La economía venezolana cayó 2,9 por ciento este año, principalmente como consecuencia de la merma de 6,1 por ciento en la actividad petrolera, informó este miércoles el Banco Central, emisor y de reserva.
"Este resultado constituye la primera caída que exhibe el PIB (producto interno bruto) luego de cinco años de crecimiento", dijo el presidente del Banco, Nelson Merentes.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en cadena de radio y TV, afirmó que "este año termina bien, porque hemos enfrentado la brutal crisis sistémica del capitalismo mundial", y se felicitó porque "está dando resultado el valiente recorte de la OPEP, impulsado, entre otros, por Venezuela".
La OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) redujo hace un año su producción global de unos 31 millones de barriles de 159 litros diarios a cerca de 28 millones de unidades, lo que contribuyó a apuntalar los precios del recurso.
La merma en la extracción de crudo y gas natural (-6,3 por ciento), y en la refinación (-5,1 por ciento), así como en los precios del petróleo venezolano (una media de 57 dólares por barril en 2009 frente a 86 dólares en 2008), se tradujo en una baja de ingresos por exportaciones petroleras, que fueron de 89.000 millones de dólares el año pasado y bajaron a 57.600 millones de dólares en 2009.
Las exportaciones no petroleras, principalmente acero, aluminio y químicos, fueron de sólo 3.326 millones de dólares, 45 por ciento menos que en 2008. Las importaciones, que en el anterior periodo llegaron a un récord de 49.500 millones de dólares, descendieron ahora a 38.500 millones.
El consumo retrocedió 1,8 por ciento, la inversión 7,6 por ciento, la producción manufacturera 7,2 por ciento, el comercio 8,2 por ciento y el transporte 8,5 por ciento.
Los sectores que crecieron fueron las comunicaciones, con 10,1 por ciento, la construcción 3,1 por ciento y generación de agua y electricidad en 4,6 por ciento, aunque paradójicamente el país comenzó a padecer escasez cada vez más aguda y racionamiento cada vez más severo en el suministro de esos dos últimos servicios básicos en sus centros urbanos.
"Los resultados confirman lo que señalamos a lo largo del año, de que se cosecha el resultado de políticas erróneas, con controles de precios, de cambio, con restricciones a la venta de divisas a los sectores productivos", comentó a IPS José Guerra, director de la Escuela de Economía de la Universidad Central de Venezuela.
El comportamiento de la economía, según Guerra, "no se puede atribuir al menor ingreso petrolero o a la caída de sus precios, que se han recuperado en los últimos meses, sino al esquema económico que prescinde del sector privado, desestimula la inversión y hostiga a los empresarios".
Un estudio del empresarial Consejo Nacional de Industriales indicó que 53 por ciento de las industrias pequeñas y 32 por ciento de las medianas no efectuaron inversión alguna durante 2009.
"Eso demuestra la desconfianza que existe por los continuos ataques a la propiedad privada", dijo el presidente de la agremiación, Carlos Larrazábal, quien recordó que el sector privado provee 70 por ciento del empleo formal en el país.
De esos empleos, según Guerra, el último año se han perdido más de 80.000. Chávez dijo que, según estadísticas gubernamentales, la tasa de desempleo abierto en 2009 fue semejante a la de 2008, de 7,9 por ciento, en una población económicamente activa de 13 millones de personas.
Según el Banco Central, la desocupación, que en 2008 fue de 7,4 por ciento, alcanzó ocho puntos porcentuales este año.
En cuanto a la inflación, llegó a 23 por ciento entre enero y noviembre, frente a 27,6 por ciento del mismo lapso en 2008. Se mantiene desde hace más de cinco años como la más elevada del hemisferio.
En opinión de Guerra, Venezuela "ha entrado de lleno en la estanflación, como se llama al decremento económico con inflación".
Merentes ofreció "estrecha cooperación con el Ejecutivo Nacional para alcanzar los objetivos de desarrollo armónico con reducción de la pobreza, inclusión social y disminución progresiva del nivel de inflación".
Igualmente, a "cristalizar iniciativas en la consolidación de América Latina y el Caribe como zona de integración económica, a través del fortalecimiento de la Unión de Naciones Sudamericanas, el ingreso de Venezuela al Mercosur (Mercado Común del Sur), la concreción del Banco del Sur y el de ALBA, el Fondo China-Venezuela, y el Sucre".
ALBA (Alternativa Bolivariana para los pueblos de Nuestra América) reúne con propósitos de cooperación a Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Ecuador, Nicaragua, San Vicente y las Grenadinas, y Venezuela.
El Fondo China-Venezuela ha recogido para inversiones conjuntas unos 12.000 millones de dólares, con respaldo en reservas venezolanas de petróleo. El Sucre es un sistema de compensación de pagos que instrumentan algunos países de la región para ahorrarse erogaciones en divisas.