Cuando Omar Abdel-Razeq fue nombrado ministro de Finanzas, luego de que Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica) ganó las elecciones en enero de 2006, la cadena británica BBC señaló que tenía «el puesto menos envidiable» en el nuevo gobierno.
Este profesor de economía fue uno de los 15 palestinos elegidos para el parlamento mientras se encontraban presos en una cárcel de Israel. Detenido sin acusación formal, fue liberado poco después de su designación.
Mucho antes de que se dedicara a resolver el gran déficit presupuestal creado por el cerco a Gaza y el boicot internacional contra Hamás, Abdel-Razeq fue detenido otra vez en junio de 2006, junto a otros 64 altos funcionarios del movimiento, incluyendo a varios ministros y más de 40 miembros electos del Consejo Legislativo Palestino (CLP).
Abdel-Razeq habló con IPS desde su oficina en Ramalah.
IPS: Israel vinculó su arresto de junio de 2006 con la captura de un soldado israelí en Gaza
OMAR ABDEL-RAZEK: Entonces sí. Fuimos arrestados por ese incidente. Pero no podían hablar sobre eso en el sistema de tribunales militares. Nos acusaron de ser miembros de una lista electoral, de participar en las reuniones del CLP y de ser ministros de un gobierno "en servicio" de Hamás. En mi caso, al menos ser ministro de Finanzas era una tarea técnica, no política.
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IPS: ¿Hubiese sido posible para el gobierno del primer ministro palestino Salam Fayyad en Cisjordania tomar el control sin esos arrestos de los miembros del CLP?
OAR: No. Uno de los objetivos del gobierno israelí era distorsionar los resultados de las elecciones. El movimiento islámico ganó una mayoría, y se supone que debía gobernar los territorios por cuatro años. Por tanto, interfirieron llevando a la cárcel a 42 miembros del CLP.
IPS: En cuanto a las fuerzas de seguridad palestinas que han pasado a estar bajo el auspicio del general (estadounidense) Keith Dayton, ¿aún reciben informes de maltratos o torturas de parte de la población?
OAR: Bueno, hay un problema con la definición de tortura aquí. En octubre se emitió un decreto presidencial contra ésta. Lamentablemente, la definición de tortura se refiere sólo presión física severa, golpear o colgar a personas de los pies, etcétera.
Todavía hay tipos de tortura que se practican pero que las fuerzas de seguridad piensan que no es tal. Por ejemplo, pueden atarte de manos en la espalda y sentarte en una silla por 12 o 15 horas. Todavía pueden atar tus manos y alzarte. También hay casos, especialmente durante esos días de frío invierno, en que confiscan frazadas y colchones. Obligan a las personas a quedarse de pie por horas, y no las dejan dormir durante días, y no lo consideran tortura.
IPS: ¿Todavía hay ataques contra la infraestructura de Hamás, en el marco de lo que Israel llama la Estrategia Dawa?
OAR: No sé si hay más qué atacar. Terminaron con la infraestructura de Hamás. Por supuesto, cuando hablamos de infraestructura hablamos de las sociedades, cooperativas e instituciones que existían para ayudar a los pobres y huérfanos, así como a las familias de los prisioneros. Esto obviamente afectó muy severamente a esa parte de la sociedad civil.
IPS: ¿Y funcionó esa estrategia?
OAR: Funcionó en el sentido, como usted dijo, de que no puedes encontrar a alguien que hable en nombre de Hamás si eres periodista. No puedes encontrar a un representante de Hamás para que hable en un seminario. Ha tenido éxito en impedir todas las actividades, por ejemplo, en los campus universitarios. La beneficencia se detuvo. Esto afectó al movimiento. Entonces, tuvieron éxito en eso.
Pero si hablamos sobre el movimiento, ¿está acabado Hamás? No.
IPS: ¿Estamos en camino de una tercera Intifada?
OAR: No por la situación económica. Por las políticas israelíes en Jerusalén, quizás, o por la política israelí sobre los asentamientos, o por el fracaso de (el partido secular) Fatah y de la Autoridad Nacional Palestina para lograr los objetivos nacionales palestinos.
(El presidente palestino Mahmoud) Abbas está decidido a que el único camino, la única alternativa que tenemos son las negociaciones. Por lo tanto, no permite que nadie más exprese sus opciones, incluyendo la resistencia civil. No estoy siquiera hablando sobre un levantamiento militar. Tras el sitio (a Gaza), tras las prácticas de la Autoridad contra los movimientos de resistencia, un levantamiento militar va a ser muy difícil. Pero incluso el levantamiento civil es impedido por la Autoridad. No va a ser promovido.
IPS: Si hay reconciliación a nivel político, ¿es posible que miembros de Hamás se integren al ejército que está formando Dayton para hacerlo más legítimo?
OAR: En Cisjordania estamos buscando integrar las fuerzas de seguridad. Queremos que las fuerzas de seguridad protejan al pueblo, junto a la policía y al sistema judicial. Y, en segundo lugar, terminar con la cooperación con los israelíes, dejar de combatir la resistencia.
Estamos bajo ocupación. Mientras la ocupación continúe, hay derecho a resistir. Ahora, si resistes o no es otro tema, pero el derecho existe. No creemos que ninguna oposición o lucha contra la resistencia de los palestinos contribuya a la causa palestina.
IPS: ¿Cuál es el paso siguiente? ¿Puede haber elecciones?
OAR: Sin reconciliación (entre Fatah y Hamás), no creo que tenga sentido unas elecciones. Hamás va a participar de elecciones si es después de una reconciliación. Pero, en mi opinión personal, no es la solución.
Tuvimos elecciones. Fueron muy justas y transparentes. Fueron elogiadas por todos, pero nadie aceptó los resultados. Podemos tener elecciones mañana, pero no sería bueno si el mundo no va a aceptar los resultados. A menos, por supuesto, que los comicios sean diseñados para que los resultados estén en línea con lo que quiere Estados Unidos y Occidente.