La Unión Europea (UE) se comprometió a aportar al menos 400 millones de euros (unos 600 millones de dólares) para ayudar a Haití a enfrentar los problemas causados por el terremoto, y reclamó una mejor organización del apoyo internacional.
María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta del gobierno español, que en este primer semestre preside la UE, se trasladó a ese país caribeño para coordinar la ayuda europea y también tomó la iniciativa de reunir a representantes de otros países y viajar para ello a República Dominicana y Brasil.
El avión en el que se trasladó transportó también 12 toneladas de material sanitario, que de inmediato comenzó a ser distribuido, aunque con grandes dificultades.
Tras reunirse en Puerto Príncipe con el presidente haitiano René Preval, Fernández de la Vega subrayó que era "responsabilidad de la comunidad internacional ofrecer todo su apoyo".
Pero la vicepresidenta puntualizó que "el primer protagonista de la reconstrucción de Haití deben ser el gobierno y el pueblo haitiano".
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Además reclamó una mejor organización de la ayuda, en especial la proveniente de Estados Unidos, en aparente alusión a la situación creada por los aviones estadounidenses que llegan a Puerto Príncipe, ocupan las pistas de aterrizaje y obstaculizan el transporte y la distribución de la asistencia, lo que motivó una queja del secretario de Estado de Cooperación de Francia, Alain Joyandet.
Desde Brasil también se levantó oposición a que Estados Unidos asuma el mando de los soldados que cumplen misiones humanitarias en Haití. El ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobin, una de las primeras personas que se trasladó a territorio haitiano tras el terremoto, dijo que Brasil "no cederá voluntariamente el mando".
Mientras, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado pidió este lunes al gobierno español que, atendiendo a razones humanitarias, paralizara los procesos de expulsión de ciudadanos haitianos sin permiso de residencia y que acelerara los trámites de reagrupación familiar, estén en marcha o se inicien en estos días.
Fernández de la Vega, en representación de los 27 países de la UE, se trasladó este lunes a Santo Domingo para asistir a una reunión convocada por el presidente dominicano Leonel Fernández con el fin estudiar la reconstrucción de Haití.
En ese encuentro participarán también representantes de Estados Unidos, de Canadá y de países de América Latina. La vicepresidenta después se trasladará a Brasil para dialogar y analizar medidas conjuntas con el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva.
Estados Unidos, con ya 10.000 soldados en Haití, anunció que enviaría más efectivos, lo que motivó una rápida respuesta desde Europa. La jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, al enterarse manifestó que, más que ayuda militar, la población haitiana necesita una mayor coordinación para que la asistencia llegue rápido y bien.
Sobre el tema también se pronunció Alain Joyandet, quien pidió a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que aclarara cuál era el papel de Estados Unidos. En vez "de ayuda militar como tal", lo que hay que hacer, sostuvo, es colaborar en el transporte de alimentos y en la reconstrucción de vías de comunicación.
El diplomático francés hizo estas declaraciones luego de que un avión de su país tuviera grandes dificultades para aterrizar en Puerto Príncipe transportando un hospital móvil, debido al control del aeropuerto por parte de militares estadounidenses.
Mientras, de España se dispuso este lunes enviar un buque militar anfibio, con 190 tripulantes, un hospital y un quirófano a bordo, que podrá llegar a Haití a principios de febrero.
El comisario de Desarrollo y Ayuda Humanitaria de la UE, Karel de Gutch, confirmó este lunes que la UE aportaría en lo inmediato 137 millones de euros para ayuda humanitaria, otros 200 millones para la reconstrucción a mediano y largo plazo, más 90 millones para esfuerzos inmediatos de reparación.
En tanto, en Haití, funcionarios, cooperantes y ciudadanos se esfuerzan por organizar y llevar a cabo la distribución de la ayuda material y la atención sanitaria, enfrentando grandes obstáculos.
El diplomático español Juan Lugo, del Ministerio de Asuntos Exteriores, dijo en declaraciones a la prensa que la situación era "caótica". "La ayuda humanitaria no sale de Santo Domingo porque cuesta muchísimo trasladarla. Hay un serio problema con los aterrizajes", señaló. La desesperante situación ha llevado a muchos haitianos a asaltar los lugares donde está depositada la ayuda e incluso a quienes las transportan.
A esto se suma la dificultad de los cooperantes para trabajar entre escombros y para auxiliar a heridos. Marcos, un bombero español, relató por radio que lograron rescatar a un niño pero que lo hicieron "trabajando con las manos", ya que todavía no habían podido recibir herramientas y vehículos necesarios, que estaban en el aeropuerto.
Del equipo médico español también informaron que carecen de medios para hacer más efectivo su trabajo. Por ejemplo, no pueden hacer radiografías.
España considera el envío de varios barcos y helicópteros a Haití con materiales, como solicitó la ONU. Pero el canciller Miguel Ángel Moratinos señaló que aún se espera la respuesta los demás miembros de la UE.
