Francia aceleró el ingreso de niñas y niños adoptados por familias de este país en Haití, pese a que Unicef advirtió, apenas sucedió el devastador terremoto del día 12, que se suspendiera esta práctica ante el riesgo de que miles de menores desamparados fueran víctimas del tráfico de personas o abuso.
Tras el terremoto, que destruyó la capital haitiana, se constató que unos 15 niños y niñas habían desaparecido de hospitales en Haití, informó Unicef.
La directora ejecutiva del organismo, Ann Veneman, dijo en una declaración que se debe hacer todo el esfuerzo posible para que los niños recuperen a sus familias.
"Sólo si eso es imposible, y luego de que se hayan realizado los filtros necesarios, deben las autoridades pertinentes considerar alternativas permanentes como la adopción", declaró.
"Las verificaciones para la adopción internacional de algunos niños haitianos ya se habían concluido antes del terremoto. En esos casos, existen claros beneficios para acelerar el viaje a sus nuevos hogares", agregó Veneman.
Francia tiene el mayor número de adopciones de niños haitianos, con 600 adoptados el año pasado, y más de 700 en 2008, según las autoridades.
En las próximas semanas se prevé que 276 más comiencen vida nueva con las familias que los habían adoptado antes del terremoto, explicó la cancillería francesa.
Otros países europeos, como Alemania, España y Holanda, están acelerando las solicitudes de adopción, al igual que Canadá y Estados Unidos.
Pero Plan International, una de las organizaciones benéficas más antiguas del mundo dedicada a los derechos y las necesidades de la infancia, apoya la postura de Unicef.
"Tenemos una posición muy clara y firme, y las opiniones de Unicef y Plan International son muy similares", dijo a IPS Rosemary McCarney, directora ejecutiva de Plan Canadá, en entrevista por vía telefónica.
"Los niños son más vulnerables en los desastres naturales y en ocasiones no podemos distinguir si se encuentran sin sus familiares o padres, así que debemos aplicar un mecanismo de rastreo", explicó.
"Lo peor que podemos hacer es sacarlos de su comunidad y perderles el rastro o vincularlos con una familia nueva cuando sus familiares los están buscando. Es muy importante manejarse con lentitud con respecto a la adopción y manejarse con rapidez en cuanto a que los niños estén seguros y bajo el cuidado de adultos responsables", dijo.
Pero McCarney agregó que si los niños ya están en proceso de adopción formal, entonces Plan International apoya que los gobiernos aceleren el proceso, pero sin dejar de estar atentos a la protección del niño.
"Puedes acelerar el proceso pero no saltearte pasos", dijo. "Debemos tener en cuenta que la primera y mejor opción es que los niños estén con sus familiares. Y la segunda mejor opción es que estén en sus propias comunidades con adultos responsables que los cuiden".
Antes del terremoto, Haití ya tenía un problema grave de tráfico infantil. Un informe de la Organización de las Naciones Unidas señaló que "hasta 2.000 niños eran traficados cada año a República Dominicana, a menudo sin el consentimiento de sus padres".
La mortandad provocada por el sismo, así como la destrucción de hogares, escuelas y orfanatos incrementó esa amenaza, mientras una cantidad innumerable de niños y niñas quedaron solos, con frecuencia heridos y necesitados de tratamiento.
Los partidarios de la adopción dicen que esta es una oportunidad de supervivencia para los niños que no tienen adultos que los cuiden. Una treintena de pequeños que llegó a Francia el viernes viene de un orfanato en Puerto Príncipe y no tendrían ni padres ni familiares.
Con edades de uno a seis años, fueron recibidos en el aeropuerto parisino de Charles de Gaulle por la primera dama Carla Bruni Sarkozy y sus familias adoptivas.
"Es hermosa. Estamos encantados de que esté aquí", comentó un padre a la prensa acerca de su hija recién adoptada.
Funcionarios franceses dijeron que los niños también se reunirían con expertos médicos para recibir posible tratamiento por traumatismo psicológico tras el terremoto.
En el propio Haití, organizaciones como Plan International, que trabaja en el país desde hace 30 años, están instalando lugares seguros para los niños con el fin de brindarles una sensación de estabilidad y normalidad. Se calcula que más de 40 por ciento de los casi 10 millones de habitantes son menores de 12 años.
"La reconstrucción de Haití es un proceso a largo plazo que llevará al menos 10 años", aseguró McCarney. "En ese tiempo, los niños pasarán de la infancia a la adultez. Vamos a depender de ellos. Así que es importante que la reconstrucción comience por los niños. No será fácil, pero son los haitianos quienes pueden re-imaginar a Haití como debe ser", agregó.