ELECCIONES-SRI LANKA: Tensa e inusual campaña

El 1 de este mes, millones de usuarios de teléfonos celulares en Sri Lanka recibieron un inusual mensaje de texto en medio de una avalancha de saludos por Año Nuevo. El remitente era simplemente «El presidente». Pero no era una broma.

Se trataba de un mensaje real del presidente Mahinda Rajapaksa, quien le deseaba a los srilankeses lo mejor para 2010, añadiendo que había cumplido sus promesas a la nación.

Rajapaksa afronta un momento crucial en su larga carrera política, de más de cuatro décadas: competirá con su ex comandante del Ejército, el general retirado Sarath Fonseka, en las elecciones presidenciales del 26 de este mes.

Los antiguos camaradas que recibieron el crédito por derrotar hace sólo ocho meses al grupo separatista Tigres para la Liberación de la Patria Tamil-Eelam (LTTE) se han convertido en irreconciliables rivales políticos, haciendo que las próximas elecciones sean las más radicalizadas desde que este país de Asia meridional ganó la independencia de 1947.

Rajapaksa procura la reelección subrayando los logros de su primer período y presentando como principal trofeo el fin de la insurgencia del LTTE. Ahora también promete dedicarse a impulsar la economía.
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Fonseka, por el otro lado, espera convertirse en el primer uniformado en alcanzar el más alto puesto electivo basándose en la fortaleza de su historial militar. Es también un duro crítico del actual presidente, al que acusa de arrastrar al país al nepotismo.

Tras las sensación de calma que dejaron las festividades por Navidad y Año Nuevo, en los primeros días de 2010 volvió la tensión política. La campaña, que comenzó el 17 de diciembre, se ha intensificado, y promete aumentar aun más en intensidad.

El 3 de este mes se reportaron choques entre partidarios de los dos candidatos en la localidad de Kiribathgodda, unos 15 kilómetros al norte de Colombo, y en Nawalapitiya, ubicada en las colinas centrales, a unos 120 kilómetros de la capital.

Similares incidentes, aunque de más pequeña escala, se habrían registrado también en Negombo, a 40 kilómetros de Colombo, y en la oriental ciudad de Eravur.

Grupos observadores dijeron temer que la campaña se vuelva aun más violenta. Fuentes del organismo Acción Popular para Elecciones Libres y Justas (PAFFREL), informaron a IPS que había indicios de un aumento de la tensión política.

"Es probable que aumente la tensión en el terreno conforme se acercan las elecciones", señaló la directora ejecutiva de PAFFREL, Rohana Hettiarchchi.

El Centro para el Seguimiento de Violencia en Elecciones (CMEV), otro organismo de observación, también reconoció que la situación se agravó en los primeros días de este año. "El CMEV nota con preocupación el aumento de la violencia en las elecciones presidenciales", señaló en un comunicado el 4 de este mes. El Centro añadió que recibió informes sobre cuatro importantes incidentes el 3 de este mes. "Los casos en que se usaron armas de fuego aumentaron", indicó.

Observadores dijeron que la carrera entre Rajapaksa y Fonseka era tan estrecha que difícilmente sus partidarios retrocederían.

"Ambas partes parecen dispuestas a enfrentarse con violencia, lo cual es muy peligroso", dijo Keerthi Thenakkon, portavoz de la Campaña para Elecciones Libres y Justas.

Sin embargo, la policía indicó que, comparada con los últimos comicios presidenciales de 2005, la actual campaña ha sido levemente menos violenta. El sub-inspector general Gamini Navarathne, jefe de la unidad policial para las elecciones, señaló que solamente 250 incidentes han sido reportados hasta ahora, contra 280 en 2005.

No obstante, los enfrentamientos podrían aumentar de aquí al 26 de este mes.

También crece la preocupación por el uso de recursos públicos en propaganda. "La tendencia parece aun más ominosa en las actuales elecciones presidenciales", señaló la oficina srilankesa de Transparencia Internacional en un informe sobre abuso de fondos públicos, divulgado el 31 de diciembre pasado.

"Es extremadamente importante que la gente se resista al uso de recursos públicos para propósitos electorales, porque es la que carga el costo del abuso" de esos fondos, añadió la organización.

Observadores sostuvieron que la elección de Fonseka como candidato le dio nueva energía a la oposición, que buscaba una alternativa para contrarrestar la popularidad del presidente Rajapaksa.

"Creo que ha ofrecido una viable oposición a la popularidad del presidente, especialmente dentro de los votantes de la mayoría cingalesa", dijo Jehan Perera, director ejecutivo del Consejo Nacional de Paz, organismo de derechos humanos.

Como principal grupo étnico del país, los cingaleses constituyen 70 por ciento del electorado.

Los dos principales partidos políticos opositores cingaleses, el Partido Nacional Unido y el Frente Popular de Liberación, unieron files para respaldar a Fonseka como candidato común.

La entrada en escena del militar retirado tuvo consecuencias nunca vistas. Monjes budistas, antes entre los principales seguidores de los partidos políticos pro-nacionalistas, ahora participan de protestas en Colombo, tanto a favor como en contra del gobierno.

La última semana de diciembre, monjes protestaron la capital contra la supuesta declaración hecha por Fonseka implicando al secretario de Defensa, Gotabaya Rajapaksa, en violaciones a los derechos humanos perpetradas en la última fase de la guerra contra el LTTE.

"Es una declaración muy irresponsable por alguien que ha sido comandante del Ejército. Queremos dejar constancia de nuestra propuesta", dijo Bengamuwe Nalaka Thero, uno de los monjes.

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