Las mayores tasas de repetición y deserción escolar en Chile se registran entre los 50.000 niños, niñas y adolescentes que viven en asentamientos irregulares, según un estudio presentado este miércoles, en el que se exhorta a los candidatos presidenciales a atender esta situación.
Casi 90 por ciento de los consultados, en promedio entre los 10 y 13 años, aseguraron estar estudiando. Pero la mitad ha repetido de curso, según las entrevistas hecha para la investigación "Vivir en campamentos: la voz de los niños, niñas y adolescentes", realizada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la no gubernamental Fundación Un Techo para Chile.
Mientras la tasa de deserción nacional en la educación primaria llega a 0,93 por ciento y la de secundaria a 6,8 por ciento, en el caso de los menores de edad preguntados ésta alcanza en promedio a 13,3 por ciento.
Un tercio declaró haber trabajado en tareas como lavado de autos, empaque en supermercados, comercio ambulante y recolección de cartones.
La Fundación Un Techo para Chile es una institución sin fines de lucro creada en 1997 por el sacerdote jesuita Felipe Berríos, que opera con donaciones y voluntariado y que tiene presencia en otros países de América Latina.
El trabajo en terreno fue realizado por el Departamento de Sociología de la Universidad Católica e incluyó entrevistas a 1.280 personas, entre niños y adultos de campamentos de tres regiones del país, la Metropolitana de Santiago, la norteña de Antofagasta y la central del Bío-Bío.
Según los catastros de Un Techo para Chile, actualmente más de 20.000 familias chilenas viven en tugurios muchas veces sin servicios básicos.
Según las cifras oficiales, la pobreza en este país sudamericano hoy con 17 millones de habitantes bajó de 38 a 13 por ciento de la población entre 1990 y 2006.
El principal propósito de Un Techo para Chile es llegar al 18 de septiembre de este año, fecha en que se celebrarán los 200 años de vida independiente, con los asentamientos irregulares erradicados "estructuralmente", es decir, que queden menos de cinco por ciento de familias viviendo en esas condiciones, pero con planes de salir de ella.
"Nosotros tenemos políticas públicas que ha implementado el Ministerio de Vivienda con subsidios que son muy buenos, tenemos gente organizada, tenemos empresarios que quieren cooperar, tenemos la Fundación Un Techo para Chile, con jóvenes voluntarios trabajando firme", dijo a IPS el sacerdote Berríos.
"Pero obviamente que si a todo esto no se le da empuje, no se le da la urgencia que requiere, se puede seguir postergando, porque siempre conviene correrlo para cuando sean las próximas elecciones" presidenciales, acotó.
Berríos se refiere a la segunda vuelta presidencial que se realizará el 17 de este mes entre el postulante de derecha, el multimillonario empresario y ex senador Sebastián Piñera, y el ex mandatario democratacristiano Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000), que representa a la centroizquierdista Concertación de Partidos por la Democracia, en el gobierno desde 1990.
El estudio de Un Techo para Chile y Unicef indicó que cerca de 30 por ciento de los niños, niñas y adolescentes de los tugurios comparten su cama con alguien al momento de dormir. De ellos, 65,2 por ciento lo hace con un hermano o hermana, pero hasta 20 por ciento lo hace con alguien distinto a sus padres o hermanos.
Más de 60 por ciento de los entrevistados también tiene a otros familiares en estos barrios hacinados.
Aunque casi 70 por ciento de los niños y niñas aseguran que les gusta vivir en el campamento, 76,9 por ciento respondieron que preferían vivir en otro lugar.
Cerca de sus nuevos barrios, tanto los menores de edad como sus padres, les gustaría tener un supermercado, seguidos de plazas de juegos y farmacias.
Lo que menos les gusta es que en estos barrios haya que soportar el barro y la basura de las calles, la humedad y el frío que se siente en invierno, así como las peleas callejeras y la venta y consumo de drogas.
"En el estado en que está Chile ahora, muy desarrollado, con un PIB (producto interno bruto) per cápita muy alto, ahora miembro de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), no puede seguir con campamentos, con gente pobre y con adolescentes que tienen una tasa de repitencia escolar en la escuela media 10 veces mayor porque viven en tugurios", dijo a IPS el representante para Chile de Unicef, Gary Stahl.
"Chile no puede seguir con esos bolsones de pobreza, mientras avanza en el resto del país. Chile tiene toda la oportunidad, todo lo necesario, para ofrecer las mismas oportunidades a todos los niños y adolescentes del país", acotó.
Desde su perspectiva, el país "ha avanzado mucho a nivel nacional, tiene excelentes índices en comparación con el resto de América Latina y del mundo entero, pero ahora tiene que tener una mirada regional y comunal".
El gobierno de la socialista Michelle Bachelet anunció que el 11 de este el país pasará a ser parte oficialmente de la OCDE, la organización creada en 1961 por países industrializados con el fin de intercambiar información y armonizar políticas para maximizar el crecimiento económico y abordar desafíos comunes en áreas sociales y ambientales.
Chile será el segundo país latinoamericano en integrar el también llamado "Club de los países ricos", después de México, que ingresó en 1994.
"Sin soberbia, con mucha humildad, creo nosotros estamos en un nivel bastante avanzado, yo creo que vamos a ser el primer país latinoamericano que va a terminar con los campamentos" irregulares, planteó a IPS el sacerdote Berríos.
"Pero eso no nos debe hacer dormirnos sino lo contrario, porque eso nos va a permitir dar una señal al resto de América Latina", concluyó.