

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