Más de un millón de niños y niñas pobres de Nicaragua disfrutarán este mes de una masiva celebración de la Navidad cristiana, con actividades recreativas y regalos, promovida por el gobierno del presidente Daniel Ortega y criticada como populista y excéntrica por la oposición.
Rosario Murillo, esposa del mandatario y coordinadora de Comunicación y Ciudadanía de la Presidencia de la República, anunció en el fin de semana previo a diciembre, la creación de una feria de juegos y parque de diversiones en La Plaza de la Fe, en el occidente de la capital.
El proyecto fue denominado oficialmente como "Navidad Solidaria 2009" y se extenderá hasta el 3 de enero de 2010.
En el parque se instaló una pista de patinaje sobre hielo, juegos mecánicos, carritos que colisionan, carruseles infantiles, trenes eléctricos, plataformas para saltos y áreas de juegos físicos.
Además se acondicionaron instalaciones para realizar presentaciones artísticas de danza, se contrataron payasos, grupos de titiriteros, personal circense y otros entretenimientos infantiles.
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En un ambiente fuera de lo común, se ve corretear a miles de niños y niñas entre juegos mecánicos y equipos reales de guerra.
El ejército nicaragüense fue invitado a participar y exhibir en la misma plaza aviones, lanchas, helicópteros, tanques de combate y armamento antiaéreo, junto a camiones antiguos del Cuerpo de Bomberos de Nicaragua.
Murillo anunció la realización de concursos, pistas para desarrollar disciplinas deportivas y un área de feria, donde se expenden dulces tradicionales y artesanías locales.
De acuerdo a los cálculos oficiales de la Presidencia, en la feria se atenderá a 59.200 niños y niñas, tan solo en la pista de hielo, la atracción más requerida en esta nación tropical centroamericana, donde no existen instalaciones recreativas de este tipo.
En las recreaciones mecánicas aéreas para adolescentes y jóvenes se atenderá aproximadamente 245.500 usuarios.
En los juegos mecánicos infantiles se proyecta que concurrirán 230.500 niños y niñas, más 120.000 en otros juegos eléctricos. En los juegos de plataforma para saltos la expectativa es que participen 193.000 menores de edad y en las carpas con los espectáculos circenses se anticipa que el público infantil alcance a 81.500 personas.
En total, el gobierno calcula que un millón y medio de adolescentes, niños y niñas de todo el país visitarán las instalaciones.
Para lograrlo, el gobierno ha alquilado 200 autobuses escolares para trasladar a la población infantil desde los diferentes puntos del país hasta Managua.
El gobierno de Nicaragua pagó también a miles de artesanos para la creación de 100.000 piñatas llenas de dulces para ser quebradas en los días previos a la Navidad, que el mundo cristiano celebra el 25 de diciembre.
También se anunció la entrega de 300.000 juguetes ese día y miles de bonos de alimentos a familias pobres.
Murillo también ordenó a todas las instituciones públicas crear altares en las calles para venerar a la Virgen María, la madre de Jesús y símbolo clave en la Iglesia Católica, a la que se celebra ritualmente en este país el 8 de diciembre como en el resto del mundo católico.
Además ordenó a funcionarios públicos que trabajan en el estatal Programa Amor, cuyo eje laboral es el rescate de los niños y niñas trabajadoras de la calle, a reclutar a unos 12.7000 menores para llevarlos a la feria.
En esa tarea se involucran 150 técnicos del programa estatal y 1.340 promotores de la estatal Secretaría de la Juventud.
En la actividad se ha involucrado también a alcaldías, funcionarios públicos y militantes del partido de gobierno, el izquierdista Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Murillo aseguró a medios oficiales que la instalación del parque y la ejecución de la jornada Navidad Solidaria "es caro, pero no lo están pagando ni los que saquearon a Nicaragua ni los corruptos".
La esposa de Ortega reaccionó así ante críticas de opositores, que ven como excéntrico y fuera de lugar la contratación de pistas de patinaje sobre hielo y como populismo la repartición de alimentos en plazas públicas a las familias pobres del país.
Edmundo Jarquín, ex candidato presidencial por el disidente Movimiento de Renovación Sandinista, calificó el gesto navideño del gobierno "como una burla a los más pobres"
"El pueblo quiere empleo y salario, que es dignidad, y no limosnas, que son una burla", dijo Jarquín a IPS.
"En un país tan pobre, la gente irá, y con toda razón, a recoger y disfrutar esas migajas que la familia gobernante, en actitud neroniana, arrojará desde el balcón del poder", expresó.
Para Jarquín, la gente "en el fondo del corazón, preferiría tener un empleo y un salario con el cual adquirir, como un derecho, lo que Ortega entrega como una limosna".
Nicaragua tiene una población de 5,7 millones de personas, y 47 por ciento vive con menos de dos dólares por día, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas.
Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura indican que entre 2009 y 2010 la desnutrición infantil en Nicaragua alcanzaría a 38 por ciento de la población infantil menor a cinco años, frente al 27 por ciento de 2006.
Cifras oficiales del Ministerio de Educación estiman que entre 500.000 y 700.000 niños, niñas y adolescentes quedan fuera del sistema educativo cada año por falta de recursos económicos de sus familias.
Miembros del opositor y derechista Partido Liberal Constitucionalista, como el diputado Wilfredo Navarro, criticaron desde la Asamblea Nacional la actividad gubernamental y exigieron información sobre el origen de los fondos utilizados.
Cálculos de la oposición estiman que se estarían gastando en la "Navidad Solidaria 2009" al menos el equivalente a 6,5 millones de dólares.
Para la diputada liberal María Eugenia Sequeira "es un desperdicio económico invertir dinero público en una feria de juegos cuando hay 11.000 escuelas sin techos".
El presidente Ortega intervino en la polémica para descalificar las críticas opositoras a la actividad como "un pecado".
"Deberían sentir vergüenza quienes han criticado que la gente pueda venir a disfrutar gratis, quienes han hablado de esto como un circo, como un espectáculo; es un circo, pero para la felicidad. Es vergonzoso, pero sobre todo es un pecado", dijo Ortega.
En el parque, los niños y sus familias olvidan el enfrentamiento político y prefieren divertirse.
Norman Centeno, padre de dos niños de cinco y ocho años, dijo a IPS que no simpatiza con el gobierno, pero que estaba en el parque para disfrutar la gratuidad de los servicios "porque nunca podré hacerlo de mi bolsa (bolsillo de dinero)".
"Es un gesto positivo del gobierno, nunca otro gobierno lo había hecho antes y para mí criticar esto es en realidad una infamia", dijo Rosibel Arauz, madre soltera de tres niñas que viajó desde el oriental departamento de Granada para conocer la pista de patinaje sobre hielo.
